II

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Los padres de ___ llegaron no mucho tiempo después, con un pastel de un sabor que ella no quería, poniendo la música que ella no quería e invitando a personas que no quería.

Sonreía falsamente y se comportaba cortante con los invitados, hasta cierto grado grosera, estaba cansada de lo mismo.

-___- gritó su papá y le hizo un gesto indicándole que lo siguiera, ella lo hizo, llegó hasta la cocina con él, sabía exactamente lo que su padre diría- Si te sigues comportando de esa manera, entiéndelo, me importa poco que ya seas un adulto, me las vas a pagar. ¿Me oíste?- La chica asintió de mala gana, y se fue a su habitación, sabía que eso enfurecería a todos, pero la depresión se había apoderado de ella una vez más.

Tras unas horas de ausencia, el padre de ___ se cansó, y fue a su habitación; ella estaba recostada sobre su cama, de cabeza, estaba viendo de nuevo la tarjeta que había recibido, o mejor dicho había aparecido de la nada en su habitación. Su padre había entrado con demasiado mal humor, sin embargo, ella percibió el repentino cambio en su expresión cuando vio la tarjeta en sus manos.

-¿Qué es eso?- preguntó el hombre nervioso

-Una tarjeta de felicitación

-¿De quién?- la chica se encogió de hombros- Déjame verla

La chica negó- No, es mía.

-Necesito ver que dice- pero ella no estaba dispuesta a dársela, no obstante, su padre, la cogió por la fuerza y tomó la tarjeta, al verla empalideció y la dejó caer al piso, mientras daba la vuelta y se marchaba de la habitación apresurado, la chica recogió al tarjeta una vez más, era curioso cómo un mensaje tan insignificante para ella le había causado tal impresión a su padre, quién ella consideraba tenía nervios de acero.

Tal vez conocía al remitente, ¿Y si era peligroso? Por supuesto que no, qué tontería. ¿A quién temería tanto su padre? Eso era imposible.

____ volvió a recostarse con la tarjeta sobre su regazo hasta que se quedó dormida, pudo notar como todos los sonidos provenientes del exterior se esfumaban hasta quedar en total silencio, no despertó sino hasta la mañana siguiente.

Al despertar no vio a su padre, su madre se veía preocupada.

-¿Y papá?- interrogó la chica

-Salió de viaje ayer por la noche

-¿Por la noche?- murmuró, recordó la aversión de su padre a los viajes nocturnos, odiaba tener que dormir durante los vuelos, e incluso en caminos por carretera.- ¿A dónde fue?

Su madre no respondió pero expresó corporalmente que no estaba enterada, al parecer su padre había salido muy deprisa como para decírselo.

____ se fue sola a la escuela esa mañana, caminó el par de cuadras que separaban a la base del transporte de la escuela, en completa oscuridad, al parecer la paranoia se había apoderado de ella porque de pronto sentía que alguien la seguía, pero tras dar la vuelta, no había nadie, lo mejor que pudo hace fue echarse a correr hasta la entrada del colegio, jamás estuvo tan feliz de haber llegado a la escuela en toda su vida.

Todo el día se sintió vigilada, aunque sabía que eso era imposible, estaba completamente convencida de que era la impresión que había sufrido por todo aquello ocurrido en su cumpleaños; convertirse en adulto, las discusiones, la tarjeta...

-_____- llamó su amiga por tercera ocasión, está vez aumentó el volumen de su voz para atraer la atención de ____- ¿estás bien? Te noto más distraída de lo normal.

La chica mintió, se excusó diciendo estar cansada por la fiesta familiar que había tenido la noche anterior. El resto día transcurrió con total normalidad, casi había logrado olvidarse del asunto. Al llegar a casa no había noticias de su padre y su madre expiraba ansiedad, ella evitó comunicación con ella y se dirigió a su habitación para hacer las tareas que debía terminar para el día siguiente.

Se sentó en la silla frente a su escritorio, abrió la ventana y encendió su laptop. Tardó un segundo en decidir si debería hacer la tarea primero o revisar que había pasado en el mundo virtual después de poco más de doce horas de ausencia.

Logró reprimir sus deseos de entrar a las redes sociales, debía terminar antes, no era la primera vez que dejaba todo para el último instante y al final solo sufría a causa de las prisas.

Comenzó con los problemas de probabilidad y estadística, "de una caja que contenía 10 tarjetas de colores 3 amarillas y 7 rosas sacar una, que se metería en una segunda caja con 3 tarjetas verdes y dos rosas, ¿cuál era la probabilidad de obtener una tarjeta rosa?" La chica pensó en el problema, hasta que este le trajo a la mente un recuerdo,- Qué coincidencia- susurró en medio de una sonrisa para sí, se levantó de su asiento y fue a buscar la tarjeta del día anterior. La miró una vez más, la abrió y volvió a mirar la extraña firma, separó su vista un momento, volvió a la copia fotostática de los problemas, en la parte inferior, de un tamaño muy pequeño había una marca, ¿acaso era la misma firma? Ahora que lo veía a la luz del día no parecía ser una "H" como había supuesto en un inicio, tenía más forma de ser una "M", ¿quién era? Y ¿era en verdad el mismo matemático autor del problema? Un escalofrío le recorrió el cuerpo, el asunto comenzaba a intrigarle más de lo que debería.


Nota: Más adelante habrá algunos diálogos en inglés, quieren que los traduzca al español delante del texto en inglés, por ejemplo: 

- I owe you a fall (Te debo una caída)

¿O entienden bien el inglés? Comenten y gracias por leer. 

Honey, I O UWhere stories live. Discover now