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Una vez que mis amigas se hubieron marchado, me quedé charlando con los amigos de Lucas un rato más, no sin antes insinuarle a Marko que más le valía mandarle mañana un mensaje a mi amiga si sabía lo que le convenía.

-No tienes que decírmelo dos veces, tu amiga es hermosa, y muy divertida- Sonreí satisfecha para luego pronunciar un soberbio "Lo sé". La realidad es que a Mía no le hubiera importado si Marko no la llamaba, no se caracteriza por ser una chica dependiente, de hecho no necesita de nadie para estar bien. Pero este chico parecía ir demasiado bien con ella como para que se perdiesen la oportunidad de conocerse.

-Bueno, me parece que es momento de ir yendo- Dijo Lucas mientras me acariciaba la mano con el pulgar. Miré donde nuestros dedos se entrelazaban para después sonreirle. Estaba nerviosa, pero lentamente la felicidad y la paz que me transmitía el estar con él se habían encargado de tranquilizarme. Después de todo estos momentos son para disfrutar, no para sufrir.

Nos levantamos y saludamos a todos, aunque me ofrecí a ayudar a limpiar los chicos se negaron, y les estuve realmente agradecida.

Me subí al auto con Lucas y finalmente nuestras manos se soltaron, a pesar de ello entre cada semáforo el apoyaba su mano en mi pierna y eso me hacía sentir incluso mas cercana a él de lo posible.

¿Como era posible que un chico así causara tanto revuelo en mí? Después de todo simplemente mirándonos a lo lejos ya sentíamos algo. Era increíble y poco real, si cualquier otro me lo hubiese contado no lo habría creído, de hecho habría pensado que exageraba. Pero aquí estaba yo, frente a un chico sonriente y agradable luego de tantas idas y venidas, sin poder controlar mi euforia.

-¿Y si antes de dejarte en tu casa vamos a comer un poco de comida chatarra de la buena?- Me preguntó Lucas cuando vió que un Mcdonalds 24 horas aparecía frente a nuestros ojos.

-No digas más, la comida post salida es la única razón por la que vale la pena levantarme en las mañanas- Ambos nos reímos y él tomo el primer giro hacia el lugar de comida rápida.

El chico de la libreríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora