Capítulo 8:
-Amor, mañana es el baile que organizo el colegio… ¿te gustaría que fuéramos juntos?
-Contigo iría a cualquier lugar – sonrió – pero no puedo ir – frunció el ceño – sabes que en el colegio todos me odian, tengo miedo de que todos se burlen de mí, de lo que hago, de lo que lleve puesto, de lo que soy…
-No tienes por qué preocuparte de eso, estarás con migo y yo te protegeré – me abrazo y luego beso mi frente en signo de protección.
-No lo sé…
-No creo que este bien que tú no vayas a un lugar solo porque idiotas no sepan respetarte como yo lo hago y como debería ser – sonreí.
-Está bien me convenciste – Liam sonrió ampliamente dejando me ver su hermosa sonrisa.
-Te paso a buscar a las 20:30.
-Bueno estaré lista entonces – beso mis labios y lego se fue cerrando la puerta de mi habitación tras de sí.
Sábado, día del baile. Eran las 17:30 desidia ir a tomar una ducha antes de buscar que me pondría en la noche.
Entre al baño de mi habitación, me desvestí y entre a la ducha, gire el grifo haciendo que la lluvia artificial callera por mi cuerpo. Fue una ducha relajante y reconfortadora.
Salí del baño envuelta con una toalla, puse otra sobre mi cabello y busque mi ropa interior. Me adentre al armario buscando algún vestido, jamás los usaba solo lo hacía en eventos importante y este era uno de ellos. Encontré un hermoso vestido negro que dejaba al descubierto mi espalda y era de unos tres dedos sobre la rodilla, era un poco apedado en la parte del pecho y el resto caía suelto por mi cuerpo.
Ya vestida me posicione frente al espejo y solté mi cabello, este todavía seguía húmedo, decidí secarlo y con ayuda de un peine hice que se formaran ondas en mi cabello, luego me maquille, nunca lo hacía… pero hoy era una excepción, me aplique un poco de base, delinee mis ojos y pinte mis labios de un rosa pálido, para terminar me puse unos pendientes y una gargantilla que hacían juego.
El reloj marcaba las 20:15, Liam no tardaría en venir, decidí llevarme un bolso donde estaría mi celular y alguna que otras cosas de mujeres, me puse perfume y mis zapatos de tacón. Una vez lista baje las escaleras y entre al living donde se encontraban mis padres.
-Pero que hermosa te ves- dijo mi padre dándome un beso en la frente.
-Donde iras tan arreglada ______ – pregunto mi madre.
-Iré al baile que organizo el colegio con Liam, el no tarda en venir - dije con una amplia sonrisa.
El timbre se escuchó y mi padre fue a abrir. Liam vestía un hermoso traje negro con una camisa blanca, una corbata y con su saco puesto, quizás estábamos muy arreglados, pero nunca te dan la opción de ir al último baile que organiza tu colegio.
-Te... ves…- tartamudeo, yo solo sonreí y bese sus labios en forma de saludo – maravillosamente hermosa – se acercó y nuevamente unimos nuestros labios con mucha ternura.
-Gracias… veo que tú no te quedas a tras – sonrió.
-¿Estas lista?- dijo ofreciéndome su brazo, asentí.
Nos subimos en su auto y a los minutos nos encontramos frente a la puerta del colegio. Entramos y note como todos me miraban, Liam apretó mi mano en signo de confianza.
Muchas me observaban, todas las miradas se clavaban en mí, sentí que me desmayaría, mis piernas temblaban, no sabía qué hacer, pero de repente todas esas miradas serias que miraban cada paso que daba, se tornaron a una sonrisa, pero no una maléfica ni amenazadora, si no de confianza. Sentí como la mano de Liam se posaba sobre mi cintura le sonreí y camine decidida, algunos me saludaban y otros no podían creer que yo me presentara de esa forma.
-¡Esta noche es nuestra! – Liam seguía dándome ánimos – no importa nadie, hoy solo tú y yo.