Como humanos tenemos la fea costumbre de fingir en muchas ocasiones, sobre todo cuando algo nos duele o nos molesta. El querer hacerles creer a los demas que estamos bien o que nada nos pasa es una de nuestras grandes habilidades. De que sirve? Para que fingir que somos fuertes, cuando por dentro tenemos un dolor o una tristeza que nos desgarra? De nada sirve, es algo sin sentido. Si te sentis mal, decilo.. si necesitas un abrazo, decilo.. si solo queres que te escuchen mientras te descargas, decilo. Pero no te guardes todo ese que llevas adentro, porque podes lograr que todos te crean y hasta llegar a creertelo vos mismo, pero con el tiempo eso se ira aculumando y cuando la tormenta se desate, nadie podra ayudarte.
La hora por fin termino y sali tan rapido que por un momento crei que me olvidaba hasta de mi mochila,pero la verdad es que habia preparado todo tan rapido y con tanta anticipacion que no quedaba nada mio en el aula segun mis amigas. Antes de doblar en el ultimo pasillo que me llevaria a la puerta de entrada del instituto donde Nica me esperaria, decidi relajarme y respirar hondo porque no podia aparecer como la desesperada que era en ese momento. Cuando logre controlar mi pulso, camine y ahi lo vi hablando con sus amigos mientras me esperaba, por unos segundos dude en ir, caminaria hacia alla fingiendo que no lo habia visto y caminaria directo a mi casa pero eso era tan infantil e ilogico asi que afronte mis problemas de la mejor forma
-Bella- dijo el entre sus amigos y todos se voltearon a verme, algunos parecian que contenian una risa divertida
-Hola, hola chicos- dije con una leve sonrisa y camine hacia ellos. Me seguia pareciendo tan rara la situacion como normal, no sabia que hacer o que decir por lo que opte por el silencio
-Bueno chicos, nos vamos a mi casa- dijo riendo mientras le guiñaba un ojo a tus amigos y estos reian, paso un brazo sobre mis hombros y empezo la caminata.Mientras nos alejabamos escuchaba algunos comentarios pero no podia decifrar que decian
-Porque se reian?-pregunte cuando estabamos a una cuadra del colegio
-No lo se- dijo el indiferente
-Nicanor, porque se rien?- me frene y el tuvo que hacer lo mismo para mirarme
-Tal vez habran pensando a que ibamos a seguir lo de anoche, no lo se- su frase torturo tanto mi cabeza que me cayo como un balde de agua helada. Senti que ahora hasta la gente normal que transitaba por alli se burlaba de mi. No entendia como habia sido capaz de hacer algo asi
-Les dijiste?-pregunte con el poco aliento que me quedaba
-Si, son mis amigos- dijo el nuevamente sin importancia. Yo sentia que me sacaban la piel y que toda mi sangre estaba centrada en mis mejillas que cada vez se volvian mas calientes y rojas
-Porque les dijiste? Que verguenza- dije caminando sin esperarlo. No sabia que pensar, que decir, que creer
-Cual es el problema Bella? siempre nos contamos cuando estamos con alguna chica- una vez mas me frene de golpe, senti que mis ojos se llenaban de lagrimas de nuevo. No queria voltearme, queria correr y desaparecer
-Con alguna chica?-repeti mientras imploraba por dentro mio que dijera justo lo que queria escuchar
-Si, somos hombres. Estamos con alguien y lo comentamos, asi funciona- como siempre, lo que queria escuchar no se escucho, voltee con cuidado y lo mire
-Perdon, lo que pasa es que para mi no fuiste cualquiera-algunas lagrimas salieron de mi- chau Nicanor- sin escuchar de nuevo lo que decia empece a caminar hacia mi casa, sentia que el me siguio unas cuadras diciendo cosas pero mi cabeza ya estaba apagada.Solo pensaba en caminar mas y mas rapido para que menos gente me mirara y se riera de mi. El dolor crecia pero esta vez no era el mismo dolor de siempre, esta vez era desilucion lo que acompañaba a todo, una gran y fuerte desilucion que me estaba dejando sin ganas de vivir
Cuando por fin llegue a mi casa, sola como siempre, camine hasta el living en donde explote en lagrimas. Sentia mi celular vibrar de fondo pero no podia si quiera buscarlo porque mis ojos estaban nublados entre tanto llanto. Creo que me quede dormida porque cuando me desperte ya era de noche y todo estaba tan silencioso y triste como las veces en que llegaba a casa deprimida y lo unico que queria era terminar mi vida. Seguramente mi mama tendria horas de trabajo extra o alguna razon para no llegar y me parecia bien, queria seguir sola. Busque un vaso de agua en la cocina, subi a mi habitacion y alli quede, hundida en mis pensamientos, mis ideas, mi dolor, mi desilucion. Poco despues sentia que alguien habia entrado a mi casa, obviamente era mi madre porque nadie mas tenia la llave de mi casa, pero preferi hacerme la dormida para evitar conversar con ella
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Apareciste tu..
Novela JuvenilUna triste sonrisa se hace notar más que la sonrisa mas feliz de mundo