Un Lobo De Dos Caras // Sterek

lo siento

Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana... Ainhoa estaba escribiendo un fanfic de Sterek.
Lo siiieeeentooo... Encima dije que ese mismo día subiría y no lo hice.
Buueeeno... Yo os quiero mucho💕💕💜💜
Aquí tenéis

~Derek~
Todo había empezado bien, él se lo estaba pasando en grande, aunque se estuviese riendo de mí… al menos se reía. Algunas películas románticas son interesantes, no entiendo porque le hacía tanta gracia. Al final le dije de entrar a una de miedo porque por un momento pensé que se abrazaría a mí si se asustaba. Soy un Idiota, ¿de verdad creía que Stiles le tendría miedo a una película después de todo lo que hemos pasado en la realidad?
Cuando vi que me miraba de reojo y que fue a coger palomitas aparté la bolsa y su mano cayó en mi pierna, su reacción fue muy graciosa, pero también adorable. Después empecé a besar su cuello y puse mi mano en su pierna y… Dios, durante un par de minutos disfrutó, sé que disfrutó porque mordió su labio inferior y cerró los ojos, pero no me apartó… hasta que me empujó bruscamente y no me volvió a dirigir la palabra durante toda la película… ni durante la cena.
De camino a mi casa me no me aguanto más y aparto el coche de la carretera para intentar hablar con él, pero después de sus palabras estallo. Estoy harto de que me diga que estoy jugando. Hablo sin pararme a pensar.
– ¿Tonterías?- le digo cabreado- ¿De verdad crees que todo esto es un juego? ¿Qué lo que siento por ti es una puta broma?
¿La he cagado?
– ¿Pero de qué coño vas?- me suelta con la cara descompuesta.
La he cagado.
Pero ya no hay vuelta atrás. Nos miramos fijamente durante varios minutos.
– ¿Vamos a movernos o tenemos que quedarnos aquí toda la noche?- me dice apartando la vista de mí y clavándola al frente.
– Lo siento.- digo buscando su mirada de nuevo. No la encuentro.
Durante unos minutos estamos en silencio y espero a que diga algo, hasta que me doy por vencido. No va a dirigirme la palabra. Arranco y conduzco hacia mi casa.
Al llegar suelta un bufido y sale del coche cerrando de un portazo.
– ¡Mi coche!- le digo sin pensar.
– Te jodes.- dice entre dientes.
– Lo siento.- digo por millonésima vez esta noche.
– ¿Sabes decir otra cosa?- me espeta- Debería irme a mi casa.
– No- le digo acercándome.
Se aparta y camina hacia el edificio.
Le sigo apretando los puños con fuerza y se me escapa un gruñido del que me arrepiento al instante ya que me dedica una mirada de puro odio.
Cuando entramos en el apartamento se queda plantado con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
– No puedes estar así siempre…- le digo exasperado.
Saca su móvil para hacer como si yo no estuviese ahí y de repente frunce el ceño cuando recibe una llamada y descuelga vacilante.
Solo escucho la voz de una mujer al otro lado pronunciando su nombre y la identifico como Melissa McCall, Stiles no necesita oír nada más para saber de qué se trata. Su mirada se cruza con la mía y veo sus ojos vidriosos. Se trata de su padre.