Wolf out [m-preg]

22

—Realmente me preocupa esa expresión, Derek —murmuró Stiles al ver la expresión de su novio durante un buen rato—. Dime de una vez lo que piensas, porque sé que te he ocultado algo muy gordo, pero creo que tú piensas algo más que no me estás contando.

—Lo siento —murmuró cogiéndole la mano y apretándola levemente—, solamente... estoy en shock, Sti. Aparte de que ahora todo tiene sentido para mí, porque que seas como yo como que me alivia en parte. Creía que estando contigo renegaría para siempre de ser un lobo, y el hecho que aunque lo reniegues tú seas casi como yo... aunque es tu humanidad lo que me enamoró, tu parte licántropa es la que nos ha unido, ¿no crees?

—Hubiera sido lo que hubiera sido, humano o lobo, estaba escrito que estaríamos juntos.

—Pero el embarazo... el embarazo ha ocurrido porque tú eres quien eres.

—No te sigo —murmuró Stiles frunciendo el ceño, confundido.

—Te has quedado embarazado no por cuestión divina y menos fisiológica, porque eres hombre, pero creo que ya sé por qué.

—Deja el misterio, Hale —pidió su novio apretándose las manos con nerviosismo.

—Tu padre biológico era hombre lobo, y estuvo con un humano, su mate. Tu padre humano se quedó embarazado del hombre lobo.

—¿Cómo sabes eso?

—Eres el bebé de Idaho que nos contó el médico. Pero sobreviviste, y cuando fui a investigar conocí a tu verdadero padre.

—¿Qué? ¿Mis padres están... vivos?

—Uno de ellos lo está, aunque el hombre lobo ahora rehusa a ser humano desde que su mate murió.

—Es decir, que la historia que nos contó aquel estúpido médico sobre que el lobo mató al humano es mentira.

—Y tus padres se amaban, y el hombre lobo sigue amando al humano después de la muerte.

Stiles se quedó unos minutos procesando aquello, porque era mucha información y muy importante en muy poco tiempo. El saber que sus padres biológicos no lo abandonaron, sino que mataron a su padre y su otro padre lo daba por muerto, y que éste seguía amando a su pareja... era poéticamente hermoso y doloroso. Acarició el lomo del pequeño lobo que dormía, ajeno a la tormenta de sentimientos que tenía Stiles en su cabeza, y que pronto se transportó a sus ojos, que se aguaron al entender la realidad de que lo habían intentado asesinar como bebé, y cayó en la cuenta de que quizás por eso quisieron matarlo cuando los lobos lo atacaron.

—Quiero ir a ver al lobo —murmuró el castaño mirando a Derek con lágrimas en los ojos.

—¿Qué?

—A mi padre. Quiero conocer al lobo que es mi padre.

***

Pese a la resolución de Stiles de ver al lobo que le dio la vida, ya que no podía conocer al humano que lo parió, Derek quiso ser más prudente. Le explicó que debían esperar por el bien de su pequeño lobo, que tenía que crecer un poco antes de emprender su marcha, porque no estaba dispuesto a dejarlo atrás, tendrían que llevárselo con ellos.

Stiles había querido distraer su mente buscando nombres para el cachorro, que resultó ser macho, y estaba enfrascado mirando libros de nombres de diferentes procedencias. Derek llegó del trabajo y lo vio con el cachorro dormido encima y él tirado en el sofá, hojeando páginas.