Capítulo 7

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Las esferas abrieron en una cascada de color blanco para tomar la forma de las estrellas del show, las figuras de growlithe y spewpa aparecieron en el escenario, ambas posaron de manera elegante en el centro del campo, las personas en las gradas miraban atentas a las acciones de las criaturas.

—¡Zuko aléjate con agilidad! —ordenó.

En instantes Zuko había tomado una distancia, el lindo cachorro daba pequeños saltos mientras lo hacía sacando algunas sonrisas entre el océanos de espectadores y de uno de los jueces, el presidente del club pokémon, su pelaje brillante producto del cuidado y las visitas al extravagante estilista de la ciudad en los días anteriores daban sus frutos.

—¡Spewpa, disparo de hilo! — a pesar su estado, el pokémon conservaba la hiperactividad que solía tener en su antigua forma.

El hilo se extendió en forma circular a una buena altura del suelo, spewpa había tenido que dar un giro cayendo al suelo.

— ¡Lanzallamas!

El torrente de fuego prendió los hilos, unos hermosos aros plata de tornaron carmesí para asombrar a las primeras filas, growlithe corrió para atraparlos con el hocico antes de que llegaran a spewpa.

—¡Es hora de un paseo, Zuko agilidad, spewpa fortaleza! —Indicó Naru, de nuevo estaban juntos los ladrones de la ruta 8— ¡hilo!

Spewpa hizo lo mismo que cuando viajaba en la espalda de su entrenador, uso su hilo para aferrase a la espalda peluda de su amiga quien comenzó a correr por el escenario, la velocidad alcanzado por el tipo fuego era suficiente para alzar al pokémon blanco.

— ¡Bailen!

Los pasos rápidos y elegantes se convirtieron en saltos que atraía a spewpa hacia growlithe, este por su parte usaba cabeza, abdomen o cola para impulsar hacía las alturas al tipo bicho, como si tratara de un yoyo gigante, ambos jugueteaban tal y como lo hacían en el bosque antes de conocer a su coordinador, con el que jugaron cientos de veces de la misma forma sacando algunos sustos de Naru por el acto.

Naru recordaba las veces que casi le daba un paro cardiaco por la altura que era arrojado, pero con fortaleza y el cambio de peso al evolucionar pudo funcionar su acto. Con una sonrisa, sacó dos pelotas hechas de hilo de spewpa y acompañado con cenizas y bayas de growlithe.

—¡Ahora, spewpa tiro de seda, Zuko arrójalo y después pirotecnia!

Zuko se recostó con las piernas en aire, proporcionó un empujón que  elevó a su amiga por los aires, mientras avanzaba spewpa soltaba pequeñas partículas de colores, después atrapó las dos bolas que Naru había arrojado con su hilo, ambas fueron puestas en custodia y mientras se elevaba las pelotas hacían una ilusión de un aro de brillante. El ataque de fuego estalló en lo alto dando una forma de fuegos artificiales, las partículas de fuego se esparcieron alrededor de spewpa. Y las esferas se incendiaron, el tejido se rompió como lo habían planeado y en el aire las esferas se incendiaron en llamas de color azul.

— ¡Fortaleza! —El brillo de la fortaleza reflejaba tenue el brillo del fuego —¡Zuko sacúdete!

Las partículas azules se habían asentado en el pelaje de Zuko que al sacudirse dejaba una nube azul al igual que el cuerpo de spewpa.

Para volver a salvo repitieron la rutina de la cuerda de hilo, growlithe alcanzo a su compañera en el aire acabado los dos en una posición de pirámide.

—Finish—dijo Naru para terminar y dar una reverencia.

Por un momento el silencio reinó, pero una pequeña niña de coletas aplaudió ante el espectáculo, y en un segundo las demás personas la imitaban, los jueces pensativos votaron y expusieron sus calificaciones al participante.

Naru a pesar de estar de pie casi toda la presentación en el mismo lugar, estaba mucho más agitado que sus pokémon, pero puedo avanzar hacia ellos y abrazarlos, la rutina, días y noches de práctica habían funcionado.

—Gracias—susurró a sus compañeras.

Su abdomen dolía pero logró ponerse de pie con sus pokémon en brazos y espalda, los jueces lo miraron pero como ya era costumbre, bajó la vista para esperar sus comentarios finales, su cuerpo transpiraba más de lo que pensaba y sus ojos estaban un poco húmedos.

—Fue una presentación interesante—dijo el representante de la organización general-fue arriesgado exponer a un tipo bicho al fuego, por no decir imprudente. Los colores de tus pokémon con el ese azul no fue de mi total agrado.

—Me hubiera gustado ver más ataques de tus pokémon —agregó un hombre de barba del club de fans pokémon.

—Debes de cuidar más a tus compañeros, piensa más en tu presentación la próxima vez.

—Sí—respondió por instinto, apenas era capaz de asimilar todo—lo haré.

Naru se retiró del escenario, sumergiendo su barbilla en el pelaje de su growlithe manchando de azul su rostro y abrazó a spewpa, arruinando la vestimenta de su tía, aunque no sabía si sentirse aliviado o preocupado por ello, solo sonreía y se perdía en medio de aplausos moderados con pasos pequeños y tímidos hasta llegar otra vez a los camerinos.

En lo alto del domo; en donde la vista, los reflectores y la atención no llegaban, sentado en forma de flor de loto la extraña figura de ropas, ahora, pulcramente blancas sin arrugas miraba al coordinador retirarse. Sus ojos eran poseedores de un iris muerto que absorbía todo a su paso, una perversa presencia ardiente luchaba contra sus deseos con un sonido artificial que venía ante cada respiración. Una voz serena y apacible canceló su trance para regresarlo a la realidad, todo con una única frase, que como una antigua maldición en un lenguaje lejano activo sus tejidos fríos a un estado dinámico.

—Ya es hora, Gregorio.

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Hola a todos, esta vez les entrego el capítulo antes de la fecha prevista por varias razones. También aprovecho para comunicarles que pronto el nombre de esta historia cambiará, esperando leer sus opiniones me despido.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora