Estropeando Mi Orgullo

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El sol comienza a asomarse, los tonos color naranja se reflejan en mi cuerpo, mesclandolos con los colores de mi ropa.
La temperatura de esta estrella comienza a darme calor, lo suficiente para empezar a sudar. Ha dejado de nevar, así que me quito mi chamarra y me quedo con la playera que traigo puesta, al hacerlo, puedo sentirme fresco. No sé que debo hacer, creo que lo único que está a mi alcance por ahora es ver el amanecer.
Las horas pasan sin sentido, al menos para mí, últimamente he estado del típico pensamiento adolescente "la vida es tan cruel".
Creo que me afectó venir a este bosque, ¿pero qué estoy diciendo? Soy Damian Al Ghul, nieto del demonio, nada ni nadie puede hacer que me sienta triste, excepto mi padre, no sé que clase de veneno puso en mi comida, pero logró ablandar mi carácter. Desgraciadamente él está muerto, Dick, Mar'i, John, Raven, todos los que pudieron soportarme cuando nadie más lo hacía, y dentro de unos días, morirán más personas que antes eran muy importantes, debo admitir que admiraba la sabiduría de Alfredd, a pesar de ser un viejo, me agradaba, pero en poco tiempo él también estará sin vida.
Cuando recién conocí a Jason no lo soportaba, se me hacía un idiota que sólo pensaba en acostarse con cualquier chica, sin embargo, todo cambió cuando él y yo trabajamos con alias distintos, él como el segundo Wingman y yo como Red Bird, la vez que mi madre puso precio a mi cabeza, en ese momento me di cuenta que lo jugué mal, realmente cuida a la familia, incluso dejó el rencor de que le tenía a mi padre para salvarlo. Cuando fui directamente a ver a mi madre, había tomado una decisión, me quedaría en Gótica con mi padre a ayudarlo con el crimen, eso la enfureció mucho, tanto que me dijo que ya no era bienvenido a la liga, pero antes de irme me presentó a lo que ella llamaba mi hermano menor.
Tal vez más chico en edad, pero él era mucho más alto, con un cuerpo de adulto. Utilizaba una máscara parecida a un estilo medieval, una especie de saco sin mangas de cuero negro, éste le llegaba hasta las rodillas, lo demás era ropa normal, bueno, traía pantalón militar oscuro sin camuflaje.
Es extraño, recuerdo muy bien aquellas palabras que me dijo. "Si te quedas con tu padre a hacer el bien, ya no serás bienvenido".
Aún así volví y mi abuelo me aceptó. Después de un año sigo sin confiar, más en mi madre, es muy sospechoso lo que hace, siempre cambia los planes sin decirnos nada. Primero mi abuelo dice que viene con nosotros y luego no, después nos quedaríamos en Gótica una semana y ahora resulta que la mayor parte del tiempo en éste bosque. Mi madre nunca está, sólo viene a recogernos para llevarnos a algún lugar del que no se tenía planeado. Debo alertarme, tal vez pasé toda mi infancia en la liga , pero con todo lo que sucedió en el pasado, con el Hereje, mi muerte y Robin, no creo que ellos confíen del todo en mí, ni siquiera yo en ellos.
Miranda lleva menos tiempo aquí, no sé si ella sepa si mi madre y abuelo tengan algún plan en mi contra, tal vez debería preguntrale, pero con todo lo que dije en la noche no creo que quiera responder, ni siquiera verme. Ella siempre fue muy paciente con mi carácter, he incluso me impresiona que el entrenamiento y la manera de tratar a las personas aquí no la aya cambiado. En vez de ser una persona seria y fría, es alegre, amable y extrovertida, lo mismo con todos los demás, tienen la personalidad de adolescentes comunes, en cambio yo, soy todo lo contrario, no tengo empatía por los demás, algo que antes solía tener, era carismático, ahora no queda nada del Damian que mi padre había creado, regresó el Damian terco, engreído y violento, puede que mi carácter que se me forjó en la liga aún estaba en mis últimos momentos en Gótica, pero incluso yo me di cuenta que mi mente asesina estaba desapareciendo.
Aún recuerdo cuando John le mostró a su padre y al mío que ya podía volar. Bruce y yo nos encontrábamos en la casa de los Kent, John estaba impaciente por dar a conocer su nueva habilidad, su emoción era tanta que hasta me pidió que contara. 10,9,8. Mientras yo tomaba el tiempo escuché decir a Clark a mi papá que yo era muy dramático, él le contestó que era la influencia de Alfred. 7,6,5,4. Ellos seguían hablando mientras John tenía sus ojos cerrados, sus puños apretados demostraban la seguridad que tenía para hacer lo que debía, cada vez alzaban más la voz, pero eso no me impedía seguir con mis números. 3,2,1.
En cuanto finalicé la cuenta atrás superboy salió disparado al cielo, le gritaba con mucha alegría a Clark que lo viera, que podía volar. Después de probar su poder fue a detener un robo a Gótica, si, a Gótica, todos menos él nos subimos a un auto, mi padre era el conductor. Después de unos minutos regresó superboy, fui con él directamente al la parte trasera del carro, allí estuvimos conversando, hasta que él me agarró la espalda de la playera y me puso boca a bajo del techo del automóvil.
- Estira tus brazos, piernas y cierra tus puños - me dijo, no sé por qué pero hice lo que me pidió.
- Volar es genial, no lo crees? -  me preguntó mientras se ponía a mi izquierda de la misma posición.
- Sí, gracias - le respondí con un tono nostálgico.
- Por qué?
- Por recordarme qué se sentía, cuando mi padre me resucitó tuve poderes por cierto tiempo, entre ellos este, y ahora pude volver a saber qué se sentía.
Desde ese día creo que me ablandé más, mi padre lo dijo "la influencia de Alfred" pero mi sensibilidad fue de él, con la manera en que me hablaba, el ambiente alegre de Dick en la mansión, las clases de actuación que Carrie me dio, con su ley de no matar, todo fue causa de él.
Creo que debería disculparme con mi equipo.
Son las siete de la mañana, guardo mi chamarra en mi mochila y me dispongo a bajar de la montaña. Llego al suelo y comienzo a caminar por el pasto cubierto de nieve, dejando huellas por mi camino, los pinos están totalmente blancos. Después de unos minutos empiezo a escuchar risas, deben ser ellos, me acerco a ellos mientras me escondo detrás de un árbol y justamente están lanzándose bolas de nieve. Traen gorros, bufandas, botas, cuando yo traigo ropa "normal" me dirijo a ellos quedando detrás de Johan.
Estaba apunto de hablar, de repente él se agacha y una bola impacta en mi cara, Johan se voltea y me ve, todos me miran confundidos, enojados, al parecer nadie había notado mi presencia.
Él alemán da unos pasos atrás juntándose con los demás.
- Qué haces aquí? - preguntó Megan
- Vengo a... -  me interrumpió Andrey
- Decirnos lo infantiles que somos? No te preocupes, lo dijiste anoche
- No, sólo...
- Sólo quieres venir a insultarnos?- preguntó Isabel, inmediatamente todos empezaron a hacer preguntas negativas, hablaban al mismo tiempo, no les entendía nada.
- Callense!!!- grité y guardaron silencio, me dispuse a hablar más tranquilo - vengo a decirles que, qué - no puede ser, estoy tartamudeando.
- Si sólo vienes a interrumpirnos mejor nos vamos - contestó Mayalén, se empezó a alejar junto a los demás.
- Lo siento!!!- ellos se detuvieron atónitos
- Qué dijiste? - preguntó Miranda
- Lo siento





Weno weno, tal vez quieran matarme por no subir capítulo por mucho tiempo, pero también voy a la escuela y por el grado en que estoy tengo muchos trabajos, pero tranquilos, no dejaré de escribir.
Por cierto, a alguien le gusta Shingeki No Kyogin? Y si es así, cuál es su personaje favorito?

RobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora