Wolf out [m-preg]

31

Stiles y Derek contemplaban la escena en silencio. Los recién reencontrados estaban de rodillas en el suelo, aferrándose el uno al otro, como si pensaran que si dejaran de abrazarse el otro desaparecería. No tenían bastante con mirarse con la intensidad que lo hacían, se dedicaban palabras que no podían escuchar ni con sus oídos de lobo afinados, y caricias que llevaban muchísimos años acumuladas, caricias que nunca pensaron que podían darse.

Peter le dio un beso en los labios a Liam, pasando a su frente, para luego ponerse de pie y ayudar al otro a levantarse, agarrando su mano con fuerza porque aún no se creía que estuviera allí con él.

—¿Cómo... lo habéis encontrado? —murmuró el hombre lobo besando la mano del policía, que sonreía de medio lado.

—Bueno, él ha hecho prácticamente todo —confesó Stiles señalando a Liam.

—Llevo muchos años vigilando el pueblo, y al principio creía que veníais a atacar a la manada de Peter, por eso os pinché la rueda y disparé a Derek...

—Así que fuiste tú... —gruñó el moreno frunciendo el ceño.

—Cuando vi que veníais en son de paz mandé a mi compañero a ayudaros, porque estaba demasiado nervioso al ver a Stiles, aunque no me imaginaba que era... bueno, ya sabéis.

—Nuestro hijo —dijo Peter completando la frase.

—Eso, y os seguí, porque me parecía raro que una pareja con un bebé se adentrara al bosque a no ser que fuera para hacer algo específico, y tenía la esperanza que fuera ver a mi... la manada de Peter.

—Siempre fue tu manada —murmuró el hombre lobo acariciando su mano levemente.

—Me escondí y fue cuando Peter olió la sudadera de Stiles y me confirmó lo que yo sospechaba. Había vuelto a ver a mi... hijo y a mi mate, después de haber pensado que ambos estaban muertos...

—¿Por qué no dijiste nada entonces? —preguntó Peter contrariado.

—No sabía cómo reaccionarías, quizás pensarías al verme que era un traidor, porque yo no sabía que estabas vivo, así que tú quizás sí sabías todo lo que había hecho con tal de que me dejaran libre... dije muchísimas cosas que no pensaba con tal de que acabaran las torturas —confesó Liam en voz baja, haciendo que Peter lo abrazara con fuerza.

—¿Torturas? —dijo algo alarmado Stiles.

—Supongo que era una especie de terapia de choque a base de electrocuciones, si contestaba algo que a ellos no les gustaba me soltaban una descarga —murmuró con un suspiro—. A la enésima vez que me preguntaron quien era Peter, tuve que decir que era un asesino sanguinario, y cuando parecía que se dieron por convencidos me llevaron a un internado en Europa hasta que por fin pude volver al país, y nunca les perdí la pista pero supongo que dejaron de ser tan estrictos cuando demostré que de verdad repudiaba todo lo que tuve con Peter. Pero nada más lejos de la realidad, tenía la mínima esperanza que nuestro hijo estuviera vivo, que aunque hubieran matado a Peter podría encontrar al bebé... así que me hice policía, tengo acceso a bases de datos y demás, pero no sabía tu nombre —dijo con voz estrangulada mirando a Stiles—. No nos dejaron el tiempo suficiente juntos los tres para darte un nombre, así que di palos de ciego hasta que dio la casualidad... que vi una noticia de un niño que fue atacado por lobos. Supuse que quizás no tenía nada que ver, pero seguí la pista de Stiles por si la manada que lo atacó fue la de Peter, y te reconocí cuando llegaste al pueblo como el niño al que atacaron, pero había algo más cuando te vi en persona, me recordaste a mí, pero también a Peter...

—Creo que es algo que sólo puedes saber como padre —comentó Stiles con media sonrisa—, hay cosas que sabes y que no puedes explicar, simplemente es así.