―¿Trabajaras hoy? ―pregunto el mayor de los dos secándose el cabello con la toalla, estaba recién alistado como prometió dejaría a Jinyoung en casa antes de ir a comprar un poco de comida para Youngjae y él.
El reloj marco las dos de la tarde justo cuando la puerta principal se abrió de golpe dejando de ver una figura delgaducha con pasos torpes y cabellera castaño claro, su nariz nada agraciada y su mochila colgando del hombro pero eso no fue lo que le llamo la atención, sabía que la siguiente figura que entraría sería aquel pelinegro que no le daba ni una pizca de confianza pero debió aguantar en su casa por un largo tiempo.
Jinyoung miró fijamente a su mejor amigo entrar sonriente con su pareja, siempre considero al ojihalcon una persona demasiado reservada con esa pizca de chico que no le interesa nada pero era la persona más amable de la tierra así que no veía el problema de que estuviera enamorado de aquella sonrisa andante, dos polos completamente opuestos, cuando se tornó a mirar a Mark descubrió que ellos tenían el mismo caso. Sonrió para sus adentros.
―No los esperamos en casa. ―la sonrisa de Youngjae podía delatar aquella complicidad que tuvo con el mayor, se inclinó por respeto y corrió al costado de Mark para saludar a Jinyoung y pronto a su compañero con un abrazo entusiasta.
Jaebum clavo inmediatamente la mirada en aquellos dos, demonios, debió sentir una patada en el culo porque eso le estaba sacando de sus casillas suficiente era con pensar que estaban viviendo juntos, ahora que su novio tuviera esas muestras de afecto a un chico tan... prepotente le hacía querer llevárselo consigo.
Aunque Jinyoung... fue distinto. Dio un paso a su costado notando como era que los brazos de Youngjae rodeaban firmemente el cuerpo del blanquecino quien mostraba una sonrisa elegante y despeinaba al "Sol". Una punzada creció por su pecho y detuvo su corazón, un amarre de tripas y pronto sintió un torzón que le enchueco la corta sonrisa que tuvo al ver al animado castaño quien vivía con su novio, ¿tan afectivos eran? ¿qué era lo que sentía? ¿qué demonios pasaba? Se le acelero el corazón y solo tuvo la paciencia para desviar la mirada hacia su mejor amigo quien veía incrédulo la puerta.
―Hijo.
Dejo a todos absortos, se unieron dos figuras más a la reunión con un carisma increíble, no eran muy altos y tampoco muy mayores pero a juzgar por su apariencia parecían ser esas dos personas que estaban en un retrato en el pasillo a las habitaciones y en el buro de Mark. Sus voces sonaban cargadas de armonía y felicidad, al igual que sus rostros, no fueron impropios y se inclinaron por respeto a los invitados sin embargo se sintió la tensión de inmediato.
Hubo una separación repentina para los dos que estaban unidos, Mark no esperaba a sus padres, no esa tarde, habían acordado que llegarían a las nueve y que él los iría a recoger junto con Youngjae de quien hablaba muy bien.
Fueron sentimientos encontrados los que tuvo el dueño de la casa al ver a sus progenitores después de un tiempo en casa, dios santo, no pudo evitar sentirse el niño pequeño de siempre y unirse a ellos con un abrazo cariñoso que removió los sentimientos de todos, Jinyoung sonrió tapando su boca solo un poco notando la felicidad brotar por todos lados, ese lado de Mark no lo conocía del todo y aunque sus charlas últimamente eran tan profundas no creyó que el cariño que expresaba con palabras fuera mayor en acciones.
―¡Ya tienes nuevos amigos! Oh dios, me alegra cariño. ―la mujer pellizco la mejilla de su hijo mientras que miraba por encima de su hombro a las personas.
―Ese debe ser tu novio, Youngjae. ―Animado el padre se acerco al chico de estatura baja a quien pertenecía el nombre que pronuncio. Estaba estupefacto.
