Se estiró mientras bostezaba, viendo su aliento salir en forma de vaho. Había acabado por acostumbrarse al frío atroz que siempre hacía en Reine, pero ayudaba mucho que Derek fuera una estufa andante. Arlo encontraba la nieve fascinante, y ahora que habían pasado unos años tranquilos y sin ningún contratiempo, el niño podía ser normal.
Estaría en casa, preparándose con sus botas de nieve, azuzando a Derek para que fueran al parque, donde los esperaban sus compañeros de primaria. No sabía cómo un niño de siete años podía tener tanta energía.
Sus padres vivían en el mismo barrio que ellos, aunque los veía sólo los fines de semana. Liam era profesor de inglés, y Peter vendía las presas que cazaba como lobo, aunque eso no lo sabían los compradores. Derek volvía a ser veterinario, y Stiles... era su auxiliar de clínica.
Parecían tan lejanos los días en los que le tenía pánico a los animales, que ahora le hacían gracia. Pasaba todo el día con ellos, y el hecho de trabajar con su marido lo hacía mil veces mejor.
Porque sí, se había casado con Derek. Era una suerte que en Noruega fueran tan abiertos de mente en cuanto a parejas gay, porque todo el pueblo fue a su boda. Tampoco es que hubieran muchos habitantes, pero eran queridos en Reine.
Y no habían oído más noticias de los Stilinski, o los Dunbar, como fuera. Stiles había roto el móvil y ya no sabrían su localización, y por el cambio de nombre -Derek era Darek allí, aunque él seguía llamándolo por su verdadero nombre, y Stiles era Steinar, aunque sólo en público porque lo odiaba- dudaba mucho que los llegaran a encontrar.
Llevaban una vida normal, o lo normal que pudiera ser con aquel frío. El único que parecía sufrirlo era Stiles, pero porque echaba de menos el calor de su lugar de origen, porque la felicidad no era comparable. Y la tranquilidad, no cambiaría aquella vida por nada.
—¡Venga ya, papá! Seguro que han empezado sin mí —le gritó Arlo desde la puerta de su pequeña casa. Stiles puso los ojos en blanco mientras iba hacia el coche, donde estaba ya Derek esperando.
—La nieve no se va a ir a ningún lado, Arlo —repuso el moreno riéndose.
—Dura casi todo el año, créeme que no se va a mover —bromeó Stiles montándose y poniéndose el cinturón.
—Pero hoy no hay cole, eso es que ha nevado un montón —repuso el niño dejando que Derek le pusiera los cinturones.
—Tu abuelo también estará feliz que no haya cole —dijo el castaño mirando a la casa de Liam y Peter.
Envidiaba en parte la relación de sus padres, porque era muy fuerte y había sido indestructible después de tantos años separados, pero desde que se reencontraron no se separaban ni un instante, sólo para lo requerido como era trabajar.
Sólo lo envidiaba en parte porque no querría sufrir nunca lo que ellos pasaron, y aún pasándolo sabía que su relación con Derek era tan indestructible como la de ellos. Porque no había día en el que agradeciera haberlo dejado entrar en su vida, haber superado sus miedos y haberse encontrado a sí mismo. Porque aunque ahora fuera Steinar, siempre se veía a sí mismo como aquel chico idiota que odiaba los animales, y fue tan animal como para enamorarse de un lobo.
Qué ironía.
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Y esto es todo. Espero fervientemente que os haya gustado, y que pese a que no haya habido drama supremo, os guste el resultado. Otro de los finales hubiera sido matar a alguien y NO. Después de lo que Liam y Peter han sufrido, no quería acabar con ellos, y menos con Stiles y Derek.
Gracias por haber tenido tantísima paciencia, por vuestras lecturas, votos, y sobre todo por gastar un ratito comentando. Os lo agradezco de corazón.
Terminar Wolf out me está dando antojo para seguir con mas historias, pero todo poco a poco.
Muchas gracias, y hasta pronto.
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Wolf out [m-preg]
Fanfiction|| S T E R E K || Una vida de psicólogos y tratamiento contra las pesadillas que le acechaban por la noche: esa era la vida de Stiles Stilinski. Tenía un gran trauma con los animales. No podía siquiera acercarse a los más inofensivos, era algo s...