Viktor se encontraba nervioso, hoy por fin podría volver a ver a su preciado cisne japonés.
-Makkachin, ¿Qué tipo de ropa tendría que llevar para ver a Yuuri? ¿Formal, informal, todo negro o blanco, con muchas joyas o pocas? ¡Makkachin no se que hacer! - exclamó exhausto entre montañas de ropa. - ¡Ya se! Iré arreglado, como un príncipe, ¿No es perfecto Makkachin?-término de decir mientras lanzaba la ropa por todos lados intentando buscar sus prendas.
-¡Viktor, antes de arreglarte para hoy, ven un momento! - exclamó Otabek.
-¡Ahora voy! Vamos Makkachin.- susurró acariciando su esponjoso pelaje.
Tras bajar al primer piso el albino se encontró a su sirviente sentado en una de las sillas del comedor, con una sonrisa boba en forma de corazón se sentó delante de él, el menor se levantó de su lugar y se fue a otra sala consiguiendo que el mayor se le borrará su sonrisa y se quedará preguntado que había pasado.
Minutos después volvió a aparecer con la cena, la sonrisa boba volvió a aparecer.
-No puedes ir a ver a tu cisne sin antes comer, no sería nada bonito que tu estómago pida comida cuando estés delante de él- comentó entregándole el plato observando como sus ojos brillaban - cabe avisar que mientras tu estés con el chico yo estaré en el centro comprando comida, he observado que queda poca - término de decir mientras empezaba a comer.
-Lo tomaré en cuenta Otabek, me siento nervioso, pero ya estoy listo solo me falta la ropa que llevaré, es tan complicado elegir alguna. - explicó con cierta dificultad ya que tenía restos de comida en la boca.
-Elegante y que sea de color negro, así podrás resaltar tu piel y tu cabello. - afirmó terminando su plato, yo que tu iría rápido antes de que se vaya.
De manera exagerada Viktor salió corriendo hacia su habitación, había visto diversas piezas de color negro, le había gustado la idea de su amigo.
-Ya estoy listo. - susurró mirándose al espejo. El ruso llevaba un traje de color negro con detalles dorados.
Tras terminar de vestirse y arreglarse el cabello salió de la casa, sin antes despedirse de sus compañeros.
Cada vez que se acercaba al preciado lago podía escuchar una música con aires de sensualidad. Al llegar su corazón se paro de golpe, su cisne se encontraba bailando de forma simple pero al mismo tiempo erótica, el ambiente hacia que todo el baile lo fuera más, diversos animales que se encontraban en los puntos más altos de los árboles iban lanzando pétalos de rosas.
-Amazing - susurró al terminar tal glorioso baile.
El ruso no espero dos veces y empezó a aplaudir y a silbar llamando la atención del bailarín.
-¡Viktor! - exclamó al verle mientras se acercaba a el - ¿Como has llegado hasta aquí? ¿Has... Has venido a verme? - preguntó mientras rodeaba con sus brazos el cuerpo del mayor.
-Si Yuuri, vine a verte, quiero estar a tu lado el resto de mi vida. - afirmó correspondiendo el abrazo.
-Sabes como... Me llamo... -
-Si, el día siguiente de verte fui a la biblioteca del reino y busque tu nombre en el, prácticamente se lo básico de ti. Llevas tiempo aquí atrapado, tu familia esta desesperada.-
-Viktor... Olvidemos eso ahora. ¿Permites que este cisne le robe un baile en el lago?- expuso alejándose un poco de el mostrándole con más claridad su traje de color blanco con toques dorados y al rededor de su cabeza una cinta de plumas blancas.
(Ignoren la ropa de Viktor en esta imagen)
Sin esperar agarró la mano del japonés y la beso, un casto beso en sus nudillos. Se adentraron al lago, el albino estaba impactado, estaba pasando por encima de un lago sin caerse dentro de él.
Una distinta música empezó a escucharse, la pareja estaba otorgándose en cuerpo y alma a la canción, estaban echos el uno para el otro clavando a la perfección diversos pasos tanto juntos o separados, al estar unidos se daban diversas caricias y cumplidos.
Al terminar el baile se encontraba abrazados, Viktor tenía tenía sus dos brazos en las caderas de Yuuri y Yuuri tenía una mano en la cabeza y otra en el hombro izquierdo de Viktor, sus narices se rozaban sus respiraciones iban al mismo compás.
-Hanarezu ni soba ni ite- susurró al mismo tiempo que le daba un simple beso el los labios.
Tras terminar el beso el japonés se transformó y salió volando dejando caer diversas plumas blancas, el ojiazul es encontraba parado observando la luna que estuvo todo el tiempo de espectador, sus dedos tocaban la zona donde hace unos momentos estaban los labios de su ángel. Una sonrisa radiante apareció en sus finos labios.
Con cierta alegría se dirigió a su hogar del bosque, al abrir la puerta se quedó observando a un joven intruso de mirada penetrante.
-¿Quién... Quién eres... Tú? - preguntó asustado.
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Nuevo capítulo!
Espero que les este gustando la historia.
¿Quién será el nuevo integrante en la casa del bosque?
En parte me gustó mucho escribir este capítulo, el encuentro luego de muchos días lo quise hacer especial.
Bueno eso es todo.
Bye Bye
NN95
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El lago de los cisnes [AU Yuri!!on ice] (viktuuri)
Fiksi PenggemarViktor nikiforov tras celebrar su vigésimo octavo cumpleaños con la plebe se encuentra al ser más hermoso que ha visto bailando en el lago, tan perdido estaba entre su belleza que para estar a su lado hará locuras inimaginables. Esta historia está p...