Todo se volvió silencioso e incomodo. Una oleada de calor corrió por los dos chicos que sobraban en la conversación. ¿Qué acababa de escuchar? Jinyoung se paralizo en pleno camino hacia su mejor amigo quien se encontraba ardiendo en coraje por semejante comentario pero el no supo como sentirse fue peor que cuando los vio saludarse tan eufóricamente, un amargo sabor corrió por su boca y un calor impredecible (nada sexoso) le lleno inmediatamente, como si un rayo le hubiera caído encima. Vio el rostro de Mark rojizo y fue peor cuando no menciono nada para negarlo. ¿Acaso ese era un puto juego? Porque él no estaba seguro de si quería seguirlo. Cruzo sus brazos por encima de su pecho pero no pudo encarar al mayor quien veía a su madre quien no se callaba.
―¡Mamá! ... ¡Mamá!...
Cuando alzo la mirada, Mark se topo con un vacío en el chico de los moretones quien se limitaba a endurecer su mandíbula ¿estaba celoso? Fue lo único que paso por su cabeza antes de volver con su madre.
―No... no... ¡no! El no es mi novio, Youngjae tiene a su novio... ―lo señalo con la mirada, el ojihalcon intento cambiar su rostro pero solo se limito a inclinarse.
Jinyoung apretó los puños esperando ser presentado pero solo escucho "Él es Jinyoung" y fueron un par de miradas cómplices de la madre y el hijo, ¿por qué sintió decepcionado? ¿por qué sintió como si estuviera sobrando ahí? ¿qué hacían Youngjae y Mark para que su padre pensara eso?
Fue algo incomodo, solo duro diez minutos cuando los cuatro chicos estuvieron fuera de casa pero todo era distinto, Mark intento acercarse a Jinyoung quien se limitaba a esbozar pequeñas sonrisas pero no compartían miradas. Jaebum esperaba ansioso para poder irse con su amigo puesto que su novio y él ya habían pasado suficiente tiempo juntos.
―Nos vamos. ―se limito a decir el chico de moretes antes de dar un paso hacia adelante, Mark tomo de su muñeca con cuidado deteniéndolo, así se miraron solo unos segundos.
―¿No habrá un beso de despedida?
No supo como responder a eso, ¿debió decir que sí? ¿debió decir que no? El chico estaba confundido, no entendía que eran y tampoco entendía cual fue la razón por la cual no dijo nada el mayor pero debió respetar su decisión, se perdió en lo avellana de esos ojos quien lo termino arrastrando al interior de la casa con gritos que le hicieron salir de sus pensamientos. Terminaron plantados frente al señor y señora Tuan quienes los inspeccionaron detenidamente. Sintió como los dedos de aquel chico se abrían paso por los suyos terminando con las manos unidas.
Le latió rápido el pecho y el mismo sentimiento hubo para Mark.
Dos minutos fueron los suficientes para sumirse en sus nervios y comenzar a negar, ¿qué estaban haciendo?
―¡Mamá! ¡Papá! Mi novio... Park Jinyoung.
Se le acelero el pulso al menor al escuchar aquello y se quedo inmóvil. ¿Acababa de ser presentado? Sí... aquello... iba serio.
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Bueno... es raro estar en este momento escribiendo esto después de tantos capítulos publicados pero todo tiene una razón. La novela dará pronto su fin, tal vez... y realmente estamos muy alegres, esto se proyecto como algo "pasajero" y de verano, lo hemos terminado mi compañera y yo hace más de dos semanas tal vez pero por azares del destino (realmente la memoria mía, jaja) eh olvidado actualizarla. Así que pido una disculpa si alguna vez deseaste que no tardara mucho, ya actualizaré seguido. ¡Gracias! por ser parte de la lectura incluso sin votar, espero que la estén disfrutando y que simplemente sea agradable el leerla.
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The restaurant guy.
Подростковая литератураMe da igual. Que estés presente o ausente. Te necesito. Sólo te amo.