Capítulo 1.
El sol entra por mi habitación e ilumina todo mi alrededor, la luz me encandila pero con pereza y tras largos bostezos logro abrir los ojos, 6:40 de la mañana, hora de la misma estúpida rutina, tomar una ducha, vestirme algo holgada como siempre unos jeans, una básica y un gran buzo que escondiera mis brazos, como calzados unas zapatillas.
Baje las escaleras para poder encontrarme con mis padres. Mi madre o Isabel, una mujer muy amorosa y dedicada, lucía una pollera y una camisa blanca, unos tacos de 5 cm. Mi padre o Nicholas, un hombre que da todo por su trabajo, da todo con tal de ser el mejor, pero la familia es lo primero, como vestimenta un traje negro, camisa blanca y corbata azul.
El trato familiar no era el mejor tampoco el peor, la regla era "Estudia y logra tus metas, mientras cumplas ese regla lograras todo lo que quieras", pero hay un problema lo único que quería era no existir...
-Buenos días - con una sonrisa fingida salude.
-Hola hija - saludo mi padre.
-Amor tu desayuno está listo - puso un plato con tostada y un vaso de jugo enfrente de mí.
-Gracias -sonreí y comencé a desayunar.
Al terminar me despedí y fui directo al colegio, perfecto llego la hora de las burlas, me insultan, me critican y hasta me lanzan objetos en la cabeza... tengo pensado utilizar un casco y quizás una masacra...
-¿No sabes vestirte o qué? Ese atuendo es horrible...- Hablo Lisa, es la típica chica que se cree bella y que sale con el más guapo de todo el instituto "Rob".
-Mejor quema tu ropa y cómprate algo más humano - y con ese comentario Lucy causo las risas de todos los del grupo de los populares -Ah espera no lo eres nerd! - más risa...
¿Qué que hice?, nada simplemente los ignore, supongo que es la mejor arma que tengo, no lo sé, lo único de lo que estoy consiente es que aquí nadie me aprecia, excepto Camille, rubia de ojos verdes azulados, no muy alta ni muy flaca... cualquiera desearía tenerla como novia, pero según ella, los muchachos no son la gran cosa, que solo les interesa en el cuerpo no en los sentimientos. En eso coincido con ella, aunque ella está segura de que le verdadero amor vendrá cuando menos te lo esperas, que siempre hay un hombre para una mujer.
Yo pienso que eso es pura mentira, que no es necesario tener al amor de tu vida para ser feliz, con tal de tenerte a ti misma basta, pero ese pensamiento positivo se esfuma cuando personas hipócritas destruyen tu adolescencia deprimiéndote a tal grado de desear la muerte.