Tras haber escuchado las extrañas señales provenientes del aparato de Pidge; ella, Hunk y Lance se dirigieron donde acababa de estrellarse una nave espacial. Allí se encontraron a Keith Kogane intentando salvar a Shiro, el piloto desaparecido de la misión Cerbero.
Pero ahora no nos centraremos en eso.
En algún lugar del desierto, una silueta se alzaba en la noche, envuelta en una fina capa oscura. Tras horas de camino por fin divisó su destino: una pequeña cabaña de madera.
-Más te vale estar ahí, Keith -murmuró ella, encaminándose a la casa.
Una vez entró, dejó que la capa le resbalara por los hombros, dejando ver una cara pálida enmarcada por un fino cabello oscuro. La chica ojeó cada rincón del pequeño lugar, encontrándose con multitud de mapas y coordenadas que no entendió y pasó por alto.
-A lo mejor se ha ido a hacer un recado –se dijo para sí, intentando darse ánimos-. Será mejor que le espere.
Pasaron horas y horas, el sol volvió a alzarse en el horizonte y la misteriosa chica dormitaba en el único sofá de la estancia. Desde fuera se oyeron unas voces.
-Desde luego Keith, vaya mierda de casa –se escuchó decir a un muchacho con un deje de acento cubano.
-Nadie te ha pedido que vinieses –le contestó el otro mientras abría la puerta-. Además tú no has hecho nada para ayudar a rescatar a Shiro y... ¿qué cojones?
-Keith... ¿por qué hay una chica en tu sofá? –preguntó un tanto confuso Shiro, dirigiéndole una mirada estupefacta.
-¿Quieres que vengamos en otro momento y os dejamos solos? –propuso Pidge alzando ambas cejas.
-Yo creo que deberíamos despertarla... con un beso de príncipe azul –murmuró Lance, acercándose al rostro de la durmiente chica con los labios fruncidos.
-¡Espera, espera, espera! –exclamó Hunk, cogiendo a Lance de la cintura y alejándole del sofá -¡No puedes hacer eso! ¡Sería agresión sexual!
-Bah.
De repente, la muchacha abrió los ojos de par en par, sobresaltando a los otros cinco. Sus ojos castaños recorrieron los rostros de cada uno.
-¡Hola, preciosa! Soy Lance, pero puedes llamarme el increíble Lance o... woah, ¿qué haces tan cerca? –la chica se había levantado de un salto y se había puesto cara a cara con el moreno (a pesar de la gran diferencia de altura entre ambos) y se dedicaba a escrutarle el rostro. Tras unos segundos, la chica negó en silencio y se aproximo a Pidge, repitiendo el mismo acto. Lo mismo pasó con Keith, Hunk y Shiro. Todavía nadie había mediado palabra.
-Muy bien, al parecer esto no iba a ser tan fácil –dijo la muchacha, levantando la vista al techo-. ¡Tengo una muy importante pregunta! ¿¡Alguien de aquí se llama Keith Kogane!?
Al unísono, Pidge, Shiro, Lance y Hunk dirigieron sus miradas al susodicho mientras le apuntaban con el dedo índice.
-Ese soy yo. ¿Tienes algún problema conmigo?
A modo de respuesta, la chica se abalanzó hacia él a la velocidad del rayo y le abrazó por el cuello.
-Oh, venga ya –fue lo primero que escapó de los labios de Lance.
-OH DIOS, OH DIOS, OH DIOS –repetía la chica, dando saltitos aun abrazada a Keith. Éste imploraba ayuda con la mirada, y Shiro decidió ir al rescate.
-Disculpa, pero... ¿quién eres?
-Ay, lo siento. No me he presentado. Me llamo Maya. Maya Kogane.
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Y si... /Voltron Legendary Defender/ FANFIC
Fiksi PenggemarLos nuevos paladines de Voltron deben salvar el universo del Imperio Galra. Pero, ¿y si dos chicas se entrometen en sus vidas? Amor, odio, lujuria y drama serán los protagonistas de la vida de nuestros queridos paladines y altenanos. La remasterica...