CAPITULO 92

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Lo pensé por varios segundos y si...

-Estoy segura de casarme, Tae Yang, me enseñó a volver a creer en mí, él, fue quien me hizo sonreír después de mucho tiempo, me dio seguridad, cuando nos conocimos yo era solo pedacitos, pedacitos que él se encargó de ir arreglando, él me enseño que la vida está llena de oportunidades y que no hay que dejarlas ir, él me dio la felicidad de tener una bebé en mis brazos, una bebé que tiene la misma edad que tendría mi hijo, Tae Yang es mucho más que un hombre para mí y estoy segura de quererme casar con él -

-La perdimos – susurra Carina, mirándome sorprendida.

-Mi niña está muy enamorada – grita mi abuela, sacándonos a todas del trance en el que andábamos metidas.

- ¡Abuela! – gritamos en respuesta.

- ¿Qué? ¿Acaso no han visto la cara de tonta que puso mientras hablaba? Hasta los ojitos le brillaron – dice mi abuela y se toma la cara con las manos y sonríe como tonta.

-Abuela, estas soñando, Sharlotte es una mujer de hielo, ¿Cómo se podría enamorar? – dice Alicia y yo le doy coscorrones.

-No sé exactamente que es estar enamorada, creo que lo que sentía por Yusuf, no era amor, pero me gusta sentir lo que siento con Tae Yang – comento sonriendo y al ver que todas me miraban, me di cuenta de que sí, tengo cara de tonta.

- {Siempre la has tenido, así que no sé de qué se sorprenden} –

Después de discutir si tenía cara de tonta o no, nos ponemos manos a la obra, primero me ayudaron a poner mi grande vestido, pero resulta que la modista se dio cuenta de mi incomodidad, el día que lo medí, así que lo dejo divido en varias partes, la primera parte, era como si fuera un vestido de fiesta blanco largo, algo cómodo, la segunda era la falda hasta el suelo grande de varias capas, haciéndolo ver más grande y la tercera era el grande velo que caía al suelo y quedaba varios metro en arrastre.

Después de ponerlo, menos el velo, se dedicaron a mi cabello, fue todo recogido en un moño alto, fue un poco difícil, pues tengo el cabello muy corto para eso, pero para mi abuela, nada es imposible, luego se dedicaron a mi cara, les dije que quería un maquillaje suave, nada en exceso.

Al terminar, mi abuela, puso algo de crema y loción en mis brazos, pecho y espalda, pues el vestido es strapless, después de tenerlo tiempo puesto, lo siento más cómodo.

También, puso una pequeña tiara en mi cabeza y todo el juego de joyas, ya había comprado uno, pero ella dijo que la novia tendría que tener, algo nuevo, algo viejo, algo robado y algo prestado, no había entendido hasta que dijo.

-La tiara es de tu madre biológica, cuando estaba embarazada y supo que eras una niña, me la dio a guardar, dijo que la guardaría para el momento en la que te casaras, ella la uso en su boda – dice y seca algunas lágrimas de mis ojos y me regaña por llorar, pues ya estoy maquillada y tuvieron algunos inconvenientes para topar mis ojeras. -La pulsera es de mi madre, la hemos rotado en toda la familia, el collar lo robe por ti, así que no hace falta saber el dueño – dice y nos reímos – los aretes, son de tu madre, tu padre se los regalo, pero yo te los presto, así que me los devolverás apenas se acabe la boda – dice señalándome con una mano y con la otra en su cintura.

-Abuela, déjame a mí, esto es lo nuevo, Damián lo compro para ti – dice Carina y me entrega un hermoso broche de plata para el cabello. Ese color se ve estupendo en mi cabello.

La hermana se Sam, llega para avisarnos que en minutos la ceremonia iniciara, así que saldremos pronto.

Las chicas y la abuela ya están listas, recogemos lo necesario y lo empacamos en un bolso y salimos, bueno, yo salgo con ayuda de ellas, la abuela dijo que el velo, lo pondría al momento de llegar a la iglesia.

La primera en entrar a la iglesia será Suk, la pobre esta que se muere de los nervios, yo hasta el momento no he sentido nervios y espero no sentirlos, al inicio del día, sentí ansiedad, pero al ver a mi familia, toda esa sensación de abandono.

En el momento que Suk, inicia su entrada a la iglesia, la música inicia, y mis amigas y abuela, me ayudan a bajar del auto, para poner el velo en su lugar.

Mi abuela, me entrega a mi abuelo, a quien tomo de gancho y nos hacemos en la entrada de la iglesia, pero justo en ese momento, recuerdo una película que miramos hace un tiempo, en la cual, la novia iba entrando a la iglesia y se calló, se le vio todo, todo, no quiero que eso me pase.

- {Eres tan tarada que puede pasarte, sería una vergüenza total}-

No ayudes mucho.

-No me dejes caer – le susurro a mi abuelo, quien me da una sonrisa tranquilizadora.

-Es hora- murmura mi abuelo y si, llego la hora de entrar a la iglesia, llego la hora de caminar hacia el altar, para unir mi vida con la del hombre que me ha hecho feliz poco tiempo.

En este momento es donde experimento todo tipo de sensaciones, tengo nervios que haga el ridículo, tengo miedo de que algo salga mal, estoy feliz porque siento que estoy haciendo lo correcto, pero a la vez angustia por pensar demasiado si en realidad es lo mejor que pueda hacer, pero creo que ya no hay vuelta atrás, hoy me casaré, ya voy de camino al altar y solo tengo la esperanza que sea feliz, que sea feliz de una vez por todas.

La Chica De Alta Sociedad #MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora