Se despertó como si le hubieran dado una paliza a todos y cada uno de sus músculos. Tenía el cuerpo entumecido, y no sabía dónde estaba. Se incorporó, oyendo la respiración profunda de alguien a su lado, y entonces reparó que había pasado la noche con Stiles.
Al notarse a sí mismo desnudo, y al ver el cuerpo también sin ropa del castaño, se asustó. Los flashes que le fueron viniendo de la noche anterior lo iban tranquilizando, asegurándole que no, que no había anudado a Stiles, con lo que el remedio de Deaton había surtido efecto.
La parte mala es que se sentía débil, y su lobo arañaba su interior, implorando transformarse y aliviar esa presión que había forzado en él.
Viéndolo dormir tan profundamente, decidió ir al salón y contentar a su parte animal, transformándose en lobo y soltando un gruñido satisfecho. Estiró todas sus extremidades, agradeciendo estar en aquella forma, y un bostezo salió de su hocico. Estaba realmente agotado, pese a haber dormido toda la noche.
Se enroscó en el suelo y se acomodó, quedándose dormido al momento, como lobo.
***
Stiles se despertó, y lo primero que notó era que estaba solo en la cama. Se frotó los ojos y bostezó con fuerza. Le dolía el cuerpo del encuentro sexual de la noche anterior, que pese a ser un poco extraña al final por el desmayo de Derek -porque definitivamente, eso había sido-, había sido increíble.
Sonrió tontamente acurrucándose en medio de la cama y disfrutando del olor de su novio, respirando con fuerza y dejando que la modorra lo invadiera.
Luego de estar unos minutos de esa guisa, decidió buscar al moreno. Lo echaba de menos a pesar de que lo vio hacía escasas horas y que lo había tenido pegado a él toda la noche, pero supuso que eso era en los primeros meses, esa adicción el uno al otro.
Se puso su ropa interior y la primera camiseta que pilló, que era de Derek, y salió de la habitación, bajando las escaleras y bostezando a la vez. Cuando llegó a la puerta del salón se le congeló la expresión.
Había un puto lobo en la alfombra.
Dio un grito que despertó al animal, y corriendo, antes de que lo viera, salió a la puerta de la casa, a pesar del frío gélido que hacía esa mañana. Se mordió la mano para no gritar, pero no podía dejar de emitir gemidos del miedo que le había entrado.
No tenía teléfono para llamar al moreno, por lo que estaba allí dentro a solas con el lobo. Cerró los ojos con fuerza: no podía dejar que aquello le hiciera huir, dejando en peligro a Derek, que no tenía ni idea de que aquel monstruo estaba en su propia casa.
Abrió con cuidado la puerta, temblando de arriba abajo. Sentía que se podría desmayar en pocos segundos si veía a aquel animal tan enorme, pero reunió fuerzas y entró con rapidez.
Fue a la cocina a toda velocidad, apretando los puños y sin mirar en ninguna dirección. Como viera al lobo se echaría a llorar.
—Derek, ¡DEREK! —casi berreó intentando que el moreno lo escuchara. Oyó ruidos a su espalda, y creyendo que era el lobo, cerró los ojos y se dio la vuelta.
Como enfrentándose a su destino.
Un lobo le condenó a una vida de sufrimiento y de miedo irracional a todos los animales, y era casi poético que otro lobo lo matara, que acabara con el trabajo que el otro dejó a medias.
Un escalofrío le recorrió entero mientras pensaba en aquella noche. Volvió a sentir sus manos llenas de sangre, los gemidos de los otros animales muriendo, el mordisco en su cuello, aquel que casi acaba con él...
—¡Stiles! ¿Qué pasa? —Abrió los ojos aliviado, creyendo que podría llorar al ver a Derek allí, con él, en lugar de aquel lobo negro tumbado en medio del salón.
Lo abrazó, tembloroso, y dejó que los brazos de Derek lo envolvieran y lo aliviaran del susto que había pasado. El moreno se lamentó en sus adentros por haber bajado la guardia y haber asustado a Stiles así. Se sentía culpable por el estado del castaño, tan tembloroso, y no dejaba de llorar.
