A la edad de 6 años enfrente lo que para un niño puede ser difícil, mis padres divorciándose frente a juez quien determinaría el lugar mas estable para 3 niños, mi hermano Sam, mi hermana Dayce y yo Amanda.
Sujetando mi mano, mi madre se enfrentaba con lagrimas a la abogada y dijo; Mis hijos se quedan conmigo, no tengo lo suficiente pero puedo trabajar. Mi padre Roberto se acerco un hombre serio, que solo movía sus ojos, tomo un bolígrafo se acerco al documento y firmo, sin mas que decir mi madre Lucy tomo los papeles los doblo y los puso en sus brazos para tomarnos de las manos, no recuerdo las palabras exactas del abogado, lo que si recuerdo es llegar a casa de mi abuela , sentarme en la cama y escuchar por la puerta a mi madre arrodillada, llorando asustada!
Mi madre era de esas, nunca me mostro quebrarse, siempre la vi fuerte como un monumento.
Al día siguiente mi madre llego temprano a la casa de mi abuela, se notaba que había madrugado, traía una mujer joven ojos chinos y con una gran sonrisa. Mi mama dijo les presento a Fernanda!!!!!!!
Pero quien es Fernanda?
Fernanda una mujer de 19 años, su piel canela, ojos oscuros, cabello negro, rasgos propios del lugar de Salitre, Santa Barbara, venia con dos sacos de ropa color blanco, una blusa negra y con una timidez enorme.
Me sentí rota las primeras semanas sin mi madre eran difíciles. Pero Fernanda era una mujer y tenia mucho amor, era joven y humilde, y siempre nos protegió.
Lección de Fernanda.
Un día en la cocina de mi abuela jugando en la cocina, derribe uno de los botes de pasta de mi abuela, empece a llorar y buscar la manera de recoger cada una de las pastas, para una niña de 6 años, sintiendo que mi abuela estaba afuera hablando con la vecina era la sentencia mas peligrosa, cuando estaba angustiada recogiendo cada pasta llena de tierra empece a llorar, mientras mi agonía crecía, sentí unas tiernas manos que me apoyaron. Fernanda rápidamente me sostuvo y me sentó en la mesa, recogiendo la pasta y tirándola a la basura, saco 5 lempiras en su bolsa y me dijo, vamos corre necesitamos comprar pasta.
Yo corrí corrí y sentí paz, sentí seguridad, me ducho al regreso y me dijo, Cuando no sepas como actuar, aquí estarán mis manos para ayudar.
3 años mas tarde llegaría la mala noticia que Fernanda no estaría mas con nosotros, se iba a su pueblo a estudiar, me fui debajo de la cama, llena de polvo y con lagrimas de tierra a llorar, no es fácil para un adulto dejar a una persona que ama, como entonces explicárselo a una niña de 8 años, Fernanda dejo un vacío enorme, miraba la carretera con el deseo que volviera, pero entendí que ella tenia un destino al igual que el mio.
Las tardes eran lentas y jugaba con mis primos pero Fernanda vivía en mi corazón, aquella mujer de aspecto humilde, dejaba mi hogar con lagrimas para formar la suya.