Este es un relato express
Está basado en el segundo capítulo de RTTE, contiene spoilers, así que si no les gusta, absténganse de leer.
Regalo.
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Después de haber vuelto de la isla de los mercaderes, los jinetes volvieron a su base en la orilla del dragón. Después de una reconfortante cena, cada quien se fue a dormir, a excepción de un solo jinete.
Astrid seguía sentada en la mesa, cerca del calor de fogón, prestando su especial atención a un medallón viejo, pero de gran valor. Por fin el ajetreo del regalo se había terminado, y Hiccup como siempre se había salido con la suya al dar el mejor, como había dicho Fishlegs, su prometido era un excelente obsequiador y no sólo eso, era el mejor hombre que podría haber conocido, su sensibilidad y palabras la enamoraban cada vez, y a veces se preguntaba ¿qué le había visto a ella? Que lo único que sabía hacer era ser agresiva con los demás, pero al parecer Hiccup estaba conforme con eso.
—"Yo soy lo único que él necesita" —recordó sus palabras en un suspiro y se recostó sobre la mesa, aun atenta al medallón que le había dado.
—Eh... Eh...
Escuchó de repente un carraspeo que la hizo levantarse.
—Buenas noches Sra. Haddock, pensé que ya estaba dormida. —saludó la perezosa Ruffnut, mientras estiraba los brazos. —¿Dónde está tu esposo? —preguntó con humor.
Astrid enrojeció.
—Basta Ruffnut, y Hiccup se fue a dormir, estaba cansado después del día que pasó con ese dragón que Snotlout llamó "Traga arena". ¿Y tú que haces despierta?
—Tuffnut aún no se recupera, le quedaron secuelas de...—dudó en decir esa palabra.
—¿Las lágrimas? —preguntó Astrid con sarcasmo
Enseguida unos chillidos provenientes de la cabaña de los gemelos se escucharon ruidosamente.
—Vaya que buen oído tiene. —admiró su hermana ya que estaban al menos unos 20 metros lejos de donde estaba él. —En fin, no me deja dormir... por lo que pensé venir aquí a... no sé... tomar un bocadillo nocturno.
—Bien, está bien.
Astrid ya no le dio importancia cuando la gemela fue a esculcar en una caja con frutas y verduras, así que volvió su soñadora mirada en el medallón.
—Con qué ese es el regalo de compromiso que te dio Hiccup...
—Sí, creo que es perfecto...—respondió Astrid casi en un suspiro.
—Que mal que tú no pudiste darle nada. —insinuó la gemela dándole una mordida a un repollo que se había encontrado.
—Por más que traté no pude encontrar algo que se adecuara a Hiccup, y aun así él lo comprendió, me dijo que el mejor regalo que le había dado era... yo misma. —recordó de nuevo suspirando.
—Que cursi es... aunque...
—¡¿Qué?! —exclamó Astrid con el ceño fruncido.
—Bueno, quien sabe... tal vez lo que realmente quería decirte es que...
—¿Qué Ruffnut? —la conversación empezaba a impacientar a la vikinga.
—Bueno ya sabes, él espera de seguro que tú.... Uuyuuyyuyuyu. —explicó moviendo su pequeño busto tratando de imitar una baile sensual.

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Erase una vez un relato
Fiksi PenggemarColección de One shot, de distintos géneros y temas, con los diferentes personajes de cómo entrenar a tu dragón. Canon, AU, Semi AU. De todo un poco.