El Más Fuerte

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Es una semana ordinaria, son las 10 de la mañana y como siempre, todos los días, trato de ganarle a Mar'y en fuercitas.
Nos en el gimnasio de la mansión. La luz del sol atraviesa las ventanas, haciendo que ésta se refleje en mis ojos jade y que mis pupilas se escondan.
-Vamos Damian, llevas así quince minutos y no haz podido ganarme. Admítelo, soy más fuerte que tú- siempre me he propuesto ganarle en fuerza, pero la herencia de los poderes de Starfire hace que esto se me haga una tarea complicada.
-No, sólo te dejo ganar, si lo logro, sé que te lastimaré.
-Sabes Damian... ser comediante no te queda para nada. Gracias a mi madre, no puedes hacerme sentir dolor, mis padres son Nightwing y Starfire, son muy fuertes, yo soy Nightstar- Ko'ri tiene súper fuerza, invulnerabilidad, y lanza rayos de energía color verde por las manos. Obtiene sus poderes por la radiación solar, por eso nunca se debilita. Dick fue el primero en obtener el manto de Robin.
Debo admitir que probablemente nunca le pueda ganar en algún combate, pero sé que debo superarlo. Mi madre siempre me dijo que la preparación es un gran requisito para la victoria. A pesar de mis nuevos pensamientos inculcados por mi padre, todo lo que se me transmitió en Nanda Pabart sigue en mi mente. Cómo debo usar una espada, la manera en cortar con un cuchillo la garganta de mis objetivos. Lo único que mi papá pudo alterar en mis lecciones aprendidas, es que si voy a defender Ciudad Gótica con él, no debo matar a ningún criminal. Por más miserables que sean debo contenerme. Si soy "un justiciero" y asesino gente, me hace una mala persona como ellos.
- Eso no importa, soy un Wayne, el mejor Robin que existe y ha tenido Batman. Soy lo suficientemente fuerte para vencerte.
-Si eso fuera cierto ya me hubieras ganado, o por lo menos mover un poco mi brazo.
-Te dejo el triunfo, es eso - termino la frase y la suelto. 

- Una vez me dijiste qué los Wayne nunca se rinden- Me contesta con una sonrisa burlona.
- No, nunca me rindo ante nada o nadie, esta fue una de las grandes lecciones que aprendí en la liga con mi madre. Tú y yo no hemos acabado.
Esta noche,en el techo de la torre Wayne, ve con tu uniforme. No quiero que vean a una persona ordinaria volando como estúpida.
-Bien... a qué hora?
-A las ocho






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