Cuando me sonreís

◢Capitulo 5: Celos que destruyen◣

No puedo dormir. Jesús no ha contestado mis llamadas. Odio que me haga esto. Ni siquiera me permitió explicarle lo que había pasado. 

Todo es culpa de Ian. No solo ahora, siempre. Desde que volvió — de quien sabe donde — no me ha dejado en paz. Estoy cansada de tener que lidiar con el. Igual, no toda la culpa es suya en esta ocasión. El destino esta en mi contra y la suerte no llega a mi. 

Desearía poder retroceder el tiempo para cambiarlo todo. No solo lo que paso con Jesús, si no también el haber conocido a Ian. Nunca tendría que haberle prestado atención. Nunca tendría que haberle dirigido ni una mirada.

¿A quien intento engañar? Todo es mi culpa y no se como voy a hacer para arreglar las cosas. 

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—Mejor me voy — exclamo Tiago — ¡Estas insoportable!

Tiago sale corriendo de la casa cuando Luna se detiene a observarlo por la ventana. De repente, llega una moto y su hermano se sube en ella.

—¿Que paso, ma?

Luna noto que su madre estaba arreglada, al igual que su padre.

—Nada, quería traer a su novia a esta casa... 

—¿Adonde vas? — pregunta Luna, cambiando de tema.

—Hija, te lo he repetido mil veces... — bufo — Iremos a la fiesta que están ofreciendo los vecinos. Te pregunte si querías ir...

—¡No!

Luna volvió a mirar hacia la ventana.

—Que lastima por que Lila nos dijo que...

—¿Lila?

—Mi nueva mejor amiga — suspiro — Nunca me escuchas, hija. Yo y la madre de Ian nos hemos hecho grandes amigas. 

"Lo que me faltaba" pensó.

—Bueno, hija. Cualquier cosa estamos al lado. 

Al irse, mis padres se sorprendieron al ver llegar a Sofia. A mi también me sorprendió.

—¡Amiga!

Sofia la abrazo con todas sus fuerzas. Algo le estaba pasando...

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—No puedo creer... ¡Ian es un imbécil!

—Lo se, igual quien mas me preocupa ahora es Jesús — suspiro — Me canse de llamarlo y no contesta. 

Sofia miro a su amiga, sorprendida.

—Eso sonó como una queja... como si no quisieras hablar con Jesús pero te sientes obligada a hacerlo.

—¿Que estas diciendo? — pregunta, furiosa.

—Nada, es que los días pasan y empiezo a creer que ya no estas enamorada de el.

—No puedo creer lo que estas diciendo...

Zoe llega a casa de Luna y se sorprende al escuchar la conversación de sus amigas.

—Tal vez me este equivocando...

—¿Tal vez? — sugiere — Te estas equivocando. Yo amo a Jesús.

Suena el timbre. Allí esta, Zoe.

—Creo que esta sera una noche de chicas — exclamo Luna, entusiasmada.

Sofia mira hacia los costados y no sabe que hacer. Aun no puede olvidar lo que vio. No sabe como reaccionar, si ocultarlo o no. 

—Hola, Sofa.