Honey, I O U

XVIII

T/N corrió lo más aprisa que pudo sosteniendo la pequeña valija que llevaba consigo, esquivando a las masas que se movían en todas direcciones y se arremolinaban a su alrededor, mientras a sus oídos llegaba un murmullo ensordecedor y sin sentido porque los idiomas de los hablantes se congeniaban y mezclaban formando palabras incoherentes que eran incomprensibles ante los oídos de cualquiera, y estresantes si ese cualquiera estaba tomando una decisión difícil que podía cambiar toda su existencia, que dudaba de si era la decisión adecuada. Su corazón latía con fuerza, mucho más de la que era considerada normal y su respiración comenzaba a raspar su garganta, al fin se detuvo al encontrar un letrero cuyas letras resplandecían y marcaban British Airways. 

- ¿Pase de abordar?- la mujer tras el mostrador pidió, apenas había tenido tiempo de imprimirlo, la chica se lo pasó. El asiento estaba ya elegido, y solo era cosa de que su pequeña maleta fuera documentada, el avión saldría en un par de horas, las cuales pasaron muy rápido una vez que estuvo en la sala de espera, ya que apenas había dejado a los guardias de seguridad, una mano se levantó entre la multitud y la saludó, mientras la otra mano del propietario bajaba sus lentes oscuros, a pesar de que la única luz de ese lugar provenía de fuentes artificiales. 

-Hey, darling. It was a joke, you know... about you thinking about it- el sonrió, mientras le extendía la mano para que se sentara a su lado. 

La chica apenas sonrió, no podía atinar a interpretar adecuadamente lo que sucedía a su alrededor y cualquier comentario con un simple toque mordaz podía ser tomado como un comentario cruel, lo que la hacía sentir mucho más miserable. 

-...but I'm glad you're here with me- Jim tomó su mano entre las suyas, había visto que la chica no estaba de humor para sus bromas y sabía que debía comportarse a la altura, no toda la vida podía seguir comportándose como un niño... 

La chica asintió y una vez que todos los pasajeros fueron llamados para abordar, caminó junto a él de la mano y al tomar asiento juntos, ella dejó que él se hiciera cargo de consolarla cuando atrajo su cabeza sobre su pecho y acarició su cabello, mientras ella le tomaba la palabra y dormía sobre él durante el viaje. 

-

Las posibilidades de que todo aquello ocurriera eran mínimas, casi imposibles, no creía que dos eventos tan grandes e improbables como aquellos se cruzaran en su camino al mismo tiempo y por ello el shock tan grande que la había sacudido. Su padre estaba perdido en Inglaterra y a pesar de que su madre estaba destrozada, por alguna razón que no pudo averiguar estaba resignada a aquello, a evitar su búsqueda, a ponerse en contacto con alguien. Si estaba perdido, pero no secuestrado ni herido (al menos no tenían conocimiento de que algo así hubiera ocurrido), ¿por qué su madre se rehusaba tanto a ir en su búsqueda? ¿A acudir con alguien, a llamar a la policía, a hacer siquiera una búsqueda por internet? ¿Y por qué no le hablaba? ¿Por qué después de haber dicho eso había tomado las llaves del auto y se había marchado sin decir nada, solo después de que su hija sugiriera un método para encontrarlo? 

La chica no tuvo demasiadas opciones, había tomado su celular y escrito las palabras, estaba furiosa y claramente no pensaba con claridad. Jim de inmediato, como siempre había respondido a su mensaje y dado instrucciones, él pagaría el boleto, así que ella no debía preocuparse por nada más que encontrar a su padre. 

-

Ella había estado una vez ahí, peor el frío jamás se había sentido tan intenso, sus manos estaban heladas y ciertamente la del hombre que envolvía la suya no era de ayuda, era tan fría como la de un cadáver. Jim no quiso saber nada sobre dejarla en un hotel porque su departamento estaba ahí en Londres y clamaba que era lo suficientemente grande para que ambos tuvieran su espacio. Ella no tenía demasiadas opciones y asintió, se alegró al ver que él no le mentía y que la habitación que ahora ella ocuparía era amplia y alejada de la de él, y contaba con un baño propio así que no habría problema al cruzarse con él.

Era de noche cuando llegaron, así que ella dormiría por ahora. 

Jim dijo que haría lo mismo, pero en cuanto calculó que ella dormía con profundidad, él abandonó el departamento, había cosas que debía hacer. 

Nota:

¿Alguien estaría dispuesta a leer un Sherlock y tú? Ayer tuve un sueño y bueno... ¿qué opinan?