Wolf out [m-preg]

20

Atribuyeron que Derek podía "leerle el pensamiento" a Stiles porque al tener un cachorro en su interior, salía a la luz el poder de los lobos de comunicarse por telepatía si eran de la misma manada. Y claramente, el cachorro era de la manada de Derek, tal y como lo era Stiles con humano.

Los preparativos para la operación se habían realizado, y Derek conducía hacia la clínica de Deaton para hacer la intervención. Stiles llevaba blanco como la pared desde que se habían levantado, pero Derek intentó entablar conversación como si nada, cosa que claramente no funcionaba. Por lo que prefirió el silencio hasta llegar a la clínica.

En ella, el otro veterinario los condujo a una sala donde se haría el procedimiento, y Stiles se sentó en la camilla, con la mano distraídamente posada en la barriga, en ademán protector. Derek sonrió de medio lado al ver ese gesto. Se había quitado toda la ropa, y sólo una ridícula sábana le cubría sus vergüenzas.

—Sabes lo que haremos, sabes que procuraremos estar el mínimo tiempo posible en la operación y que hoy mismo podrás irte a casa con el cachorro, ya que Derek sabrá hacerte todas las curas, ¿lo entiendes? —comentó Alan con suavidad.

—Sí —murmuró Stiles con un hilo de voz, algo estrangulada.

—Túmbate, por favor.

El castaño se echó a temblar, preso del pánico, pero su cuerpo respondió de la forma que sabía para desconectar y evitar el trauma: se desmayó.

Derek lo cogió al vuelo, evitando que se cayera de bruces al suelo, y cuando iba a preguntar a Deaton sobre lo que hacer, notó el cuerpo de Stiles temblar. Lo miró con extrañeza, y soltó una palabra malsonante al ver lo que le pasaba: le estaba saliendo pelo de toda su piel.

—¿Qué coño...?

Ante sus ojos, Stiles fue cubriéndose de pelo, y cambiando de forma, dejándolo atónito cuando pudo contemplar el resultado: Stiles se había convertido en un lobo gris claro, que jadeaba suavemente en sus brazos, inconsciente.

Tanto Deaton como Derek lo miraban sin poder creerlo, y no sabían lo que hacer, pero el que reaccionó primero fue Alan, que trajo el instrumento para hacer ecografías y untó el transductor con gel, poniéndolo sobre la piel del lobo.

—Sigue siendo macho, pero sigue estando embarazado —susurró el veterinario observando la pantalla—. Y el cachorro es lo suficientemente grande como para haber pasado la gestación completa, hay que sacarlo.

—Pe... pero... Stiles...

—Luego nos haremos las preguntas pertinentes, Derek, pero lo principal ahora es sacar al cachorro. Al menos tenemos la facilidad que sabemos la anatomía de un lobo, aunque he de cambiar un poco el instrumental.

Alan fue de un lado a otro en la clínica, mientras Derek permanecía junto a Stiles, o lo que era Stiles ahora, y le acarició suavemente la cabeza.

Sus pensamientos bullían y le taladraban, y miles de preguntas se acumulaban, pero todas se podían resumir en por qué su novio era un lobo, y por qué precisamente era el animal que más odiaba, aunque ya hubiera mejorado desde que Derek se había transformado en la cocina a petición de él. Algunas veces había dormido la siesta utilizando al lobo como almohada, pero no sabía si su transformación era debido a que tenía un lobo en su interior o porque...

Porque era también un hombre lobo.

Eso explicaría mucho las cosas, el por qué Stiles le lee la mente. Quizás Derek no le había podido leer antes la mente como con otros lobos porque realmente no estaba en su misma onda; Stiles no sabía que era un lobo, pero puede que el castaño leyera no sólo la mente de lobos, sino la de todos los animales.

Las manadas de lobos más sensibles a la naturaleza podían hacerlo, y Stiles se había criado con animales hasta el ataque, así que quizás... leía el pensamiento de los animales antes y después del ataque.

Alan tocó su hombro y dio un respingo, mirándolo con sorpresa.

—Ya está todo listo —le anunció Deaton, y Derek se separó de Stiles para prepararse, mientras su compañero introducía un tubo por el hocico del lobo para anestesiarlo, por si le daba por despertarse.

—Vamos allá —murmuró Derek tras ponerse todo el equipamiento pertinente para la operación.

***

Sentía cómo si sus huesos pesaran una tonelada. Sus ojos también, y luchó por abrirlos cuando oyó la voz de Alan Deaton algo distorsionada, pero lo que más le llamó la atención fue un gemido, un quejido animal que despertó todos sus sentidos.

Al abrir los ojos, vio a Derek como lobo hecho un ovillo en el sillón de la consulta, lamiendo algo enterrado entre unas sábanas. Al ver que se despertaba, levantó la cabeza con las orejas rígidas.

—Acércate, Stiles —dijo Deaton acercándose a él y ayudándolo a incorporarse. Stiles seguía cubierto sólo con una tela, pero seguía tan grogui que ni le importaba. El veterinario cogió el montón de sábanas y Derek se quitó del sillón, permitiendo que Stiles se sentara.

Alan le puso las sábanas en el regazo, pero había algo que pesaba un poco más. Derek se acercó como lobo y lo olisqueó un poco más, memorizando el aroma del cachorro, y volviendo a lamerlo una vez más.

Stiles sonrió estúpidamente, sintiendo una calidez crecer en su pecho que lo ahogaba, y por primera vez lo que sintió al ver al animal era un amor aturrullante: era suyo. Era su cachorro, de Derek y de él.

—Ha nacido sano, y bien. Le latía el corazón y Derek solamente ha tenido que empujarle el pecho con el hocico un par de veces para que respirara él solo.

—¿Es un... macho? —preguntó con voz ahogada.

—Sí. —Stiles contempló al cachorro gris oscuro, no tan oscuro como el azabache de Derek, pero le gustaba su color. Era bonito. Más que bonito, precioso. No había visto cosa tan bonita en la vida, pero seguramente aquello era el amor de padre. Le acarició la cabeza con un dedo, ganándose un gruñido del pequeño.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Derek transformado en humano, poniéndose la ropa interior como si no estuviera desnudo también delante de Deaton. Probablemente su novio fuera algo exhibicionista.

—No me molesta la herida para nada, así que seguiré medio anestesiado. —Derek y Alan se miraron unos segundos.

—Bueno... —empezó a decir el mayor.

—No tienes herida, Stiles.

—No me digas que me ha salido vagina con el útero. —Derek sonrió ante las ocurrencias de su novio.

—No, no es eso... es que te has curado. Es una larga historia, déjamela contártela en casa.

—Está bien, necesito descansar. Me duele todo el cuerpo...

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LA OBRA VUELVE A SER PÚBLICA PARA TODOS. He tomado esa decisión, al menos con esta. Espero que os guste el capítulo y no le deis muchas vueltas al coco :3