El Hilo Rojo -Subaru Sakamaki Y Tú-

capítulo 6 "esa mujer"

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La dureza de su voz, tenia algo en especial, un hermoso timbre de tristeza y nostalgia, hacia esa mujer. Yo sabia perfectamente que eran parientes, pero aun asi sabiendo que el no la quería, era un tanto sospechoso. Los minutos pasaron, yo en ese tiempo me dedicaba a contemplar el lugar, en cierta parte daba miedo pero por otro lado, era pacifico, muy tranquilo. Subaru ya estaba impaciente, se notaba en su expresión.

-¿Cómo sabes ese nombre?- preguntó el en un tono frio y distante.

- Soñé con este lugar- confesé después de unos minutos.

- ¿Qué?-preguntó él desentendido.

- Sí, yo he soñado con este lugar-dije con calma- había una mujer de un cabello blanco y sedoso, muy hermosa. Ella estaba justo aquí - apunte hacía una de las orillas de la torre. - oí un grito, esa mujer estaba sangrando, cuando llegue, mire alrededor y luego sentí una pulsada, la sangre me cubrió por completo, ví una persona y desperte. - conté todo el sueño que me atormetaba.

- ¿Quién era la persona que viste?- se acercó, sonaba un tanto nervioso pero eso no afectó su seriedad.

- Solo me acuerdo de unas pocas facciones- murmure un tanto impaciente - tenía ojos rojos, y cabellera blanca al igual que su piel - dije.

Subaru, que permanecia atento a mis palabras, al describir a la persona, se tensó y abrio sus ojos a más no poder, su mandibula casi se sale de su lugar al ver mi rostro de confusión.

- ¿No lo conoces?- preguntó el acercándose- ¿no se te hace conocido?- dijo con una mirada muy extraña, en definitiva este chico si da miedo, al igual que sus hermanos.

-no, no creo que lo haya visto- dije, él solto una carcajada con ironía en ella.

-basura, eso es lo que eres -dijo él con desprecio- crees que con tan solo llegar aquí tú estaras a salvo, pues no. Tú siempre serás despreciable para mí- dicho esto él se fue en un espabilar.

-vale... ¿y eso que tiene que ver?- creo que se había confundido de persona.

Vi que a unos pasos más allá había un cementerio, ¿será qué voy?, la curiosidad mató al gato, y ese gato era yo. ¿cómo permiten que un hombre millonario tenga un cementerio en "casa"? Oh si es MILLONARIO, llegué al lugar, era muy pacífico, tenía olor a rosas y depresión, al igual que todos los cementerios del mundo.
No era muy grande pero había máximo 20 tumbas en ella, la mayoría eran nombres de mujeres, ¿qué cosas, no?, caminé un par de metros adelante, había tres lapidas que resaltaban, tenían escrito los nombres de; Beatrix, Cordelia y Christa Sakamaki y en cada una de ellas un mensaje distinto.

Para Beatrix Sakamaki.
Fiel compañera y buena madre de sus hijos.

Para Cordelia Sakamaki.
Te deseo lo mejor. Att: Kanato
Sakamaki.

Para Christa Sakamaki.
Espero que tengas paz.

Me estremecí, esta familia me va a matar de un ataque cerebral, mejor decidí regresar a casa, reiji estaba en la sala principal en uno de los muebles de caoba finos.

- ¿Se puede saber qué hacias afuera a esta hora?- preguntó él en un tono cortante.

- Sólo paseaba por ahí - dije, me recosté en el sofá más grande.

- Muy bien, pero que no se te olvide, ya no te mandas sola - dijo, me dieron ganas de tirarle el lentes y arrancarle cabello por cabello.

- ¿Sólo por salir?, ¿también me lo van a prohibir?- pregunté, el me miró, dejó su libro a un lado de el mueble.

- Sí, eso también lo podemos prohibir- dijo, se quitó sus lentes.

Se acercó a mí, me tomo las manos y las coloco sobre mí cabeza.

-eres tan tonta- dijo con un tono de voz muy ronca- me dan ganas de morderte- dicho esto, él se acercó a mí, yo por mi parte forcejeaba y lo insultaba, estaba a centímetros de morderme.

-SI!!! EL ORE-SAMA FUE EL PRIMERO EN MORDERLA!!!- grito ayato desde la escalera, traía a mei en brazos, estaba desmayada. - oh mira que tenemos aquí, el señor yo no rompo las reglas está en pleno acto de romper una- dijo este con malicia, Reiji al oír semejante barbaridad, se separo y se acomodo como si nada hubiera pasado.

-¿qué quieres?- preguntó Reiji en un tono molesto y seco.

-necesito jugo para la apestosa- dijo el alzando un poco a mei.

-está bien- dijo, se levantó de nuevo - y tú- me apunto- ve, báñate y vístete, ya serviremos la cena.

Sin rodeos ni protestas, salí disparada de ahí.

Al llegar a mí habitación, ahí estaba Shuu, estaba tan dormido que ni se dio de cuenta, ¿o si?
Escogí un pantalón de hombre, (creo que era de kanato) y una camisa (según dice laito era de el)
Y una toalla y entre al baño.

(Una hora despues)

Salí del baño, me sentía fresca, nueva, renovada. No duró mucho, Shuu estaba despierto.

- Por fin sales- dijo en el mismo tono serio de siempre.

- No fue mucho- me senté en la orilla de la cama para buscar los tenis de deporte.

-una hora- dijo, lo mire confundida. - te estuviste una hora ahí dentro- dijo con pereza- unos minutos más y estaba pensando en entrar a buscarte-dijo esto en un tono burlón, recibió un golpe de mi parte.

- Auch! , golpeas fuerte para ser humana.

Solté una carcajada - oye, ¿yo no te molesto?- pregunté ya que él es muy distante con los demás pero conmigo no.

-no es que me moleste, si no que en realidad es bueno charlar contigo- dijo él con una sonrisa.

No sé pero siento que ya lo conocía. A él y a los demás. Es extraño lo sé pero el sentimiento sigue ahí.

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