Un Lobo De Dos Caras // Sterek

dos semanas.

Han pasado dos semanas.

Dos semanas desde que Derek desapareció del hospital sin dejar rastro.

Nadie sabe qué ha pasado, creen que se fue él por su propia cuenta. Mi padre dice que es imposible que se lo llevara alguien porque nadie vio entrar a ninguna persona en la habitación. Pero tampoco vio nadie a Derek salir de allí, solo o acompañado.

Se lo han llevado. Solo espero que esté bien.

Los únicos que hacemos algo somos Scott, Isaac, Lydia, Malia y yo. Espero que la que nos conduzca hasta él no sea Lydia, eso solo significaría una cosa y no quiero ni plantearme esa posibilidad.

Estoy de camino al instituto con el jeep, en una semana es el baile de navidad, que se celebra en el gimnasio y Lydia no para de hablar sobre el tema. Me ha ofrecido, bueno no, me ha exigido que vaya con ella al baile. Le he dicho que sí solo para que me deje en paz, la verdad es que no me apetece nada ir.

Al llegar veo a Scott hablando con Isaac de forma muy animada y voy deprisa hacia ellos con la esperanza de que sea porque hay noticias sobre Derek.

-¡Chicos!- digo para llamar su atención-. Os veo contentos.
Los dos han dejado de reírse y me dedican una mirada extraña, como si hubiese interrumpido algo importante y estuviesen planteándose si pegarme un puñetazo o mandarme a paseo.

Antes de que digan o hagan algo veo a Malia pasar a unos metros de distancia y me voy hacia ella. ¿Por qué han actuado de esa manera?

-¡Malia!- le digo con una sonrisa algo forzada- ¿Qué tal?
-Stiles- me mira extrañada-. Estás raro.
Y empieza a caminar mucho más deprisa, con la esperanza de que yo no pueda seguir su paso.

No entiendo nada.
¿Por qué actúa de una manera tan extraña todo el mundo?

Ya en clase me siento al lado de Scott y le miro fijamente con los brazos cruzados y la expresión ceñuda.

-Me explicas qué os pasa a todos ya- le digo levantando el tono de voz más de lo que pretendía-, por favor-. Añado para suavizar mi tono.
-Es que- empieza algo indeciso- han pasado ya dos semana desde lo de Derek, hemos hablado todos y nos hemos puesto de acuerdo en que debemos dejarlo pasar. Ya aparecerá. Seguro que se fue por un buen motivo, Stiles. Volverá, seguro que lo hace.
-¿Pensáis que se fue él por su cuenta?- le digo volviendo mi cabeza hacia la pizarra, para no mirar a mi mejor amigo a los ojos, ahora lo único que veo en ellos es pena. Siente lástima por mí.
-Lo hemos pensado desde el día en que desapareció del hospital.-Me dice con un tono que intenta ser amable y sincero, ha apoyado una mano en mi hombro, en un intento de reconfortarme-. Pero estabas tan dolido que pensamos que podríamos al menos intentar hacer que te sintieras mejor, hasta que te dieses cuenta de que…
Deja la frase ahí, no la termina. Supongo que es porque se ha dado cuenta de las lágrimas que caen por mis mejillas. Le aparto el brazo de un golpe, cojo mis cosas y salgo del aula, haciendo caso omiso al profesor que está tratando de llamar mi atención y pidiéndome que vuelva a mi sitio.
Al cerrar a puerta detrás de mí digo en dirección al pasillo:
-Scott- suspiro-, dile al profesor que me encuentro muy mal y que lo siento. Por favor, no vengas a buscarme, necesito estar solo.
Me voy en dirección a los vestuarios. Necesito asimilar que Derek se ha ido, sin dar ninguna explicación.

Me ha dejado.