Lo primero que pensó Diana cuando vio a Victoire manchada de sangre de pies a la cabeza, -cortesía de Sortilegios Weasley.- fue que esto iba a salir mal.
Helena había sacado la bolsa y su objetivo fue Vic, que cuando se vio entera de rojo, comenzó a gritar como una loca. Le tocó a ella, solo por ser familja de Brat y Yorch. -Algo raro, lo sé. Lo sabemos.-
- Vale... ¿Cómo te sientes? -preguntó Ciara a Vic.
- Asqueada -Puso una mueca.
Diana no pudo evitar reírse, por lo que se ganó una mala mirada por parte de la rubia.
- Perdón -Sonrió-. ¿Habéis entendido el plan?
- Probablemente nos maten. No quiero ser expulsado de Hogwarts antes de llegar -Bufó Will.
Aledis susurró un aguafiestas por lo bajo, que Will oyó.
- No seas tan negativo. No es la primera vez que estamos bajo amenaza de expulsión.
Los demás, excepto William, asintieron con la cabeza.
Diana abrió la puerta del compartimento y salió, seguida de Ciara, Helena, Kenya y Victoire.
Vic y Ci se fueron juntas hacia la parte delantera del tren.
- ¡Venga! -rió Diana ante la reacción de su mejor amigo.
Este se había quedado sentado en el asiento, de brazos cruzados.
- No quiero meterme en líos.
Aledis salió del vagón tras haberse puesto la manta de Kenya por encima. Parecía la vieja de Blancanieves, solo le faltaba la manzana.
- Eres mi mejor amigo. Solo con eso ya estás metido en un lío -bromeó.
El chico bufó y la miró con ganas de arrancarle la cabeza, a lo que Diana sonrió inocente.
- Le contaré cosas a Raven... -canturreó.
William se levantó al momento del asiento y salió al pasillo. Eso provocó la risa de todas.
Emprendieron su camino hasta el vagón donde se encontraba Brat. Al llegar, Diana adoptó su papel de actriz.
Esta abrió la puerta del compartimento rápidamente, interrumpiendo una sesión de besos por parte de la parejita, y el sueño de un James bien acomodado en la esquina.
- ¡Brat!
Los tres miraron a la rubia de ojos grises asustados.
- ¡¿Qué?! ¿No ves que estábamos ocupados? -replicó Yorch.
- Vale. Os dejaré besándoos tranquilamente mientras Vic esta en el suelo sangrando.
James se levantó de su asiento, más dormido que despierto.
- ¡¿Qué le ha pasado?!
Helena asomó la cabeza por el compartimento.
- Un hechizo salió mal...
Eso bastó para que los tres chicos salieran disparados del compartimento, seguidos de Kenya y Helena. Ahora los demás tendrían algo de tiempo para buscar la capa.
Will empujó a Aledis dentro antes de que alguien percatara su presencia.
- ¿Cuál es la maleta de James? -preguntó Diana, mientras cerraba la puerta tras de sí.
- No lo sé.
Aledis se quitó la manta y junto Will, comenzaron a bajar maletas y abrirlas. Diana se había quedado mirando por el cristal, por si alguien llegaba.
- ¿Qué es esto?
La rubia se giró a tiempo para ver a Will sujetando un alargado objeto morada, con un botón en uno de los extremos.
- ¡Anda! Mi dildo.
William lo soltó rápidamente, con una mueca de asco en la cara que le duraría todo el camino.
Diana se apiadó de su amigo, así que le dejó vigilando mientras ella y su ex-lechuza buscaban.
Tras unos cinco minutos, todas las maletas estaban cerradas y Aledis tapada con la capa de invisibilidad. La habían encontrado en un fondo falso de la maleta de James.
Los tres salieron despacio del comportamiento, con Aledis entre ellos dos.
Es extraño que no hayan vuelto ya, pensó Diana. Y justo en ese momento, un Yorch muy enfadado se dirigía hacia ellos.
- Mierda -espetó Will.
Los tres salieron corriendo por el pasillo del tren, hacia un sitio seguro. ¿Cuánto quedaría para llegar al castillo?
- ¡Esa lengua! -replicó Diana, mientras corrían.
- NOS HABÉIS MENTIDO -gritó Brat.
Uy, Brat enfadado. Eso es algo que Diana no había visto en su vida. Y tenía miedo, mucho miedo.
Por suerte para los tres chicos, vieron a Mark Wood salir de su sitio hacia el pasillo, dejando la puerta abierta.
Mark era amigo de Diana, ambos de la misma casa. Él montaba fiestas legendarias. Y ella siempre se apuntaba a estas.
- ¡Mark!
El nombrado se dio la vuelta y se asustó al ver a dos chicos - Aledis seguía cubierta- corriendo hacia él.
- ¡Tienes que ayudarnos!
A lo lejos se podían oír los gritos de los tres intengrantes del trío.
- ¿Estáis en un lío? -Se cruzó de brazos, sonriendo de lado.
- Te lo explico luego, ahora, por favor por favor por favor, ¡sálvanos! -dijo una desesperada Diana.
Mark rió, mostrando sus dientes blancos. El chico era guapo, aunque con mucho ego.
- Bien. Metéos ahí -Señaló su compartimento.
Los dos -tres.- le hicieron caso, y al segundo, ya estaban dentro. Antes de cerrar la puerta, Mark susurró algo a Diana, cosa que ella maldijo. Deberle un favor a Mark puede ser peor que un dementor te bese.
Los tres se agacharon mientras oían a Mark hablar con Brat. Estaban siendo salvados, quién lo diría.
Gracias Merlín, pensó Diana al ver cómo los tres chicos, enfurruñados, daban la vuelta y se iban.
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¿Séptimo año en Hogwarts? Hagamos que sea kul.
FantasyDiana Klett, una chica como cualquier otra en un colegio como cualquier otro. Mentí, Hogwarts no es como cualquier otro. Y eso Diana lo sabe. Muchas aventuras depararán su futuro en su último año. ¿Será capaz de sobrevivir? "Hagamos que este año se...