Bad Boy With Good Intentions.

Epílogo.

Dos años después.

— ¿Compraste el ponche?

Matt se quejó, más fuerte de lo que deseaba. Caminaba por las calles de Hell's Kitchen y trataba de acomodar su suéter por el molesto frío de las épocas decembrinas. Varios locales estaban decorados al estilo, con luces rojas y verdes y nieve por doquier, gente buscando regalos de último momento y niños haciendo muñecos.

Trató de divisar una licorería entre tanto alboroto para buscar el maldito ponche que Spell tenía varios días recordándole que debía comprar.

—No, Spell, lo olvidé. —dijo él— Es que Foggy me está volviendo loco con el nuevo caso de la firma. Además que Karen está enfrascada en que debemos defender a este sujeto, Frank Castle y no tengo cabeza para otra cosa…

—Está bien, está bien. —dijo ella— Pero por favor, cómpralo.

—Ya voy, ya voy.

Era increíble como las cosas cambiaban en dos años. Matt corría fuera de su trabajo en su propia firma que había creado al lado de uno de sus mejores amigos y Spell, por su parte, estaba en la Escuela para Mutantes del Profesor Xavier.

Después de la muerte de Stryker, Spell decidió volver a casa y esa casa era la mansión de Xavier. Su vida como agente había acabado, ahora daba clases en la mansión, enseñando a jóvenes mutantes como Melanie, la pequeña niña que habían rescastado en su misión.

Y ella y Matt estaban juntos. Desde poco menos que la misión hubiese acabado hace dos años. Y trataban de mantener una relación más o menos normal, aunque ellos no lo fuesen.

— ¿Para qué compramos ponche? Te aseguro que llegaremos allá y el tío Tony tendrá toda una licorería ahí, como siempre. —Se quejó Matt, haciendo fila detrás de algunas personas para comprar la botella.

—Es cuestión de educación, Mattie. No porqué haya probablemente significa que no debamos llevar un poco. —dijo ella, sonriendo hacia uno de los pequeños niños a los que le daba clases le enseñaba un dibujo que había hecho para ella— Después nos sentiremos mal si no llevamos algo.

—Mi tarjeta se sentirá mal si llevamos algo. —Se quejó Matt, para después pedirle a la cajera que le diera un botella de ponche— Pero creo que tienes razón…

—Siempre la tengo. —Rió ella, haciendo a Matt hacer una mueca divertida. Un estallido se escuchó en el campo de la mansión y Spell vio a varios niños correr hacia afuera— Ehm, Matt, debo dejarte, algo está pasando con los niños…

—De acuerdo, adiós. Te amo.

—Te amo, nos vemos esta noche.

Spell colgó el celular y lo guardó en su bolsillo, para después correr hacia las afueras de la mansión.

Los niños estaban sentando en la nieve y con ellos, estaba Wade. Wade que colocaba cohetes y los prendía para verlos volar por el cielo. Los niños reían y señalaban hacia arriba, viendo los cohetes volar.

Wade también estaba en la mansión. Renunciar a su vida de mercenario había sido raro pero había decidido dar el paso, a diferencia de Spell, aún trabajaba con Los Vengadores y The SHIELD, pero prefería estar en la mansión, dando clases al lado de Spell para después irse a casa. Con su Peter.

— ¿Cómo es posible qué los niños lo amen tanto?

Spell sonrió y volteó su rostro, mirando a Logan, que estaba a su lado, abrigado y fumando uno de sus puros.

—Ya te lo dije, tiene su encanto. —dijo ella— ¿En serio no quieres pasar Nochebuena con nosotros? Los Vengadores agaradecerían tu presencia.