Cuando de pronto mi padrastro, tomo a mi madre, y le dijo vamos al auto.
Yo me quede en una habitación con mis hermanos, para esperar el desenlace, entonces estuve un día preparando la bienvenida para nuestro hermano menor.
Recuerdo su ropa, un tamaño tierno, calcetines y baberos de colores delicados y sencillos, supe la divinidad de una mujer al dar vida a otro ser.
Eran las 11 de la mañana del dia 19 de septiembre 2012. Entramos a la habitación para poder observar al tierno bebe.
Alessandro André, ese es su nombre, pesaba 11 libras, tenia un gran tamaño, una cesárea afortunada.
Entonces mi madre en pálida en medio del dolor, sonrió y dijo tomen a su hermano, tome al bebe en mis manos, y supe el poder especial de cada mujer, tenia entonces 19 años.
Era un niño hermoso, blanco ojos color miel, y unas cejas tan lineadas, una nariz perfecta y sus pies delicados y suaves, a penas podía abrir los ojos.
Mi madre me enseño a ser fuerte, y hacer las cosas en calma a pesar del dolor, observaba en cada etapa de ella sonreír y nunca la escuche quejarse de sus hijos.
