Gray Interlude

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Había vuelto de vacaciones, totalmente esperanzado en no volver a hablar ni acercarme a Dean. Como usualmente lo hacía, llegué de primero al salón, acomodé mis lentes y pude sentir los pasos irregulares e inseguros de Dean a través del pasillo.

─Hola, Gordo─ Había decidido que detestaba que me llamasen así.

─Ah, Hola─ le respondí sin mirar siquiera sus ojos, Había algo en su mirada que me provocaba alta repulsión, se había mezclado el amor con el asco en un grisáceo brebaje imposible de ignorar.

─¿Qué pasó? ¿Por qué está asi?¿le hice algo?─ me bombardeó con preguntas estúpidas que estaba más que harto de escuchar. Cerré mis ojos con una exhalación pesada, demostraba lo obvio, deseaba que me dejara solo.

─No. No pasa nada Dean. Sólo váyase a hablar con sus verdaderos amigos─ en sus ojos ni siquiera había una pizca del Dean con el que soñé en el retiro. Me miró igual que se mira a un lápiz en el piso, dio media vuelta y se largó; justo como lo esperaba.

Mick llegó y le conté mi experiencia, él también se notaba dividido. Una parte de él trataba de entender, a la otra le daba igual, al cabo que mi amistad no era para ésa parte una brisa pasajera que se olvidaría con unos cuantos amigos más. Con el tiempo llegué a darme cuenta que personas así buscan experiencias intrigantes, no amistades simples con chicos sin sentido.

Hablé con John en descanso. Era una lástima que justo cuando él estaba empezando a apoyar lo que fuera que fuese mi relación con Dean, se estuviese desmoronando. Aunque John pasaba su propio infierno por Bob. Era obvio que sus hormonas simplemente se alborotaban al verle pasar, pero luego de un rato, le dieron la noticia de que al parecer Bob conocía sus sentimientos hacia él. La tristeza que embriagó a John me hizo realmente plantear cual era el verdadero propósito de sentirse así de mal.

Recuerdo que todo el retiro tuve a Bob en mi grupo, el desprecio que tenía hacia él era poco más que indescriptible Finalmente entendía a John cuando decía que lo que sentía por Dean era poco más que vil coprofilia. Cada vez que articulaba la mas mínima palabra, mi cuerpo se retorcía en ganas de lastimarle. No era necesario una puñalada, sólamente un grito, una bofetada, un gancho en su cara bastarían.

Descubrí dentro del retiro que Bob no era lo que aparentaba, no era SOLO un Fuckboy. tenía también problemas con la agresividad, las mujeres y las fiestas. Cosas que claramente estaban fuera de mi comprensión por simplemente no apreciarlas como ellos lo hacían. Se sentía terriblemente decepcionado con él mismo por ser así, pero le era imposible cambiar porque... es adictivo y es un joven (Obviamente eso es tan imposible de evitar ¿Cierto?)

Le conté a John todo esto, antes de que nos separaran.

Pasó cerca de dos semanas y llamando descaradamente a quienes íbamos a acceder a los privilegios de la inteligencia, y quienes se quedarían en el colegio. James, John, Mick y Kyle quedaron en lo que antes fue mi curso, Mientras desgraciadamente quedaba, de nuevo, abandonado en un salón lleno de desconocidos y gente que detestaba... Y de Dean.

El primer día dentro de ese salón intenté saludar a Dean, pero ni siquiera pareció notar mi presencia, fueron los 6 días mas extraños de mi vida, mientras aprendía e intentaba escapar de todas esas idioteces que luego de un tiempo iban a ser prácticamente un trozo de basura dentro de la caneca del salón, donde basura, saliva y sueños rotos se mezclaban.

El último día dentro del colegio era algo mas oscuro que el resto. traté de dejarlo todo atrás, pero era imposible, Empezaría a actuar como los vivos sabiendo en primera instancia que es imposible para mi sentir como lo hacen los vivos, amar como los vivos. La universidad es un lugar para los vivos, y los inteligentes, pero no para un muerto que sabe fingir, ellos sólo pueden estar en circos, o en estúpidos cuentos de terror que ni siquiera dan miedo.

The Wrong OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora