d i e c i s i e t e

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¡Luna!—grito Miguel.Charlie sonrió bastante satisfecho al ver como le ponían sus esposas y lo echaban a la calle.—No permitas que me lleven...—las suplicas de su padre desaparecieron.Luna que no pudo reaccionar a tiempo negó como una loca desquiciada.

—Vamonos.Tengo muchas ganas de meter a esta rata entre rejas.—
sentencio con una marcada sonrisa.Matteo vio como Charlie salia por la puerta...Todo había comenzado a caer como las fichas de un domino,ya no había vuelta atrás.

—Tengo...Tengo que llamar a Simón,mi padre...no puede.—toco su cabeza desesperada.Se fue de allí en busca de su teléfono,si había algo sagrada en la vida de ella era su padre.No permitiría que nadie le tocara un pelo sin tener un muy buen castigo.

La puerta se abrió.Nina sonrió bastante al ver como Matteo se percataba de su presencia.—No sabes las ganas que tenía de verte.

—Acaban de llevarse a tu tío preso.—fruncio su expresión.Cada día le sorprendía mas ver lo poco importante que era la familia para esta chica.Lo único que le importaba era el dinero y poder,no como Luna...Ella podía parecer una persona fría,calculadora y incluso superficial pero él sabia que no.
Había descubierto en Luna esa dulzura y pasión que a cualquiera le volvía loco...Lastima que muy pronto terminaría odiándolo.

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