Hacía menos de veinte minutos que Diana había llegado a la fiesta, y ya llevaba su segundo vaso.
Era de las que llegaba tarde, siempre. Por eso, cuando entró, lo primero que encontró fue a un Brat borracho bailando en la barra, frente a todo el último curso. No fue capaz de reprimir su risa.
Lo que más le sorprendía, era la sensualidad con la que lo hacía. Nunca se hubiera imaginado que Brat Rowle fuera tan sexy.
Apartó esos pensamientos de su cabeza al momento. Necesito bajar mis hormonas, pensó.
Se dirigió hacia la barra, donde vio a su padre sirviéndose unas copas, junto a Aiden.
Se acercó a su shipp favorito, mentiendo la cabeza entre ambos.
- ¿Qué hacéis aquí?
- ¿Qué haces bebiendo? -preguntó Gus.
- ¿Os habéis liado ya?
- ¿No tienes nada mejor que hacer? -Bufó Aiden. Su padrastro.
Ahora tenía el derecho a llamarle así, y a Karou, tía.
- De hecho, sí. Pero no encuentro a la persona con quien quiero hacer mejores cosas -bromeó.
- ¿Llevas condones? -Alzó una ceja su padre.
- ¡Papá!
Diana negó indignada. Vio pasar a Anny, y tan rápido como pudo, salió corriendo tras ella. No huía de las preguntas de su padre, para nada.
- ¡PAPADA! -gritó tras ella.
La chica se dio la vuelta, haciendo un sonido extraño que Diana reconocía como su llamada. Se fundieron en un gran abrazo, hacía mucho que no se veían.
- ¿Qué tal estás?
- ¡Genial ahora que estás aquí! -Rió.
- Awe. Qué adorable -Sonrió.
Anny miró la copa de su amiga y le dirigió una mirada de reproche.
- ¿Qué? -Rió-. Soy joven y quiero emborracharme.
Mark pasó por detrás de la chica, y al oír eso, levantó su botella en dirección a Diana y le dio un sorbo.
A su lado, muy cerca de él, se encontraba John, quien lo observaba tranquilamente. Mientras, Mark le rodeó los hombros con un brazo y le pasó la botella, que aceptó con gusto.
Y justo en ese momento, su tía le arrebató la botella a John. Luego se lo llevó, lejos de Mark, cosa que al último pareció fastidiarle.
- ¿Qué voy a hacer contigo? -Negó-. En fin, si no puedes con ellos, únete a ellos.
Y dicho esto, Anny salió corriendo a la zona de barra libre, provocando la risa de la rubia. Diana la siguió después ver a una chica dirigirse hacia Mark. No le sonaba mucho, pero si estaba aquí, sería del último año.
Tras haber bebido otras dos copas más, fue a la pista de baile. Se moría por bailar. Allí pudo ver a Ara, gritando la canción muggle que sonaba mientras bailaba como una loca. A su lado, Daemon se movía como si fuera un robot. Borrachos, seguro.
Al pasar la mirada por la pista, se dio cuenta de que no quedaba nadie sobrio en la fiesta. Todos habían probado una gota de alcohol.
A lo lejos, pudo ver a Des con un sombrero enorme en la cabeza. Espera, ¿eso era un dildo?
Mientras observaba a su hermana, notó unas manos en su cintura. Diana se extrañó al sentirlas, pero qué más daba, había venido a divertirse. Comenzó a mover su cintura lentamente, pasando una mano por su pelo para poder mirar hacia atrás. El chico sonrió cuando sus miradas se conectaron, y a la rubia le dio un paro cardíaco.
Se dio la vuelta para tenerle frente a frente, poniendo una mano al rededor de su cuello, mientras sujetaba su copa con la otra. Él la atrajo más, siguiendo el movimiento de la cintura de Diana con la suya.
- No sabía que bailabas tan bien -Le susurró al oído.
La música cada vez estaba más fuerte, pero ella solo se centraba en su voz.
- Te perdiste muchas cosas en la fiesta del año pasado -Sonrió divertida.
- Ah, ¿si? -contestó burlón-. Voy a tener que empezar a salir de fiesta contigo.
- Ya estabas tardando -Rió.
Por encima del hombro de Scorpius, vio la cabellera blanca de Lyra. Esta se encontraba apoyada en la pared, con Karou entre sus brazos mientras ambas se besaban. Eran tan malditamente adorables.
Al terminar la canción, vio como Helena y Aledis iban corriendo de la mano hacia un coro que se había formado en los sillones. Alguien gritó ¡la botella!.
Diana tiró de Scorpius para ir hacia allí. El chico se sentó en uno de los sillones, dejándola a ella sin lugar donde sentarse. Él palmeó sus piernas, con la intención de que se sentara encima. Y así hizo.
Todos estaban sentados en círculo, con una botella en el centro. Allí pudo ver a Dorcas -sentada entre dos chicos a los que no conocía-, Helena, Aledis, Carol, Lucy, otro chico al que no conocía, Ethan, Logan y Dilan, entre otros.
La chica Weasley impulsó la botella, parando por primera vez en Dorcas y una segunda vez, en uno de los chicos a su lado.
- ¡No pienso besar a Aaron! -Se quejó Cas.
El chico la miró con un brillo extraño en sus ojos.
- Solo será un beso, ¿acaso tienes miedo? -Se burló el tal Aaron.
Cas rodó los ojos, exasperada. Agarró al chico de las mejillas y juntó sus labios, en un beso que, según Diana, duró unos seis segundos.
La chica se apartó con una mueca de asco en el rostro, mientras que él llevaba una sonrisa burlona. Ese tipo de sonrisas que a Diana le entran ganas de golpear con un puñetazo.
Unas vueltas más tarde, Diana se encontraba fastidiada al ver que Scorpius había besado ya a medio juego, menos a ella.
Vio cómo la botella paraba justo en Aledis, habiendo parado antes en Helena. A la mierda.
La rubia contuvo las ganas de gritar de emoción cuando ambas empezaron a acercarse.
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¿Séptimo año en Hogwarts? Hagamos que sea kul.
FantastikDiana Klett, una chica como cualquier otra en un colegio como cualquier otro. Mentí, Hogwarts no es como cualquier otro. Y eso Diana lo sabe. Muchas aventuras depararán su futuro en su último año. ¿Será capaz de sobrevivir? "Hagamos que este año se...