-Yo me quedo contigo- Scott y Dylan hablaron al unísono. Se voltean a ver entre ellos.
-Gracias, Romeos, pero yo me quedo con ella- Emma entrelaza su brazo con el mío, dando a entender que ya no había otra opción. Ellos asienten y se van retirando uno por uno.
Cuando quedamos solas, Emma nos encamina hacia el final del pasillo.
-Maddie, sé que tienes muchas situaciones en frente de ti, pero no me puedes negar lo que está pasando con Nate- me está tomando de las manos y viendo fijamente como si quisiera meterse en mis pensamientos.
-Lo sé, es muy extraño, pero ¿qué hago? Él sigue con su relación, y aunque parezca que le gusto, puede que sólo sea preocupación por mí.
-Entonces debe estar muy preocupado como para venir- con sus ojos señala un punto detrás de mí. Me doy la vuelta y veo a Nate caminando en el pasillo mientras voltea a todos los lados, hasta que llega su mirada en mí. Estando al final del pasillo la luz no entra completamente, así que podríamos pasar desapercibidas por ello.
Se detiene y mete sus manos en los bolsillos del pantalón, se queda en frente de mí pero a unos metros, mantenemos el contacto visual, me concentro en saber qué está pasando mientras no lo pierdo de vista.
-Será mejor que me vaya- Emma me rodea y pasa por mi lado sin voltear a verme.
A la vez que Emma camina y se aleja; Nate camina y se acerca. Emma al pasar a lado de Nate voltea conmigo y levanta sus dos pulgares con una sonrisa en su rostro; desenfoco a Emma a la vez que enfoco mi mirada con Nate, quien cada vez está más cerca.
-Hey, roja- se detiene una vez que llega en frente de mí.
-Hey, ¿qué haces aquí?
-Vine a ver cómo estabas- contesta tranquilo.
-Estoy bien, gracias. Ahora puedes regresar a la cafetería con tu novia- extiendo mi brazo señalando el pasillo a recorrer para llegar a la cafetería.
-Ella se fue, pero ese no es el punto- saca sus manos de sus bolsillos para dejarlas a sus costados -. Quiero asegurarme de que estás bien.
Me toma por sorpresa pero no dejo que se note.
-Ya te dije que estoy bien- sonrío con mi boca cerrada. -Maddie, no tienes que estar todo el tiempo en defensiva- da un paso al frente.
-Cuando no estoy a la defensiva empiezas una discusión; entenderás por qué estoy a la defensiva.
-De acuerdo, lo siento- levanta sus manos en forma de rendición -. Te prometo que no quiero empezar una discusión, sólo quiero que estés bien.
-Gracias, pero en serio, ya me siento mejor.
-Debo comprobarlo- antes de poder procesar lo que dijo, me rodea con sus brazos llevándome a un abrazo.
Retengo el aire por unos segundos debido a la sorpresa de su acto. Mi respiración se vuelve normal y con cuidado paso mis brazos por debajo de los suyos para rodearlo, de esa manera correspondo a su abrazo. Apoyo mi cabeza en su pecho, llego a escuchar su corazón latiendo, y de una manera es lo único que llego a escuchar por los siguientes minutos.
-Deberías ir a comer algo- murmura durante el abrazo. -Realmente no tengo hambre- me separo de él.
-¿Tú, no tener hambre?- cuestiona burlándose.
-Bueno, sí tengo, pero no se me antoja nada de aquí- confieso. -Por suerte para ti, guardé unas galletas de ayer en mi mochila.
-¿Y dónde está tu mochila?- al preguntarle, él se lleva la mano a su frente.
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Viviendo con Ellos (Parte Uno)
RomanceEl chico que me gusta, mi ex, mi mejor amigo y mi hermano viviendo conmigo en la misma casa, eso es a lo que me enfrento, ¿te gustaría saber cómo sobrevivo a esto? Lee mi historia. Atentamente, Madison Bonnet.