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NARRA SEOKJIN
Julio, 11
Ciudad de Seoul, Corea del Sur.
Respiré hondo, sintiendocomo el oxígeno viaja desde mis fosas nasales, pasando por mi conducto llamado faringe, hasta llegar a mis alvéolos concediéndome los beneficios que obtengo al inhalar, llenando completamente mis bolsas pulmonares, un día más y me destino hacía una cafetería que queda al otro lado de las vías del tren. El clima es soleado pero con un viento fresco, digno de una primavera deliciosa, era una de mis estaciones del año favorita. La señal de siga, aún no me era autorizada por las grandes aspas de madera blancas con líneas rojas, nadie se encontraba al otro lado de mi estancia. Sonreí al ver el tren aproximarse para seguir con su rumbo y trabajo, pasó de manera rápida, eso significa que pronto iré a comer ¡Que feliz estaba yo! Al retirarse de mi vista aquel vehículo enorme, las aspas se removieron dándome el deleite de dirigirme aquel lugar con olores peculiares y con una exquisitez finita. Pero mi entrecejo se vio arrugado, al ver una chiquilla de aspecto colegial, cabellos sueltos y alborotados que supongo yo es por el viento que nos visita esta mañana tempranera, una falda azul con una camisa blanca completa su atuendo tierno, mirada inocente y como toda chica de Instituto, carga con sus libros y cuadernos, sumamente bella cabe recalcar. Su rostro mostraba una expresión de acaloramiento y agotamiento ¡Seguramente se le haría tarde a donde quiera que vaya! ¡Corre niña! -habló mi interior- Extrañamente grité para mis adentros, y me doy cuenta que una libreta única color rojo con decorados dorados, yace en el piso y su dueño, o quiero decir dueña, es la chica colegial. Caminé acercándome aquel objeto de una niñata. Lo tomé entre mis manos "Agenda" es el escrito de destellos que mantenía la portada del librillo ese. Mi vista se alzó preparado para buscar la chica, pero rápidamente mis labios se fruncieron y mi ser se puso triste, pero por otro lado se encontraba feliz ¡La volveré a ver! Claramente para entregarle este importante utensilio. Me giré para cruzar las vías, pero me encuentro con el tren pasando nuevamente ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Por cuánto tiempo robó mi atención la chiquilla? Me había logrado pescar por minutos.
