Cuando me sonreís

◢Capitulo 6: Un final de cuentos◣

Estoy perdida. Cada vez que pienso en el una parte de mi se muere lentamente. No puedo dejar las cosas tal como estan. Quisiera que el no me importara pero no es así. Lo quiero... lo amo.

Por el lo daría todo y no importa lo que tenga que hacer para volver a escuchar su dulce voz, lo haré. Aunque tenga que recurrir a la persona que mas odio en este mundo, lo haría. Por que yo daría hasta mi vida por volver a escuchar un te amo de sus labios.

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—¡No lo voy a hacer, basta!

—Pero por favor — Luna intento arrodillarse mientras las lágrimas no dejaban de caer sobre sus mejillas — Necesito que aclares esto y no te volveré a pedir mas nada... por favor, te lo suplico.

Ian sintió algo de pena por ella al verla tan sensible pero intentaba que nadie lo notara. Luego lo invadió un deseo de culpa.

—Levantate — extendió su mano y la levanto del suelo — Lo siento, pero no lo haré.

Zoe rescato a su amiga del chico al que Luna siempre detesto y al que ahora le estaba rogando. La gente se reía al ver a Luna llorar. 

—Basta, no hagas eso — exclamo.

—¿No te das cuenta que estoy desesperada? — Luna volvió a sollozar — Jesús no quiere hablar conmigo, cree que lo he dejado de querer...

—¿Y no es verdad? — sugirió su amiga mientras Luna la fulminaba con la mirada — Amiga, te conozco mas que nadie y se lo que haces. Estas mal por que te sientes culpable y necesitas pedirle perdón, pero en realidad el no te interesa mas.

—¡¿Por que me dices todo eso?! Estas loca, no sabes lo que dices.

Zoe rodó los ojos mientras Luna miraba hacia los costados.

—Yo se lo que digo. Es lo que me estas tratando de decir — suspiro — Vos sos así, no necesitas decir nada para que yo logre entender lo que quieres decir pero no lo dices.

—Tonterias — farfullo.

Frente a Zoe pasan Julia y Nina hablando casi a los gritos, riendo sin parar. Mientras Luna no dejaba de enviarle mensajes a Jesús, Zoe prestaba atención a todo lo que decían.

—No puedo creerlo — exclamaba, entre risas — Ese chico te pidió su numero y, ¿vos que hiciste?

—Le di el numero del restaurante del frente — rió — Lo se, soy mala.

—Igual, hiciste bien. Por mas lindo que fuese, parecía un imbécil.

—Eso — chocaron las manos — Vos si que me entendes, amiga.

"¿Amigas? ¿En serio? Asi es como empieza" pensó Zoe, mordiéndose el labio.

—Nina, amiga... podemos hablar un segundo — exclamo, sarcásticamente — ¡En privado!

—¿Y a esta que le pasa? — susurro Julia.

—Claro... — dijo, entre risas.

Zoe la fulmino con la mirada y intentaba contenerse para no gritarle.

—A ver, ¿como es la cosa? — volvió a usar su sarcasmo — Ayer detestabas a esa chica y ahora resulta que es tu amiga. ¡Tu amiga!

—No entiendo que te pasa — hace una pausa — ¿Estas celosa?

Nina empezó a reírse. Ahora ella intentaba contener las ganas de besar a su novia.

—¡Estas celosa!

—Mira si voy a estar celosa de... esa.

—Mi amor, tranquila — susurro Nina — Solo es una amiga. En serio. Nunca seria capaz de traicionarte. Te amo, mi amor, te amo.