The Wrong One

Lilac

Con el pasar de los días, mi relación con Jane fue en espiral hacia abajo, tal que luego de un mes, era rara la vez en la que me saludaba; pero creo que aún no he perdido el toque. Todas las personas con las que creo estar bien finalmente se van. Jane deseaba a alguien con quien pudiera lograr superarlos a todos, pero yo no había ido a destrozar a mi competencia, yo había ido a aprender. Era un estudiante de escuela de paso por la universidad.

Seguía usualmente hablando con John, casi cada semana lo estaba viendo, y eso me daba unos instantes de felicidad, ver a mis amigos; aquellos que jamás pensé tener, pero finalmente se quedaron conmigo, aún conociéndome, sabiendo todo de mi, sabiendo que probablemente no sea el mejor, tal vez sea algo más común, mas básico de lo que creo actualmente.

Oh, cosa extraña del destino, que precisamente entre más enfocado estaba en dejar de pensar en sentirme atraído por otras personas, más se me cruzaba Nate. Su impoluta idiotez me anonadaba, sus notas tan debajo de mis expectativas. Me hizo recordar la primera vez que tuvimos en un almuerzo la discusión sobre preferencias.

"─¿Cómo te gustan─ Dijo John apoyado por Mick. Recién los estaba conociendo.

─Inteligentes─ respondí dentro de lo que creía era algo entre autoestima falsa y un discurso pobre acerca de la carencia intelectual de todos en general."

La música abarrotaba mis oídos sin siquiera importarme el daño a los tímpanos, al cabo que si me quisieran hablar. que gritaran si fuera necesario, estaba cansado de buscar a las personas para mendigar su amistad.

Justo en ese momento me di cuenta que había vuelto a poner mis máscaras en la maleta, una vez más era un nerd ignorado que se hacía en la parte de al frente, donde ni siquiera los que estaban a su alrededor se dignaban a saludar.

En la parte de atrás, unas chicas estaban algo más felices de verme que Jane. Sarah era totalmente diferente a Jane, junto a ellas, además de sentirme algo más cómodo, podía casi recordar a Mick, John y James junto a mi.

En una de las cuatro conversaciones más allá del saludo que he tenido con Nate, sus compañeros se acercaron y de manera casi inmediata los identifiqué.

El primero, era el idiota con complejo de genialidad, a veces ese papel es mío, pero a ése tipo no le sentaba del todo bien. Luego estaba Friedrick, quien al parecer no era una amenaza en absoluto, mi máscara de travesuras se dedicó a molestarlo todo el tiempo, utilizando el adejtivo "Estúpido" como un lindo calificativo para él.

Por último, Nate. Su risa me porducía ese Je Ne sais Quoi que le hizo falta a Dean, pero seguía sintiéndome vacío, porque muy en el fondo sabía que iba a suceder todo lo que me temía.

Algún día me atrevería a decírselo, pero; o no le importaba, o me rechazaría. Soy bueno reconociendo cuándo se es rechazado.

Pero sigo teniendo miedo de que Nate sea otro tulipán, otro más cerrado. Uno que ni siquiera se atreva a ser mi amigo, porque él ya tiene los suyos. Una vez más fallé buscando algún tipo de sentimiento.

Realmente creo que solamente he de comer para sentir algo en el estómago, ya que básicamente apesto para esto de tener relaciones.

John una vez más me rescató diciendo que el tiempo diría si tengo razón, negando por completo mi omnisciencia.

─No te puedes resignar a simplemente forzar a que algo pase, porque una vez más, es él quien te está perdiendo a ti.─ me escribió luego de contarle mi situación.

─Entonces, ¿porqué siento que el que pierde soy yo?─ luego de escribirle ésto, me despedí e hice lo que solamente después de que Juliette me dijo que no, llegué a realizar.

Me lancé boca abajo, esperando que por error mi cama se rompiera y el dolor remplazara la melancolía que sentía, Una vez más pensé en ese momento, donde Nate sería lo que és, y no lo que pienso que es. ese momento donde mis sueños se volvieran a desplomar, dejando a Will blue, como Will Gray.

Las lágrimas se escurrían en silencio a medida que el sueño me invadía, Había perdido de nuevo la batalla contra Ansiedad y había liberado a mis pensamientos oscuros y bajos.

"¿por qué no simplemente lo aceptas?, idiota" me decía a mi mismo, pero ya no sabía a quién responderle, no sabía quien me insultaba, no sabía que significaba ser yo.

En silencio Puse mis audífonos al otro día. "Goner" me llenaba de nuevo.

Creo que he vuelto a décimo grado.