Natalia, la unica hija de Emma y Ethan toma el mando de la empresa de su madre, pero que pasa cuando sus padres la obligan a casarse, le pedira a Nicholas Wilde su mensajero que se case con ella para asi salir de la presión, ahora ella es su jefa y...
Los doctores me estaban preparando para iniciar el parto, pero me estaba quedando sin fuerzas.
-Descuide señora, aun no es tiempo- dijo una amable enfermera.
-Yo creo que ya es tiempo- el dolor era inimaginable.
-Ya estoy aqui- aparecio Nick por las puertas de la habitación.
-Nicholas, ¡Te odio!- el noventa por ciento de las veces le decia eso, el otro diez porciento tambien eran insultos.
-Bien, ¿Preparados?- hablo la doctora.
-Desde que llegue aqui quiero que el dolor termine- dije molesta -Nick, dame tu mano- le pedi.
Asi lo hizo, lo primero que tenia en mente era aparetarla hasta dejarla sin que le corriera sangre y explotará.
-Nat, duele- chillo bajo.
-¡No creo que tanto como lo que me duele a mi!- grite, algunas enfermeras reian por lo bajo.
-De acuerdo, perdón, pero no se que cierta mujer dijo, "hazlo" sabiendo que no tenia ¡condón!- en parte tenia razón, pero no lo admitiria, soy mujer.
-Podias haberte negado- éramos el centro de atención de todos.
-Nat, dejemos este tema para luego, ahora ahorra fuerzas para dar a luz- acaricio mi frente, por un momento senti que me daba fuerzas hasta que otra contraccion llego.
-¡Te odio, pero te amo!- hize un puchero -Tendras que hacer mil cosas para que yo te perdone el dolor que ahora siento- estuvo a punto de decir algo cuando la doctora aparecio.
-Bien, revisemos- se acerco a ver ahi -¿Esta lista?-
Definitivamente no lo estaba.
-Tu puedes Nat- me susurro Nick mientras depositaba un beso en mi frente.
-Comience, con todas sus fuerzas- me alento la doctora.
-Solo recuerdame odiarte- dije antes de empezar a gritar como loca.
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Llevaba alrededor de cuarenta minutos gritando como una loca, queria que esto terminara, los dedos de la mano de Nick estaban de un ligero color morado, mi cara roja de tanto gritar y mi frente sudada.
-¡Ya quiero que salgas niño!- grite de nuevo, en verdad este bebé se estaba tomando su tiempo -¿Por que tarda tanto?- me deje caer en la camilla agotada.
-Es normal al ser el primer parto- hablo la doctora.
-Ya no puedo- sentia que mis brazos y piernas no daban para más.
-Una mas, solo una mas es suficiente-
-¡Te odio Nicholas Wilde!- y grite como nunca.
Me relaje cuando el llanto de mi bebé se hizo presente.
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-Ya nacio Nat- dijo Nick como un niño.
-Aqui esta señores, su bebé un varón- nos lo entregó con una pequeña manta.
-Tiene cabello castaño- dije mirando los pocos cabellos que tenia.
-Es tan lindo- dijo en un hilo de voz Nick.
-Bien, nos llevaremos el bebé a asear, lo alimentaremos y en un rato puede ver a su esposa e hijo señor Wilde- el asintio y salio mientras a mi me reubicaban en otra camilla y me trasladaban a un cuarto nuevo.
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Nicholas POV
Todo habia salido bien, mi bebé estaba bien junto a Nat.
-¿Como estan?- se apresuraron los padre de Nat y los mios.
-Estan bien, en un rato podremos entrar a verlos- sonrei, estaba tan feliz no sabia la alegria que un hijo traia.
-Me alegro por ti hijo- me padre me abrazo.
-Gracias Papa- le devolvi el abrazo -¿Ya llamaron a Camille?- mi hermana se fue hace unos meses y no ha regresado al parecer la obra fue un exito que la extendieron.
-Si, dijo que este fin de semana vendra a conocer a ....- buen punto a quien, mi hijo no tenia nombre Nat no me deja estar con ella ni por la mente se me paso buscarle un nombre yo o tal vez ella ¿si?
-Creo que aún no tiene nombre- me senti un mal padre.
-Familiares de Natalia Walker- rápidamente me acerqué.
-Nosotros- nos señale.
-Esta en la habitación 315, pueden pasar- la enfermera sonrio y se fue.
-Bien entremos ya quiero conocer a mi nieto- la idea de que tendría un nieto varón puso a mi mamá como loca, ha que empezo a sacar cosas que aún guardaba de cuando era un bebé. Ademas de que llama a mi hijo Júnior, pero por nada del mundo le pondria mi nombre el se merece uno nuevo y unico.
-Hola Nat- me acerque a ella, tenia a nuestro hijo en brazos dormido plácidamente.
-Hola- tenia una gran sonrisa dibujada en el rostro junto a esos ojos que brillaban. -Es tan pequeño- nos miro a todos enternecida.
-¿Puedo?- no sabia como iba a reaccionar.
-Mmmm....- vi que lo apreto mas a ella -....No, dejalo un rato mas conmigo- beso su frente, asenti y espere que su etapa de mamá sobreprotectora pasara, pero no me importaba tenia delante de mi la mejor imagen del mundo, mi esposa y mi hijo en perfecto estado, junto a mi.
