Traté de alejar esos pensamientos, al menos por ahora. Me limpié lo más que pude pero claramente mi ropa estaba arruinada y no tenía tiempo para volver al dormitorio a cambiarme. Se notaba mi suerte. Todo estaba mal, yo estaba mal y, al parecer, estaba alejando al resto de mi. Derek solo quería ayudarme pero claro, tenía que arruinarlo. ¿Algún día me levantaré y seré feliz de nuevo? Tendría que estar agradecida por la vida que tengo pero, en cambio, estoy sufriendo por un chico que no vale la pena. ¡Por dios, yo valgo más que esto!
Ahora el sentimiento se transformó de angustia y tristeza a odio puro, odio contra mi, odio contra él, odio contra el pasado que me persigue y no me deja vivir el presente. Si hay alguien que puede cambiar esto soy yo, nadie más, solo yo. Tenía que levantarme, dejar de fingir y estar bien realmente...superarlo de una vez por todas.
Entre al baño deprimida y salí mejor que nunca. Estaba dispuesta a cambiar, a seguir con mi vida y no dejar que nadie me la arruine. Me prometí a mi misma, en ese mismo baño, que no dejaría que nadie me tire de nuevo. Una promesa que estaba dispuesta a cumplirla.
Caminé hacia el edificio de al lado, me sentía bien por fin, por primera vez en mucho tiempo me sentía yo misma otra vez, nada de sonrisas falsas, nada de dolor escondido, nada de llantos, solo una sonrisa verdadera en mi cara. Al llegar a la puerta, la abrí y tuve que usar todas mis fuerzas por lo pesada que era. Cada edificio era mejor y más grande que el otro, increíble. Me estaba empezando a gustar esta nueva universidad. Me volví a perder tratando de encontrar el aula pero pude localizarla al final. Eran las 7.55 am, por suerte el profesor todavía no había llegado, para la próxima voy a tener que salir antes para encontrar mis aulas, solo hasta que me acostumbre.
El aula estaba completamente llena, a pesar de ser bastante grande. Por suerte, encontré un lugar al fondo del salón, me senté como pude y saqué mi cuaderno. Comencé a mirar a mis alrededores, había gente más grande que yo y algunos de mi edad pero, dentro de todo, no había mucha diferencia. Me quedo en shock cuando veo a Derek, sentado un poco más adelante de donde estaba yo, estaba de espaldas por lo cual no estaba muy segura de si era él hasta que se da vuelta. Yo aterrada lo primero que pude hacer es agarrar mi cuaderno y esconderme detrás de este, llamando la atención totalmente. Hasta el chico sentado a mi lado me miro con cara extraña. Por suerte, entró el profesor y todos le prestaron atención, incluso Derek que parecía bastante distraído.
La clase se pasó volando, y en cuanto me di cuenta ya había terminado. Todos se estaban levantando de sus respectivos lugares y dirigiéndose hacia la salida, yo, en cambio, me quedé allí sentada esperando a que todos se vayan. Cuando el aula estaba vacía, me levanté y comencé a caminar hacia la puerta, al cruzarla lo vi a Derek hablando con otro chico, parecían amigos ambos riéndose y compartiendo chistes. Lo primero que hice fue irme para atrás y ocultarme detrás de la pared del salón, ninguno de ellos se percato de mi presencia, lo que era un alivio. No entiendo por qué actúo así, debería disculparme con él por lo mal que lo trate repetidas veces. Me decido por salir de mi escondite y apenas doy un paso Derek se da cuenta de que yo estoy ahí parada mirándolo. Me pongo super nerviosa pero intento disimularlo, por lo que le sonrío. Él se despide de su amigo y se me queda mirando, luego se da media vuelta y se va de aquel lugar. Yo, sin entender nada, lo sigo, necesitaba hablar con él, seguro estaba enojado conmigo. Literalmente fui corriendo a buscarlo, casi me caigo por las escaleras pero tratando de equilibrar mi paso, lo alcanzo, le agarro el brazo y lo giro para que me mire.
-¿Qué queres?-su respuesta es fría, distante. Se suelta al minuto de mi agarre y mira para otro lado. ¿Por qué estaba tan enojado conmigo? Después de todo, no somos nada...ni siquiera tuvimos una conversación seria. Tratando de juntar las palabras en mi cabeza para poder decirlas, sentía su mirada insistente sobre mi, eso no ayudaba en nada.
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La Tentación
Teen FictionAshley Gray nunca imaginó que su perfecto novio la engañaría, ni tampoco que se cruzaría con Sawyer Miller, un chico engreído y malhumorado. Desde el principio los dos se odian, pero de a poco se dan cuenta que tienen más cosas en común de las que h...