CAPITULO 55

265 26 5
                                    


Me bajo del auto, rápido, aguantando el dolor, que cada vez es más fuerte.

Al estar de pie fuera del auto, veo que uno de los hombres de negro, levanta la mano y la pone en el hombro de Sam...

- ¡No! No se lo pueden llevar- digo en voz alta, llamando la atención de los tres hombres que tengo frente a mi...

La cara de Sam es de sorpresa, pero segundos después, sus ojos se abren como platos y su rostro pasa a ser preocupado y a la vez asustado, da un paso delante de los hombres, yo intento también dar un paso, pero al hacerlo, mis piernas flaquean y caigo de rodillas al suelo, sé que mi rostro se transformó a dolor intenso que sentí, al caer al suelo.

Los tres hombres, corren a mí, el primero en llegar es Sam...

- ¿Qué te paso? -

-Yu... - no puedo hablar, la respiración me falta y siento que me ahogo.

-Estas sangrando –

-Señor hay que llevarla a un hospital ahora –

Sam me toma en sus brazos, llama a alguien y enseguida, estamos en un auto, rumbo a un hospital.

- ¿Dónde está Yusuf? – pregunta Sam, ha estado hablado, pero no le había entendido.

-Me siento muy mareada –

-Necesito que me digas ¿dónde está? –

- {Creo que ya no vale la pena protegerlo}-

-En el aeropuerto, va a salir del país- le informo todo lo que se.

-Es este tipo - muestra su móvil a los hombres de negro - ya saben lo que tienen que hacer, no olviden nada, si la van a tener compasión recuerden el rostro de esta mujer y de todo el dolor que sufrió al ser golpeada por el-

-Si señor, apenas los dejemos en el hospital, nosotros nos encargaremos de buscarlo, darle su merecido y luego mandarlo fuera del país-

- ¿Qué vas a hacer? –

-Llevarte a un médico, tu nariz y tu labio está sangrando, además por tu cara noto que no solo tienes golpes ahí-

-Mi nariz no fue golpeada-

-Es la que más está sangrando-

- ¿Y Yusuf? – pregunto

-Que se muera ¿Qué más da? –

- ¿Qué tanto averiguaste de mí? –

-Mucho... como que sabes, defensa personal y has estado en varias competencias y que eres una tonta en dejarte golpear por hombres ineptos –

-Lo siento –

- ¿Por qué? –

-Por no haber leído la carta antes –

-Ya llegamos –

- ¿Cómo te sientes? - pregunta Sam, entrando a la habitación donde me encuentro.

-Creo que bien, aun duele un poco-

Sam, entro al hospital como un loco, gritaba que estaba muy mal herida y alerto a los médicos.

-Me sentía mal, pero tampoco era para armar tanto escandalo- murmuro, pensando que no me había escuchado, pero me equivoque...

-El doctor dijo que tenías varias costillas rotas, una de ellas, te alcanzo a lastimar y por eso el sangrado de tu nariz, ¿aun sigues pensando que no era para tanto? -

-No sabía eso, ninguno me ha dicho que fue lo que paso. Solo pude ver mi labio roto por el golpe y mi nariz sangrando-

- ¿Cómo te diste cuenta? ¿Enserio nadie te ha informado tu situación? –

-El cristal de la puerta de emergencias me dejo verme por unos segundos-

-Bien, llamare al médico-

Sin decir más sale, cuando me revisaron por primera vez en urgencias, pude ver la cara de los doctores y no fue para nada agradable el dolor que sentí, a penas ellos tocaron mi abdomen.

- {¿Y ahora qué sigue? Viviremos en un hospital de ahora en adelante, a este paso que vamos, no te graduaras como ingeniera, si no como medica}-

No estoy para chistes, estoy incomoda, me quiero sentar bien, pero temo que, si me muevo, me dolerá más y no quiero sentir dolor.

-Señorita Choi ¿Cómo se encuentra? ¿siente mucho dolor? –

¿Qué dijo? Yo no soy Choi, ese es el apellido de Sam...

- {¿Qué carajo fue lo que dijo Sam, cuando nos ingresaron?}-

Pues si tu no lo sabes, menos lo Sabre yo.

-Sharlotte- llama Sam.

-Me siento mejor, quiero saber cuál es mi situación- e irme de aquí ponto.

-Bien, su situación es estable, pero se tiene que cuidar bastante, la herida que tenía en su mano se abrió y tuvimos que suturar de nuevo, con un buen cuidado en cinco días podremos retirar los puntos; tienes cuatro costillas rotas, una de ellas alcanzo a tocar algunos órganos, causando una hemorragia, ese era el sangrado por tu nariz-

- ¿Me tienen que operar? - pregunto.

-Señorita – dice, se rasca la cabeza y respira profundo, finalmente continúa hablando – Tuvimos que hacerle una pequeña intervención, retiramos algunas estillas y cauterizamos la hemorragia; le aseguro que no le quedara una cicatriz muy visible-

¿Me operaron? ¿Una cicatriz? ¿Dónde?

- {Pues no será en una nalga tonta}-

- ¿Quién le dio en consentimiento para que me operara? – pregunto; tengo entendido que un médico no puede intervenir sin un permiso autorizado.

-Yo firme el permiso- dice Sam.

- ¿Quién te crees para hacer eso? Pude morir en manos de este médico ¿Estás loco? ¿No sabias que yo solo puedo ser intervenida por mi médico personal? – le reto, estoy alterada, mis padres siempre nos decían, que solo nuestro medico nos podía operar, ningún otro tiene el derecho y que si algún día, eso pasaba, ellos se encargarían de dañar a quien se tomó ese atrevimiento, y no quiero eso, este señor me salvo ¿Hay algo que pueda hacer?

-Sharlotte, gracias a mí, él te pudo salvar la vida, no seas mal agradecida, ¡Niña malcriada! – me regaña Sam.

-No sabes las consecuencias que tendrá esto, ¿es que acaso no has averiguado bastante de mí, como para saber hasta dónde pueden llegar mis padres? Este doctor esta arruinado, Sam...-

- ¿Lo pueden mandar matar? ¿No es así? –

Mis padres no llegarían tan lejos.

- {Este hombre cada vez está más loco, ¿matar? Esto ya es mucho. Pero mira, el doctor ya debe saber, el comentario ni lo afecto}-

- ¿De qué hablas? -

-De la verdad ¿Terminaste de leer la carta? ¿No verdad? ¿Por qué dejas todo a medias? ¿Qué piensas? Tu madre es capaz de mandar matar a quien llamo hija por 21 años ¿Qué más puedo esperar siendo un médico? –

- ¿Por qué hablas así de mi madre? –

-Porque tu madre te ha mandado sacar de su camino, no una, ni dos veces, si no muchas veces y tú eres tan ciega que no te has dado cuenta-

- ¡Sam! Deja de hablar así de mi madre-

- ¡ELLA NO ES TU MADRE! – Grita.

- ¿De qué hablas? - pregunto en un susurro.

La Chica De Alta Sociedad #MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora