¿¡Muy Parecido al Amor!?

Capítulo XXXIX ® Amigos de la estatua.

¡Capítulo largo!, vota, comenta lo que te guste mientras leas y me harás feliz 😀

Narra Louis Tomlinson.

              Abrí mi closet de madera, en la parte de arriba estaba doblada la camisa azul y el saco que Jay y Sara habían elegido en la mañana. Los pantalones de mezclilla oscuros estaban en uno de los cajones y en el fondo, estaban los zapatos formales.

—No quiero ir, ¡Ah! —bufé cubriendo mi pecho semi-velludo con la camisa color azul.

              Subí los pantalones ajustados —sufrí un poco, me tiré a la cama—. Y por último, me coloqué los zapatos, miré al espejo y dije:

—¡Joder! Realmente me veo muy bien —dije haciendo boca de pato— este chico se enamorará al instante —me estremecí—. ¿Que diablos estoy diciendo?

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              Conduje hasta el sublime Coffee con una gran apatía emocional ¿Era correcto estar con alguien solo por la presión social que otros te impongan? ¿Es realmente terrible estar solo en la vida? Pero no lo estoy, no estoy solo ¿Por que no voy un momento al parque? Quiero respirar y relajarme un momento antes de la gigantesca golpisa que me darán Jay y Sara por no ir a la cita.

—¡Listo! Estacionaré por aquí —bajé del auto; lo aseguré cerrando las puertas—. Este lugar es aún mejor de noche —observé que había luces por todos lados.

             Entré en el parque por una de las entradas noroeste. Pasando al lado de una estatua de mármol blanco, que representa algún presidente famoso supongo. Pasando por algunos arboles y finalmente llegando a una laguna. El lugar, estaba bastante solitario a excepción de un chico que miraba cerca de la laguna. Esperé a que él se fuera pero no fue así, observe mi reloj de pulsera y me fui de regreso al auto.

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—¿Quien será él de la estatua? —me pregunté tratando de adivinar— ¿estará basada en un presidente?

—No es precisamente un presidente —respondió un voz masculina— creo que se trata de algún historiador.

—¿Estas seguro? Me recuerda más a un presidente, pero no recuerdo exactamente cual —agregué y volteé para ver quien hablaba conmigo.

—¿Te parece?

               El hombre o mejor dicho el chico, se colocó aun lado de mí y me acompañó a ver la estatua. Era el mismo que estaba sentado en la laguna.

Ambos dudamos y ninguno recordaba realmente de quién se trataba.

—¿Por que dices que es de un historiador? —le pregunté mirándole.

Ambos giramos la cabeza para mirar mejor la estatua.

—No sé —zobó su nuca —solo digo —se apenó y estiró su mano —mucho gusto, mi nombre es Owen Wilson y ¿Tu eres...?

—Oh claro —apreté su mano— me llamo Louis Tomlinson, también es un placer.

—...

—¿Tu eres el chico que estaba sentado en la laguna, justo allá?

—¿Me viste? —rió— me había quedado dormido— reí.

—...

—Soy estudiante de medicina. Luego de veintiún horas sin descansar te puedes quedas dormido en cualquier lado.

—¿Que haces en este lugar a estas horas, porque no te has ido a tu casa?

—No es tan tarde ¿Lo-u-is? —le costó pronunciar mi nombre— este parque es estupendo en la noche, solo mira —señaló la estatua— un hombre de mármol blanco que te vigila cuando pasas por aquí ¿donde encuentras eso a estas horas?

—Ja Ja Ja tienes razón. Aunque debes admitir que fue un chiste muy malo. —realmente malo pero gracioso— pero sí, no puedes conseguir eso en ningún lugar.

—Te reiste, eso es lo que cuenta ¿no? —- acentí y él sonrió con una leve torcedura a la derecha— ¿Y que hay de ti? ¿que haces en este lugar? No creo que precisamente viniste a observar una estatua ¿O sí?

—No, ¿quien saldría para mirar una estatua? —Owen trató de levantar la mano— Si, sé que tu serias uno de ellos. —reí levantando las cejas, Owen también lo hizo— pero respondiendo a tu pregunta, sólo estaba de paso, decidí entrar un momento a respirar y olvidar un poco todas las cosas que tengo en mi cabeza.

—Entiendo ¿noche difícil eh?

—Aun no, no exactamente. En dos horas lo será.

—Que peculiar eso. Complicarse por cosas que aún no suceden. —acentí con la cabeza.

             Ambos seguíamos parados, así que me senté en el excedente de la estatua.

—Lo siento, pero me sentaré por aquí.

—...

—¿Te puedo hacer una pregunta? —miré a Owen.

—Adelante. No notaste que ya somos amigos de... —no encontró la palabra adecuada.

—Estatua. —carcajada de parte de ambos.

—Okey, okey, amigos de estatua entonces.... Adelante has la pregunta.

—¿Porque estas vestido tan formal? —preguntó mirando de arriba hacia abajo y señalando con su dedo el chaleco que tenia puesto.

—Buena pregunta, en algunas horas tengo una cita pero creo que no iré —frucí el ceño.

—Curioso yo también tengo una cita, pero tampoco quiero ir —Owen parecía algo molesto— no es mi estilo esas citas...

—¿Veintiún horas sin dormir y con planes? Estas loco.

—No es por eso —una miradita decaída era la que se rostro mostraba.

—¿A que te refieres entonces?

—Eh...

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