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PRIMERA PARTE
Como cuando yo decía verde
y tú decías rojo, siempre estuvo
más claro quien amaba a quien.┗━━━━━━🥂◦⛪️◦🎊 ━━━━━━┛
HABÍA UN MORETÓN EN MI CADERA izquierda donde se negó a tocarme, una marca roja en un lado de mi cuello donde no quiso besarme y había un hueco en mi corazón donde se rehusó a amarme. Porque a pesar de que le dediqué mis días y desvelos, Nate decidió que nunca sería lo suficiente para él. Cuando para mí, él siempre hubiera sido más de lo que alguna vez pedí. Algo me lo decía, con el paso de los años me lo debí de haber imaginado, Nate se estaba casando con alguien que sí resultó ser suficiente para él, nunca nadie puede prepararte para ver a la persona que amaste durante muchos años casarse con alguien más, menos si te piden que seas la madrina de bodas.
Siempre estuve constantemente asustada del futuro y aterrada del pasado, así que nunca supe cómo vivir en el presente, pero jamás me había sentido tan fuera de lugar como hoy, no tenía ni idea si acaso había una forma especial de tirar los pétalos a los recién casados mientras salían de la iglesia, pero aquí me encontraba, tirándolos y admirando como caían al piso, sin mucha delicadeza.
—Vaya circo, ¿eh? —Paul aparece entre la multitud, un poco incómodo, nunca le ha gustado mucho estar en lugares concurridos.
Detengo mi arduo trabajo para conversar con él, hay otras veinte personas tirando pétalos, Nate no notará si alguien deja de hacerlo.
— ¿A qué te refieres? —grité sobre la multitud, ocultando mi sonrisa. Perfectamente se lo que quiere decir, Paul y Nate siempre han sido de gustos simples, por lo que la boda está resultando una gran exageración.
Paul vira los ojos, una de sus manos me sujeta por mi codo para poder explicarme en voz baja cerca de mi oído—: Ya sabes, Jal. La iglesia más ostentosa, un coro privado, una gruñona organizadora de bodas, limusina para ir a la Finca. Siempre pensé que la boda de Nate sería más sencilla, es todo.
Afirmo con la cabeza, captando sus palabras, estoy totalmente de acuerdo, pero no puedo decirlo, soy la madrina de bodas, no estaría bien criticar la celebración.
— Si Nate está a gusto con lo que está pasando, nosotros deberíamos aceptarlo. —impuse sin mucho ánimo, aceptar las circunstancias es lo que me trajo a ser la madrina infeliz de bodas de mi mejor amigo.
—Luce contento. —indica Paul, mirando arriba de mi cabeza, sigo su mirada hasta toparme con Nate, con su traje negro que le queda a la perfección, abrazando por la cintura a Amalia (con su estupendo vestido de novia) ambos están posando para las fotos, antes de que partan a la Finca en su ostentosa limusina. Aquel hueco en mi corazón vuelve a hacerse presente, retiro la mirada lo más rápido que puedo—. Tú en cambio, no tanto.
Mis labios se abren para reprocharle (con una mentira, hay que aclarar) pero divisar a mi hermana, Ivy, acercarse con Macy en sus brazos me salva gloriosamente.
Mi hermana menor luce fastidiada, claro que cuidar a su hija Macy deja exhausto a cualquiera, pero sé que ella no tiene esa mirada por Macy, tampoco a Ivy le agradaba la idea de asistir a la boda de Nate, verme llorar detrás de la alacena el día que Nate nos entregó la invitación le bastó para entender la situación en la que me encontraba y abogar por que lo mejor era no venir, pero yo insistí en hacerle frente, sin saber que dolería tanto.
—Jal, papá te está buscando para que vayamos todos juntos a la Finca. —explica, mi atención se desvía a Macy quien está empeñada en destrozar el peinado de mi hermana. No me resistí y atraje a Macy entre mis brazos, una preciosa niña de dos años de edad.
Paul se aclaró la garganta— Yo podría llevarte si quieres, Jal. Tengo el automóvil aparcado aquí cerca. —señala con su mano al frente, pero al instante decido que no es una buena idea causarle tanta molestia.
—No, no te preocupes. —agradecí—, Pero, te tengo un encargo de mucha más importancia. —empiezo a decir, sostengo a Macy con un solo brazo y con el otro le entrego la canasta con pétalos que la organizadora de bodas me había dado—. Te suplico que sigas con mi valerosa tarea hasta que los novios vayan a la Finca.
Paul me sonríe, aceptando sin más el pedido, Ivy ya se ha adelantado, así que tengo que apurarme mientras cargo a Macy, apenas he logrado salir de la multitud cuando me jalan del codo, solo Paul hace eso. Se ha parado frente a mí, deteniendo mi paso.
—Jal, ¿vas a hacerlo? —pregunta, desconcertándome por un momento, sin embargo se a lo que se refiere.
—Tengo que hacerlo, soy la madrina de bodas. —me encojo de hombros, Macy empieza a inquietarse, así que decido ponerme en marcha en dirección al automóvil, otra vez.
Paul me detiene nuevamente, lo cual me irrita, observo el automóvil de mi papá esperándome en la esquina de la calle—: Jalander, me refiero al discurso que me mandaste por mensaje de texto, ¿estás preparada para decir algo así y lo que vendrá después?
Sus palabras golpean mi sentido común, realmente no lo estaba. Ni siquiera sabía si tendría la fuerza para ponerme de pie cuando digan mi nombre, menos sé si podré leer el discurso tan revelador que escribí entre lágrimas y maldiciones. Las palabras se ahogan en mi garganta cuando intento contestarle a Paul, su mirada de preocupación me dice todo, él no está de acuerdo con lo que he escrito.
Y no lo culpo, yo tampoco estoy muy convencida.
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𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗜𝗦 ━━━ paul rudd
Conto𝖂𝖍𝖆𝖙 𝖑𝖔𝖛𝖊 𝖎𝖘 | ❝Había algo que mi madre solía decirme antes de dormir, yo era una niña, así que no entendía mucho lo que significaba, pero ella insistía en compararme con una planta, la cual crecía y aprendía, alimentándose de la belleza...