Capítulo 2: Mañanas

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*- ¿Cerveza?*
*  - Vodka.*
* - Como desees.*

       Esas son las últimas palabras que recordaba de aquella noche. Algunos flashes de imagenes repentinas aparecían y desaparecían, se desvanecian en mi mente.
      
       Observé a Min Yoongi a mi lado, aún dormido. No recordaba haber tenido sexo con él, y esperaba sinceramente no haberlo hecho, porque es muy apuesto y me daría pena no recordar tal escena.
      
       Me acomodé en la cama con cuidado para poder seguir durmiendo, ya que según mi reloj, apenas eran las 6 am. Seguí observando la pared manchada de humedad, debería pintarla. De rosa, de verde claro, celeste...
  - Buenos días.- Escuché su voz entredormida cerca de mi nuca. Me giré para observarlo bien. Tenía los ojos casi cerrados, su mirada clavada en la mía. El pelo estaba despeinado hacia todas las direcciones. Me regaló una simple sonrisa.
  - Buenos días, Min Yoongi.
  - Ah... así que me recuerdas.- Afirmó sonriente.
  - Algo así.- Aclaré dubitatibamente. Me miró a los ojos, y lanzó una pequeña risa nerviosa.
  - No.
  - ¿No qué?- Cuestioné.
  - No hemos hecho nada sexual anoche.- Aclaró sonriente.
  - No he preguntado...
  - Deberías saberlo.- Afirmó.
 
      Me detuve a observarlo bien mientras se sentaba en el respaldo de la cama. Estaba un poco sudado. Observó mi habitación vacía.
  - ¿Vives solo?
  - Sí.
  - ¿Y tu familia?- Cerré los ojos, frustrado. Odiaba tener este tipo de converzación, cada vez que conozco a alquien nuevo...
  - No tengo.- Afirmé, tratando de hablar lo menos posible.
  - Eso no es posible.- Dijo sonriente. - De algún lado salen los bebés.- Ignoré la pequeña risa que surgió de mi interior, la frustración era más notable.
  - Me refiero a que no sé en donde están.- Aclaré fastidiado.
  - ¿Desde cuándo?
  - ¿Importa eso? No están, simplemente no están.- Yoongi pareció entender que no era bueno hablar de eso, así que volvió a mirar las paredes vacías.- ¿Qué haces aquí si no hicimos nada?- Interrogué mientras me acomodaba en las sábanas. Me miró seriamente, como si no supiera por donde empezar.
  - En la fiesta de Jin te hablé. Tomamos algunas cervezas, Vodka, Tequila...
  - Wow.
  - Comenzaste a emborracharte y no podías volver solo a casa en ese estado. Así que decidí traerte a tu casa en mi coche.
  - ¿Tienes coche?- pregunté asombrado.
  - Tengo un pedazo de chapa oxidada con ruedas, pero sirve.- Ambos reímos.- Continuando con la historia... estuve más de media hora dando vueltas por tu barrio intentando que me digas cuál de todas era tu calle, y más de diez minutos para que me digas cuál era tu casa.
  - ¿Tan borracho estaba?
  - Sí. Te acosté en tu cama y te dejé mi número sobre la mesa de luz para marcharme, pero me tomaste del brazo y me pediste que no me vaya.- Recordaba eso, recordaba tomarlo de la muñeca y luego dormirme.
  - ¿Te pedí...?
  - Dijiste que estabas solo y que ya no querías estarlo. Me sentí horrible al pensar en irme, así que me quedé.- Me miró con un gesto humilde, sonreí.
  - Bueno, gracias por eso.
  - No hay porqué.
  - Gracias por no aprovecharte de mí tampoco.- Me lanzó una mirada de desagrado.
  - No agradezcas eso, es como agradecer que te digan "hola". Nadie debe aprovecharse de ti.
  - Ya lo han hecho.
  - ¿También estabas borracho...?
  - ¡No! Me refiero a otros aspectos de la vida, no en el sexo especificamente, no...
  - Perdona.- Por primera vez en la mañana me reí con fuerza, Yoongi me imitó.
  - Esta ha sido una mañana muy extraña.- Comentó.- No suelo pasar bien las mañanas, pero me has puesto de buen humor.- Me alegré al escuchar tal cosa, hace mucho tiempo no tenía a nadie con quién pasar las mañanas y las madrugadas, era una pena que Yoongi fuera un chico de una noche.
  - Lo mismo digo. ¿Café?- ofrecí sonriente.
  - La mañana se pone aún mejor.
 
       Comencé a preparar el café, y Yoongi se limitó a observarme. No sabía que hacer en esta situación, nunca estuve con alguien de esta forma, y no sabía como manejarlo. ¿Después del café se irá? ¿lo volveré a ver? Me interesaba volverlo a ver.

       Ningún chico jamás había pasado la mañana conmigo. A mí tampoco se me hubiera ocurrido hacerlo.

  - Te queda tan bien el pelo rosado que no puedo imaginarte con otro color.- Comentó Yoongi tomando la bandeja del desayuno y llevandola hacia la cama.
  - Oh, gracias...- Ambos nos recostamos nuevamente y comenzamos a desayunar.

       Hablamos de fútbol, música, y demás. Resulta que él toca el piano y ama rapear, se la pasa durmiendo y trabaja en un salón de cumpleaños para niños, porque además de ser un "borde, antisocial, complicado, dolor de trasero" (con sus palabras) le gustan los niños (tiene un límite) y los cachorritos, y es su gran secreto.

       Parecía ocultarme cosas acerca de su familia, ya que cuando le pregunté sobre ella me comentó que no tenía mucho que decir.

       Al llegar el mediodía, Yoongi se levantó de la cama y se puso la campera.
  - Creo que debería irme, no quiero ocuparte la casa todo el día.- Dijo deslizando el cierre de su campera, y guardando su móvil en ella. Lo miré con cierta descepción, no estaba seguro de querer que se vaya.
  - Oh, está bien... no me molestas de todas formas.- Aclaré mientras me levantava a buscar las llaves.
  - Necesitas una ducha, e igual yo.- Afirmó sonriente.- Ten.- Me alcanzó un papelito con un número de teléfono escrito en él.- Llamame... si... si quieres.- Me resultó raro que dudara, no parecía estar seguro de que yo quiera volver a llamarlo, pero... era obvio que lo haría.
  - Te llamaré.
       Le abrí la puerta y lo despedí con un simple beso en la mejilla.

Butterfly~ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora