CAPITULO 35

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Al llegar a casa corro a mi habitación, peleando contra el llanto para no dejarlo salir, no quiero ver a nadie, quiero estar sola, ser solo yo por unos instantes.

Entró a mi habitación y me tiro en mi cama, el llanto gana y sale a flote, no sé qué hacer, no sé qué hice, ver como trataban a Charlie así, fue muy duro de aceptar...

- {Tu lo trataste igual}-

Lo sé y me arrepiento, es más vergonzoso humillar que ser humillado.

- {Eso es lo que tú dices, aún no te han humillado como para opinar eso al respecto}-

Tienes razón.

Después de unos minutos más de una conversación conmigo misma, decido que no me quedare llorando lo que resta del día, la verdad no se ni porque lloro, es cierto que me dolió lo que me hizo Yusuf y esa bofetada, fue más para desquitarme de todo lo que me hizo o que se yo.

Me siento en la cama, miro por la ventana grande mi terraza, duro así varios minutos, mirando al final de la. mansión se alcanza a ver el mar.

-Tengo una idea- digo en un susurro.

- {Anda, vamos}-

Con un poco más de ánimos, me levanto, busco mi guitarra, que debe estar por aquí en el vestidor.

-Aquí estas, preciosa- digo en voz alta, al encontrarla. Sí, yo toco guitarra y algunos otros instrumentos musicales y como se lo imaginan, mis padres me obligaron a tomar lecciones musicales, para tocar en algunas reuniones, familiares, curioso ¿Eh?, nunca toqué en una reunión familiar, ¿por qué? Sencillo no voy a reuniones familiares, mi madre siempre saca alguna excusa para no dejarme ir.

-Roco, iré a la playa- informó, pero al ver que está saliendo hacía el estacionamiento digo - yo iré manejando- con una sonrisa, sé que no me dejará salir sola, pero tengo que intentarlo.

Este me mira achicando sus ojos, luego sonríe y dice

-Le diré a los muchachos que te acompañen, si no quieres que yo vaya- informando.

-Nooo- digo, pero eso es escucho más como un lamento, los dos reímos al escuchar mi negativa.

-Mi niña, si quieres ir sola, solo tienes que decirlo, no tienes que hacer berrinches, eso ya no tiene el mismo efecto de cuando estabas en el colegio- me dice sonriendo y me entrega la llaves del auto, para retirarse.

- ¡Oye! - lo llamo y este se detiene y me mira -gracias- agrego y sonrió, a cambio recibo un beso en la frente como el que solía recibir cuando estaba en el colegio - pero quiero llevar un convertible- finalizo con aquella petición.

- ¿Qué color quieres? - pregunta aun con la sonrisa en sus labios.

-El rojo- chillo emocionada, no pensé que sería tan fácil.

-Bien, vamos te lo paso, eso sí- dice y se detiene, me miro serio y sé que lo que viene no es bueno - Tienes que tener tu móvil encendido a toda hora, no lo puedes apagar, si no quieres recibir llamadas ponlo en modo avión o en silencio, pero quiero que lo mantengas encendido, estaré aquí en casa rastreando cada movimiento que hagas. ¿Entendido? - ordena, al decir esto no respira, no sé cómo le hace para no ahogarse mientras habla - ¿Entendido? - pregunta de nuevo, sacándome de mis pensamientos.

-Claro que sí, lo mantendré encendido, solo porque me dejas salir sola- contesto con cara de niña inocente.

-No quiero que te pase nada, así que confío en ti- me dice y tras otro beso en la frente sale de mi vista.


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La Chica De Alta Sociedad #MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora