Después de terminar todo el evento, alguien me acompañó hasta mi nueva habitación, llegué con mi mochila, la habitación era muy grande, para dos personas, dos camas, dos baños y todo lo necesario, era de madera, algo rústica pero muy elegante, entré y dejé caer mi mochila al suelo, yo estaba salpicado de la sangre de Slade, lo único que deseaba era poder bañarme, a mi lado traía mi antigua espada que usaba, deseaba poder traer conmigo la que John me había regalado, pero probablemente alguien intentaría robarme la, decidí evitar el riesgo, me pongo de rodillas para poder sacar algo de ropa limpia, pero al abrir mi maleta alguien que no planeaba traer conmigo sale, Golliatt, él al verme se puso muy feliz, creo que sabía que iba a venir, no sé cómo pudo meterse sin que pudiera darme cuenta, tal vez si alguien descubre que está aquí quieran matarlo o usarlo como arma, lo que sí es probable es que tarde o temprano sepan de él, pero sinceramente, estoy muy feliz de que esté aquí, él se dirige a mis piernas y se sienta ellas, con su mirada en la mía, sus ojos amarillos, su pelaje rojo, sus orejas, cada centímetro de sus extremidades, me recordaron a Gótica, la muerte de mi padre, de Dick, cada pelea que tuve con Mar'y al conocerla, todo esto, me llevó a un gran ataque de nostalgia, haciendo que derrame mis primeras lágrimas.
Entre más deseaba parar, más llegaban esas malditas gotas salían de mis ojos, no podía detenerme, Golliatt pudo sentir mi dolor, se acostó y me miró con tristeza, la sangre en mi cuerpo, hizo que pensara " he matado a Slade", de repente, pude dejar de llorar, ya me había desahogado, saqué todo lo que traía dentro de mí, miré a Golliatt, se había quedado dormido, me levanté y lo coloqué abajo de mi cama, me dirigí a mi mochila, saqué ropa limpia y me fui a dar un baño.
En cuanto terminé de ducharme y vestirme, escuché que alguien entró y cerró la puerta, seguramente era quien ocupaba la segunda cama, pensaba en qué tan duro seria con sus palabras, pero eso no era algo que debía preocuparme, yo tengo su mismo carácter.
Salí y para mi sorpresa era una chica, estaba sentada en su litera, leyendo un libro, estaba vestida totalmente de negro, podía alcanzar a ver que en su cintura traía puesta una cinta roja, ella cerró su libro, se levantó y fue hacia mí, al estar cerca de mí, quedé algo asombrado, se parecía mucho a mí, tenía el cabello oscuro igual que a mí, era rizado, amarrado por un listón rojo, tenía ojos verdes como los míos, una mirada fría, labios gruesos, tenía la misma altura que yo.
- Soy Miranda - ella me saludo tendiendo me su mano derecha, yo hice lo mismo.
- Soy Damian, el hijo de Thalia, estuve aquí hace unos años- después de terminar ella soltó mi mano, dio un paso atrás y me examinó de pies a cabeza, podía ver en su rostro que estaba muy emocionada.
- Alguna vez te contaron de mí - me preguntó
- No, sólo se tu nombre, pero incompleto- ella sonrió y me dijo:
- Miranda Al Guhl.
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Robin
FanfictionSólo te diré que Damian ya no quiere ser Robin, si suelto algo más ya no será emocionante, tú sólo lee. Historia completamente mía, no se aceptan copias o adaptaciones, usa tu cerebro si tienes uno