Cuando me sonreís

◢Capitulo 13: Encuentros inolvidables◣

Son aquellos momentos que uno no podrá olvidar nunca. En un futuro, por mas que termines solo o te hayas vuelto a enamorar siempre vas a recordar tu primer amor, una declaración, un beso. Esas cosas son imposibles de dejar atrás.

Cuando Ian me propuso ser su novia sentí que era el chico que había esperado todo este tiempo, el que siempre imagine. Nunca pensé que fuera a ser el pero cada vez que me sentía mal tenia que aferrarme a la ilusión de que algún día viviría una linda historia de amor y que el chico de mis sueños me sorprendería pidiéndome ser su novia con toda la ilusión, como si esa petición durara para siempre.

Creí que Jesús seria ese chico pero al parecer me equivoque. Ian sigue esperando una respuesta mía. Al principio empiezo a dudar pero se que terminare diciéndole que...

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—Si — respondió Luna, sonriendo — ¡Si!

—No puedo creerlo...

Ambos sonreían mientras seguían sin poder entender lo que estaba pasando. Luego de tantos años, de haberse dicho tantas cosas terminarían siendo novios. 

—No sabes cuantas veces soñe con pedírtelo, Luna.

—¿Tu sueño se hizo realidad? — pregunto, levantando una ceja.

—No — suspiro Ian — No hay nada mas lindo que la realidad.

Ian le robo un beso y no se hubieran despegado nunca de no ser por la gente que estaba presenciando el momento. La mitad de la escuela los había visto. Luna no se dio cuenta hasta ahora. 

Sus amigas habían estado ahí. Sofia rogaba un si mientras Zoe esperaba un rotundo no. Su actitud la había sorprendido hasta a ella misma. Al parecer, se mostraba celosa frente a todos. 

—¿No tienes algo que decirme, amiga? — le pregunto Sofia, sarcásticamente — Digo, no se.

—No creo — murmuro Zoe — ¿Vos tenes algo que contarme?

—No.

El recreo finaliza y todos los alumnos entran de forma apresurada a las aulas. El director entra al curso y todos dirigen su mirada a el. 

—Buenas tardes.

—Buenas tardes, director — repiten al unisono.

—Debido a la partida de la señorita Ferro — el director dirige su mirada hacia Zoe pero luego sigue explicando — Nuestra escuela...

Julia alza la mano, preocupada.

—¿A la partida? — ella no pudo evitar angustiarse. Nina se había convertido en su mejor amiga, el poco tiempo que habían pasado juntas había sido tan importante para ella que no lograba comprender lo que estaba pasando — ¿Se fue? Pero no puede ser... 

El director casi ignoro el dolor de Julia y se percato de que llegara la nueva alumna.

—Pasa, por favor — Malena entra al aula mientras todos la observan, en especial Bruno. Sofia vuelve a ponerse celosa — Preséntate, no seas tímida.

Malena rió y le sonrió a Bruno. El le devolvió la sonrisa y Sofia no podía contener sus celos. Su ojo empezaba a temblar otra vez.

—Tranquila — le murmuro Zoe.

—Bueno, mi nombre es Malena y seré su nueva compañera — ella sonríe a la clase y se sienta al lado de Julia.

Durante la clase Malena no dejaba de sonreirle a Bruno. Ian se reía de ella y el la defendía todo el tiempo. Sofia seguía muriendo de celos pero hacia hasta lo imposible para ocultarlo, negarlo y hasta fingía no estar pendiente de el. Cuando la clase termino, las amigas se juntaron como siempre y hablaban sin parar.