CAPITULO 71

253 22 2
                                    


- ¡Vamos! – ordena uno de los hombres que golpeo a Damián.

Cuando desperté, estaba aquí, es una habitación muy bonita para secuestrar a alguien, no he visto a Bianca, no sé nada, de nadie, no sé porque estoy aquí.

- ¿A dónde me llevan? – pregunto.

-Ellos no te dirán nada, vamos- responde Bianca, tomando su bolso de un sillón.

La sigo sin decir una sola palabra, creo que prefiero las cosas así, no tengo fuerza para seguir discutiendo, no soy fuerte y aquí está la prueba de ello.

-Te enviare fuera del país- informa Bianca después de subirnos a un auto.

-Tenía planeado salir del país, ¿Para qué tanto alboroto? – comento restándole importancia a todo lo sucedido, se perfectamente que eso siempre lo ha odiado.

-Te envió lejos, cosa que no puedas regresar –

-No tenía planes de regresar –

-Todo lo que hago y estoy haciendo, es por tu bien Sharlotte, siempre ten en cuenta eso –

¿Mi respuesta? Casi muero de la risa al escucharla decir tal estupidez, y si, literal, casi muero, aun no me había puesto el cinturón y el idiota del conductor freno y yo fui a dar al respaldo del asiento delantero.

-No vuelvas a reírte de mí – Comenta Bianca con rabia.

-No entiendo nada- murmuro.

Se supone que las madres siempre quieren lo mejor para sus hijos ¿no? Pero la mía no es así, ¡Ahh! Verdad, Bianca no es mi madre, mi madre biológica, murió cuando yo nací, si eso llega a ser cierto, entonces tengo un ángel de la guarda que se olvidó de mí.

Al llegar al aeropuerto, ya resignada, bajo del auto sin decir nada, creo que es mejor no saber nada más, nada por parte de ella.

-Señora, ya todo está listo, el avión despegará en 10 minutos –

Los observo mientras ellos hablan, y por mi mente empiezan a pasar imágenes de los recuerdos que tengo en este mismo aeropuerto con mi familia, cuando nos íbamos de vacaciones, esa alegría de todos por ir a conocer un nuevo lugar o cuando regresábamos cansado y con ganas de más vacaciones para descansar.

La alegría de Bastián, él siempre nos sacaba una sonrisa con cualquier cosa que se le ocurriera, siempre fue nuestro bebé, lo cuidábamos con nuestras propias vidas. Solo espero no olvidar todos aquellos recuerdos hermosos y que las personas con las que compartí todos esos momentos, tampoco se olviden de mí.

-Es hora de que abordes el avión –

-Si yo me voy, ¿Todos estarán bien? – pregunto.

-Por eso es por lo que te vas, para que todos estén bien y puedan seguir con sus vidas-

Y ¿Si no me voy? ¿Qué sucederá?

- {No podremos saber esa respuesta, si te subes al avión}-

Hay muchos hombres y no poder escapar, ella me encontraría donde sea que me oculte.

- ¡Por favor déjame quedar! - suplico.

-El avión despegara en poco, así que vamos Sharlotte – dice Bianca.

Mientras caminamos hacia el avión, sigo suplicando para no subir a él, pero no parece conmoverse.

Ella sube al avión conmigo, por un momento me tranquilizo pensando que ella ira conmigo, pero no es así, me doy cuenta de que solo hay una persona en la clase ejecutiva.

La Chica De Alta Sociedad #MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora