Complicated (WWE WOMEN'S) |AU|

Banklexa 3/6.

— ¿Y bien? — Exigió con molestia, tuvo que correr a Buddy Murphy por culpa de ellos, lo menos que esperaba era una disculpa de su parte.

Sasha estaba cabizbaja jugaba nerviosamente con sus dedos y movía violentamente sus pies, no había pedido disculpas en un largo tiempo e incluso se olvidó de cuan vergonzoso era hacerlo.

Sentía la mirada de Alexa sobre ella, era muy energética y pesaba demasiado.

Austin mantenía una sonrisa en su rostro, Banks no había pedido disculpas en años, aquello iba a ser totalmente épico si lo hacía bien... pero si lo hacía mal... mejor no hay que adelantarnos, tomó una jalada de agua con su popote.

— Lo lamento. — Lanzó totalmente claro y sin mirar al suelo, iba directo. — Por tu naríz, no pensé que sería tan grave, pagaré la cuenta o lo que haga falta.. ¿Bien?

Dos humillaciones en un sólo día.

Alexa sonrió burlescamente, la pobre morena estaba comiendo de su mano.

Austin casi escupe su agua tomada. ¿Era un sueño o era la realidad?

— ¡Me parece perfecto! — Chilló emocionalmente, la rubia podría verse realmente atemorizan te en algunos casos pero era un amor de persona la mayoría de veces. — ¿Podemos comenzar de nuevo?

Sasha miraba el suelo, buscando su dignidad tal vez.

— Genial. — Musitó sin ánimos, había sido un día demasiado largo hoy y aún faltaban unas cuantas horas para acabar.

No supo en qué momento Alexa bajo de la camilla y se dirigió a ella, sintió como sus brazos rodeaban su espalda formando un abrazo.

Ahora si, Austin escupió toda el agua recibiendo la mirada de disgusto por parte de las chicas.

— ¿Qué mierdas? — Se preguntó en susurró, su prima jamás lo había abrazado y ahora se encontraba muy a gusto en los brazos de Banks.

El trío se quedó platicando por un largo, sentía una conexión especial con la pelirosada no sabia de que tipo pero intentaba averiguar.

*

La morena quería romper en llanto, no podía seguir así.

Ayer había faltado a su cita con Kana, sabía perfectamente el carácter de la japonesa y su último mensaje no fue el más cariñoso del mundo.

Se escondía entre los pasillos incluso le pidió ayuda a Austin pero el estaba practicando, estaba perdida.

— ¡Banks! — Gritó una voz no tan lejana a su ubicación, por primera vez sentía tranquilidad al oír la voz de Nia Jax. — ¿Tienes quince dólares? — Preguntó una vez estando en frente de Sasha.

— Seguro. — Dijo sacando rápidamente su cartera y entregándole un billete de cien dólares. Nia iba a protestar pero Sasha se pegó a su lado. — Podemos ir a la cafetería..

Nia soltó una carcajada.

— Vamos. — Las humillaciones se volvieron costumbre después de ayer, al parecer.

No había ningún solo rastro de Kana, soltó un suspiro de alivió pero no quería confiarse demasiado, la japonesa era una maldita ninja.

Comió junto a Nia, fue lo más curioso y gracioso que haya visto en la vida, a pesar de su apariencia cuidaba mucho la alimentación.

Su móvil vibro. Dos mensajes.

"Hola, guapa." Era Alexa, lo sabía por que ayer en la noche no pararon de textearse. Automáticamente una sonrisa se dibujo en su rostro.

"En la salida y no quiero que demores." Era Kana, su sonrisa se vino abajo. No contestó, no tenía opción.

"Holaaa." Le respondió a Alexa y en menos de un segundo obtuvo respuesta.

"¿Cómo va tu día de clases?"  La rubia era universitaria así que tenía vacaciones más largas.

"Perfecto." Mintió.

"¿Qué te parece si vamos a comer?" Preguntó sin rodeos. Alexa solía ser muy valiente a través del móvil. "Con Austin, claro." La güera estaba como un tomate en el sillón de su casa.

"¡Me vendría muy bien! Así puedes conocer un poco de la ciudad." Sasha no era muy buena con los mensajes, lo suyo era en persona, cara a cara.

"Te veo en la salida." La morena sintió un escalofrío. ¿A quien vería en la salida?. Quiso cancelar en ese instante pero sería tan cruel y se estaría negando a tener a Alexa de amiga.

Por suerte el timbre sonó, sacándola de sus pensamientos.

*

Las clases no fueron exactamente aburridas siempre había algo en el salón que lo hacía divertido y distinto a los demás días.

Solían haber guerras de papeles y todo eso que en un grupo no debe de faltar.

Sasha cargó su mochila con cansancio, hora de elegir, con una media sonrisa se despidió de todos y salió antes que los demás.

Estaba a punto de salir cuando sintió el cuerpo de alguien recargarse contra el suyo, era Kana. Sin importarle las vistas de muchos curiosos, atacó rápidamente sus labios.

No podía alejarla, el temperamento de la japonesa era algo que tenerle miedo. Así que se dejó guiar por ella.

— Wow, hace un poco de calor, ¿no?. — El comentario fue lanzado nada más y nada menos que por Jericho, mariscal de campo.

Kana se detuvo, tenía pintura de sus labios en toda la boca. Con fuerzas la sacó de la escuela y la llevó un poco alejada.

— Te quiero en mi casa, no va a ver segunda oportunidad, cariño. — Sasha asistió con una sonrisa, por lo menos había sido delicada.

— Kana.. — Susurró sintiendo como la japonesa volvía a presionarla con su peso, sintió sus labios ir directo al cuello.

Soltó un suspiró, el primero en mucho tiempo, los labios de Kana en realidad estaban haciendo un trabajo genial pero sabía lo que estaba haciendo.

Los chupetones eran simplemente desagradables. Eran una marca y claramente Sasha Banks no era de nadie pero ahora no podía hacer nada.

*

— ¡Alexis! — Gritó emocionado Austin, su prima se había tomado el tiempo de ir lo a recoger. — ¿Qué haces aquí?

— ¿Y Sasha? — Se notaba agitada, había corrido como cinco cuadras para llegar puntualmente a la salida.

— ¿Sasha? Sasha va un grado menos que el mío, ella ya salió y por lo que dicen las malas lenguas se fue muy bien acompañada. — Comentó Austin dando aplausos con sus manos, desde el día que comenzó a hablar a Sasha sentía que su pareja ideal era Kana.

Alexa mordió su labio inferior.

— OH. — Austin la miró de pies a cabezas, Alexa no era así. — ¿Qué quieres ir a comer?

— Me apetece una pizza. — Respondió Sasha quitandole la palabra a Austin.

— Sasha.. — Murmuró Austin totalmente asustado, su amiga no estaba en condiciones, su pintura labial estaba recorrida por casi toda la cara y no hablar de los evidentes chupetones color morado adornando su cuello.

La pequeña rubia ojalá no hubiera visto aquello, Sasha Banks era un caso perdido, uno muy lindo.