~016~

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HoSeok's Pov

Me desperté ese día con un fuerte dolor de cabeza que me dejaba completamente aturdido. Miré a todas partes buscando a Yoongi, pero al no encontrarle a mi lado me levanté dispuesto a ir a buscarle. Me mareé y tuve que volver a sentarme. Se me nubló la vista por unos segundos y cuando conseguí ver bien me volví a levantar. ¿Tanto había bebido yo esa noche?

Me miré al darme cuenta de que seguía vestido con la ropa del día anterior, algo que me pareció raro, pero por la idea de que Yoongi no estuviese a mi lado tenía la prioridad de salir a buscarle.

Salí al pasillo y llamé a la puerta de su habitación. No obtuve respuesta así que llamé más fuerte.

— Yoonie~, ¿puedo pasar? — seguí sin obtener respuestas. Intenté abrir la puerta pero estaba cerrada desde dentro. La preocupación me invadió y una sensación desagradable se instaló en mi estómago, subiendo hasta mi garganta. — Y-Yoongi, n-no me encuentro bien...

Dejé de golpear la puerta para salir corriendo al baño de mi habitación, arrodillarme en el suelo frente al retrete y empezar a vomitar lo poco que tenía en el estómago. Los espasmos de mi abdomen hicieron que vomitase hasta echar la bilis.

Me quedé apoyado en la taza con los brazos, los ojos cerrados y la boca abierta, respirando agitadamente por ésta. Cuando conseguí regular mi respiración me levanté, con las piernas temblorosas debido a la pérdida de fuerza, y me lavé la cara varias veces. Mirando mi reflejo en el espejo me di cuenta de que no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior.

Caminé lentamente hacia la habitación de Yoongi y volví a llamar a la puerta.

— Y-Yoonie...

— V-vete... — se escuchó una débil voz al otro lado de la puerta.

— ¿Eh? ¿Por qué? — un murmullo se escuchó, y yo, al no entenderlo, abrí la puerta. Pensaba que no iba a poder pero por lo visto no estaba bien cerrada después de todo.

Le miré, estaba acurrucado en su cama, a oscuras, dándole la espalda a la puerta.

— Te he dicho que te vayas, quiero estar sólo... — susurró, suficientemente alto como para que le escuchara.

— Y-Yoongi, ¿qué pasó anoche? Por favor, ayúdame, no me acuerdo de nada... — dije entrando a la habitación y sentándome al borde de la cama.

— Tú sabrás, ahora vete. Ya te he dicho que quiero estar sólo.

Sentí un gran nudo formarse en mi garganta.

— N-no, no lo sé. Me duele la cabeza y no recuerdo nada por más que lo intente... — cerré los ojos con fuerza al recordar el dolor y al sentir una punzada en las sienes.

Se acurrucó más en el sitio y se tapó las orejas.

— Déjame sólo, Jung HoSeok.

Decidí ignorarle porque así no llegaríamos a ninguna parte. Me tumbé a su lado apegándome a él, abrazándole por la cintura. Pero noté algo húmedo y decidí destaparle un poco para ver. Se me volvió a rebotar el estómago al ver, con la poca luz que entraba por la puerta, que era sangre.

Se apartó de mí y se volvió a tapar, soltando un quejido de dolor.

— ¡Te he dicho que me dejes, joder! — habló más alto y pude darme cuenta de que tenía la voz mal, estaba ronco y herido.

— ¿Q-quién te ha hecho eso? — dije, apretando los puños con fuerza, dispuesto a matar a cualquiera que le hubiese tocado.

— Te he dicho que me dejes, sólo haz eso...

Una serie de pensamientos inundó mi cabeza con una horrible sensación de dolor.

— P-por favor, Yoongi, dime que no he sido yo... — mordí mi labio intentando contener las lágrimas.

— No, y ahora vete, por favor. — su voz temblaba, quería llorar.

— V-vale. — dije después de pensarlo unos segundos. — Por favor, si quieres hablar avísame, necesito saber qué pasó anoche... — deposité un suave beso en su mejilla antes de levantarme, a lo que él contestó con otro quejido de dolor.

Caminé hacia la puerta, y justo antes de cerrar la puerta me giré y susurré:

— Te quiero...

Cerré la puerta y mientras me alejaba escuchaba su llanto al otro lado.

Bajé al salón, tambaleándome levemente. Intentando recordar algo de la noche anterior me tumbé en el sofá. Me daba muchísima rabia no acordarme de nada y verle así me partía el corazón. Estaba pensando seriamente el llamar a un médico, así que intenté levantarme, pero un dolor punzante en las costillas me detuvo. Levanté mi camiseta y pude observar un oscuro moretón justo donde había sentido la punzada de dolor.

¿Qué cojones había pasado?

Me levanté como pude, dejando que mis ojos se aguasen ante la idea de que estaba sangrando. Alguien le había hecho daño y se lo haría pagar. Fui a mi habitación, entré al baño y me quité la ropa. Mirándome al espejo me di cuenta de que el moretón de las costillas no era el único que tenía. Volví a tener arcadas y me arrodillé de nuevo ante el retrete, haciendo esfuerzos para vomitar pero sin hacerlo porque mi estómago estaba vacío.

Debía ir al médico, era imposible que eso fuese sólo una resaca.

Me di un baño y me vestí. Me dirigí al médico en un taxi, pues no estaba en condiciones de conducir. Al llegar me atendieron rápido, me hicieron un análisis de sangre y al rato llegaron con los resultados. El médico que me atendió me explico, mientras me inyectaba un remedio, que había tomado una sustancia alucinógena que me hacía perder la consciencia de mis actos y desmayarme, y que por eso no recordaba nada.

Volví a casa maldiciéndome a mí mismo. Si esa noche le había pasado algo y yo, estando allí, no había sido capaz de evitarlo o a lo mejor ni siquiera lo había intentado, iba a enterarme de quién fue ese malnacido que le hizo daño al amor de mi vida, buscarlo y matarlo...

Aunque fuese lo último que hiciera...








¡Hey! Aquí Esty.

Espero que os esté gustando la historia :3 siento todo el drama, pero qué sería la vida sin salseo? Algo muy soso. Pues eso, gracias por leer, comentad, votad, compartid, lo que os digo siempre :3

Enséñame a quererte... ~YoonSeok~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora