Amor Frágil

Lo efímero también es duradero

Andrew estaba inquieto, tomaba su café sin siquiera mirarme, Estelle; por su parte, lucía hermosa y animada como siempre, lista para un día lleno de prosperidad y buenas nuevas. Yo, a decir verdad, siento incertidumbre por la desaparición de Estelle y Marcus ayer, pero no soy tan valiente como para preguntarle algo tan indecente.

—¿Piensas actuar como si nada hubiera pasado como cuando murió papá?— preguntó Andrew mientras dejaba su taza de café en la mesa bruscamente—. A fin de cuentas "¡que importa mi familia!, si puedo irme con el patán de mi exnovio a fornicar toda la noche".

-¡De acuerdo, Andrew! Me acosté con él ayer a pesar de que me hizo pasarla de lo peor, pero deja el pasado en paz—respondió Estelle con la voz temblorosa- . Tú eras muy pequeño como para comprenderlo, pero ese viejo no hacía otra cosa más que menospreciame cada vez que podía, detesto que lo glorifiques y me taches como la mala tal y como lo hizo él-añadió ella sin siquiera mirar a Andrew.

-¡Lo que sucede es que mientras ese viejo estaba muriendo tú estabas de bar en bar acostandote con tipos!-exclamó Andrew mientras golpeaba la mesa con dureza- . Mientras yo estaba solo, sin nadie que me apoyara y después llegaste como si nada a causar más problemas.

Hubo un silencio infernal después de eso, Estelle no sabía que contestar y yo estaba a punto de interrumpir el silencio hasta que Estelle envuelta en lágrimas contestó.

-¡Lo sé, siempre lo he sabido! exclamó Estelle sollozando-. Sé que soy una fracasada sin vergüenza que nunca va a lograr nada en su vida...pero quería empezar de nuevo, quería compensar todo el tiempo que no estuve allí para apoyarte, pero solo te he causado más problemas-dijo ella entre lágrimas mientras iba a su habitación y tomaba sus cosas.

Andrew no le contestó nada, lo único que me dijo fue que estaría trabajando en la tienda por si quería ir. Estelle empezó a tomar sus pertenencias mientras llamaba a alguien por teléfono para pedirle que pasara por ella al taller. Era Marcus. Yo hice de todo para detenerla pero ella solo me ignoraba, parecía como si fuese otra persona. En eso un auto rojo llegó y tocó el claxon para que Estelle saliera. Por supuesto que no iba a permitirlo.

-¡Estelle, dime que no subirás ahí!-clamé desesperada ante la imprudencia de Estelle. Al mismo tiempo tomé sus dos manos con fuerza para detenerla-. Escúchame, Estelle; no sé que pasó entre ese tipo y tú pero sea lo que te haya metido en la cabeza quiero que sepas que no importa lo fracasada o inútil que la gente crea que seas, porque para mí eres una gran persona, eres linda, amable y jovial, siempre me haces reír con tus chistes y eres muy solidaria, así que no te vayas, yo te necesito y aunque él lo niegue, ¡Andrew te necesita!...yo...ni siquiera lo había podido ver sonreír durante un buen tiempo hasta que llegaste.

No pude contener las lágrimas, estaba asustada, solo soy un ser insignificante y débil, mi cuerpo está hecho de porcelana pero a pesar de eso, mi alma es más frágil de lo que mi cuerpo es. No entiendo, ¿por qué la gente sufre? ¿por qué la gente buena es la que tiene que sentir más dolor?...

Solté las manos de Estelle frustrada, no puedo hacer nada, ¿por qué Estelle cambiaría de opinión por mí?. Ella se dio la vuelta y fue con Marcus. Pensé que todo estaba perdido, pero Estelle no subió al auto de Marcus, ella le avisó que no volvería con él, que la necesitábamos más de lo que él a ella. Me alegré por la decisión y coraje de Estelle, pero Marcus no se lo tomó nada bien.

-¿Ellos te necesitan más que yo? ¿eso crees?-interrogó él muy enojado-. Yo fui a rehabilitación, deje las drogas por ti, vine hasta aquí a pesar de que apenas tenía un centavo, solo por ti...¿y ahora me dices que tú hermano y esta niña te necesitan más que yo?-insistió alzando la voz-. Tú misma pregonabas lo mucho que lo odiabas, le tenías mucha envidia por ser merecedor del amor de tu estúpido padre, nunca se preocupó por ti. Y ella apenas y la conoces, no se preocupan por ti, Estelle.