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NARRA YOONGI
Con el tiempo, mi frecuencias en las tabernas se hicieron cada vez más y más seguidas, hasta que tuve una noticia que me dejó devastado en todos los sentidos.
Pasado
...
Nuevamente, pordécima vez en la semana, que de aquella taberna salgo inundado por el olor a tabaco, droga y obviamente alcohol. El ir a las tabernas todos los días se había convertido algo de mi rutina diaria, y se había vuelto un vicio notable en mí, ya esta oscuro ㅡen ese momentoㅡ así que ese día no podría ir a relajarme un poco a la salón con una pequeña cancha de Basketball en el, aparte de mis rutinas ㅡque no eran del todo malasㅡ era una costumbre el ir a jugar un rato al salón, pero hoy no sería así, hoy esta lo mas seguro cerrado, extrañamente nadie va a jugar ahí, soy la única persona que asiste ㅡen ese entoncesㅡ con frecuencia al salón, raro, lo sé. Una de mis tantas pasiones, era el Basketball ㅡaún lo es, aunque por cosas del destino aquello quedó atrásㅡ al igual que a los chicos, ellos y yo, unos fanáticos incontrolables de ese peculiar deporte; volviendo al tema, ㅡterriblemente cruelㅡ una noche, común y corriente, yo regresaba de aquel lugar infernal, que volvía a los hombres, más estúpidos, ㅡmi caso por ejemploㅡ mi mente, daba vueltas, casi no lograba ver bien, y gruñía por todo, muchos problemas ocasione pero, deje de lado todo aquello que me molestaba, no eran importantes así que ¿Para que perder el tiempo en algo TAN tonto? Empujones, golpes e insultos había a mi alrededor ㅡobviamente dirigidos hacía en ese momento, ya que les era un estorboㅡ con enorme dificultad llegué a lo que vendría siendo mi apartamento, con vista de un notable borracho y manos moviéndose torpemente, buscaba la llave correcta, ¡Por fin, la había encontrado! Pero un aparato vibrando junto a un irritable sonido ㅡen es momentoㅡ me hizo dar un salto por el susto y por ende, tirar las llaves. Saqué con un odio extremadamente fuerte aquel causante de mi desgracia, era un maldito mensaje de un número desconocido.