Poco a poco se fue tranquilizando, viendo que aquel lobo no estaba, que ahora estaba Derek para protegerlo. Respiró hondo y se separó de él, secándose los ojos.
—¿Me cuentas qué te ha pasado?
—¿Has echado al lobo?
—¿Qué lobo? —preguntó Derek confuso. Stiles intentó ver en sus ojos -y en sus pensamientos- si mentía, pero el moreno no pensaba nada.
—El lobo que había en el salón... —Se pasó las manos por la cara, confundido.
—Cuando yo había bajado no había ningún lobo —comentó Derek intentando sonreír para tranquilizarlo. ¿Se estaba volviendo majara? ¿Había empezado con las alucinaciones? ¿Estaba recreando a su peor pesadilla? Aunque el lobo que casi lo mata entonces no era negro, y el que había visto hacía escasos minutos era negro azabache. Su mente había creado otro lobo para atormentarlo.
—Creo que estoy alucinando. —"Joder, sigue temblando. No sé cómo no le ha dado un infarto."
—¿Quieres que te lleve al médico? —preguntó el moreno tocándole la mejilla con suavidad.
—No, no, ya estoy mejor, de verdad —murmuró volviendo a cerrar los ojos, apoyando la frente en la de Derek e intentando respirar con normalidad. Sintió los labios del moreno sobre los suyos y sonrió levemente—. Ha sido un buen susto mañanero —se quejó en voz baja, volviendo a besarlo y mirándolo. "Tengo que tener más cuidado"—. ¿Más cuidado? ¿Con qué?
Derek se quedó congelado en el sitio, mirándolo con extrañeza, enarcando una ceja. "¿Me acaba de leer el pensamiento?". Stiles tragó saliva. Lo había dicho en voz alta. Había leído el pensamiento de Derek, y sin querer había formulado la pregunta que tenía que haberse hecho mentalmente.
Sonrió con nerviosismo, intentando escurrir el bulto y evitar desvelar su gran secreto, ya que estaría violando la intimidad de su novio, por no decir que también lo estaría mintiendo, y aquello significaría que le había ocultado aquello todos los meses que llevaban juntos.
—¿Stiles? ¿Cómo sabes lo que estaba pensando? —preguntó en voz baja el moreno, mirándolo con intensidad.
—No sé lo que estabas pensando...
—Me has preguntado sobre algo que no he dicho en voz alta, sino algo sobre lo que estaba pensando, así que dime, ¿cómo has sabido lo que he pensado?
—¿Y por qué tienes que tener más cuidado? —contraatacó el castaño frunciendo el ceño.
—Stiles.
El chico resopló y se separó de él, caminando hacia las escaleras mientras Derek lo llamaba por su nombre, siguiéndolo.
El castaño se puso los pantalones y la sudadera, cogiendo su mochila y colgándosela en el hombro con los labios apretados. En ese momento el moreno parecía enfadado, y cuando Stiles lo esquivó para salir del cuarto, éste lo paró.
—Respóndeme.
—No tiene ni pies ni cabeza, así que paso de contártelo y que me trates como un loco. Prefiero irme a casa.
—Stiles...
El castaño se soltó del agarre del otro y fue rápidamente escaleras abajo, abriendo la puerta de entrada de un tirón y yéndose de casa de Derek.
No podía decírselo.
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Siento MUCHÍSIMO el bloqueo que tenía con esta obra, por eso he tardado tantísimo en actualizarla. No tengo perdón de dios...
Derek ya ha notado que pasa algo raro con Stiles, pero Stiles no se ha dado cuenta que el lobo ha desaparecido porque... estaba ocupado besándolo :v espero que os haya gustado pese a mi tardanza.
¡Votad y comentad, y gracias por leer!
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Wolf out [m-preg]
Fanfic|| S T E R E K || Una vida de psicólogos y tratamiento contra las pesadillas que le acechaban por la noche: esa era la vida de Stiles Stilinski. Tenía un gran trauma con los animales. No podía siquiera acercarse a los más inofensivos, era algo s...