Enséñame a quererte... ~YoonSeok~

~019~

HoSeok's Pov

Me desperté poco rato después, a la hora de comer, pero no por el olor ni por el hambre. Aunque el motivo sí tenía que ver con mi estómago. Me dolía como nunca, abrí los ojos retorciéndome por el dolor de barriga. Traté de levantarme, pero me fallaron las fuerzas y caí al suelo.

— J-Jung... JungKook... — susurraba con la poca fuerza que me quedaba y con lágrimas en los ojos.

Poco después escuché unos golpes en la puerta.

— Hyung, he oído un golpe, ¿estás bien? — decía Jungkook desde el otro lado de la puerta.

Traté de contestarle, pero el dolor de estómago iba subiendo por mi garganta provocando que soltase quejidos roncos.

— Voy a entrar, Hyung. — segundos después la puerta se abrió. Alcé la vista, sin ver realmente, pues las lágrimas y el mareo dificultaban la visión hasta el punto de sólo ver manchas. — ¿Q-qué te pasa?

— M-me duele... — susurré, cerrando los ojos, mientras me tumbaba en la cama.

— Es normal que te duela, Hyung, tienes hambre... — suspiró, preocupado. Traté de contestarle algo coherente, pero sólo conseguí emitir algunos sollozos mientras me retorcía presionándome la barriga por culpa del dolor. — Se acabó, ahora mismo vamos al hospital.

Dicho esto, se puso a mi altura y me cargó en brazos. Sacó el móvil mientras yo trataba de agarrarme a él y llamó a un taxi. Mi consciencia iba decayendo, perdí la noción del tiempo, pero trataba de mantenerme despierto.

— K-Kookie... — susurré, tratando de agarrar su mano. Al darse cuenta, la suya tomó la mía rápidamente. — l-lo siento...

— No lo sientas, Hyung, no tienes la culpa se nada...

— M-me voy a morir, ¿verdad? — abrí los ojos con dificultad, y es que en ese momento me pesaban los párpados como si tuviese cinco kilos colgados de cada uno.

— ¿Eh? P-pero ¿qué dices, Hobi? — sonrió con los ojos llenos de lágrimas. — Tú no puedes morirte, eres la esperanza del grupo.

El peso de mis párpados venció mi fuerza y opté por cerrarlos del todo, aunque seguía semiconsciente.

— Y... ¿y Yoongi?

— Se pondrá bien, Hyung, le he llevado de comer antes de ir a tu cuarto... — dio un beso en mi frente y comenzó a moverse, aún sin soltarme.

Habíamos llegado al hospital, me estaban dejando en una camilla.

— Le amo... — susurré en un suspiro antes de desfallecer y desmayarme, aún sin soltar la mano de JungKookie.

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Desperté, mirando a todas partes débilmente, solamente viendo manchas de colores. Sentí rugir mis tripas y me miré. De cerca veía algo más claro; tenía una vía de suero en vena y una mascarilla de oxígeno, vestido con la típica bata de hospital, tumbado boca arriba.

Una de las manchas de colores se acercó a mí y parpadeé tratando de enfocarla.

— Parece que tienes hambre... —  Supe que era la voz de Jungkook, cómo no. Asentí, bajando la mirada. — Debes comer algo.

Miré la bandeja de comida que había encima de la mesita auxiliar junto a la camilla y vi a mi dongsaeng cogerla para, posteriormente, colocarla sobre mi regazo.