Ellos no nos conocen

Simpático.

SIMPÁTICO

—Dije que no y es mi última palabra.

La cara de decepción que tiene Sky es muy obvia contando que lleva más de media hora intentando convencerme de asistir a una fiesta a la cual no quiero ni asomarme. No se decepcionen también. Tengo mis motivos.

—Aria por favor, no sales hace años... Siempre que llegamos aquí estas o en tu casa o donde tu abuelo, eres joven y bella. Puedes salir—Ella cambia de estrategia, ahora se sienta en mi cama y me mira como todas sus mascotas la miran cuando quieren algo, y digo mascotas porque tiene cinco. Cinco perros para ser exactos.

Skyler ama los perros.

— ¿Qué se supone que vamos hacer?—Decido darle la oportunidad de escucharla una vez más, de evaluar las opciones y posibilidades de aceptar o no.

Su sonrisa se alza de una manera muy exagerada, me muestra sus dientes y tuerce la boca de una manera muy graciosa.

—Pues...

Skyler se toma la barbilla en un intento de que se vea que está pensando que decir, esto es muy raro no se las razones por las cuales ella quiere a ir a esta fiesta, nunca le han gustado y menos si es una fiesta de La Alta, simplemente no lo entiendo.

—Adam ira, podemos decirle a Peyton...— ¿Ese es su mejor argumento? Dios mío mi mejor amiga necesita encontrar otras opciones que puedan convencerme.

—Sky, Adam siempre asiste a esas fiestas. ¿Qué esperabas? Es uno de ellos. —Me levanto de mi cama para sentarme en la silla que esta frente a mi mesa de estudio, para poder mirarla directamente—Necesitas algo mejor para que yo pueda asistir a esa fiesta, y por lo visto no tienes nada.

Antes de que ella pueda reprochar mis palabras la puerta de mi habitación se abre de par en par de una manera muy brusca. Skyler salta del susto. Yo solo volteo porque conozco quien tira mi puerta de esa manera.

—Llego el que faltaba. —Me cruzo de brazos mientras volteo a ver a Adam, viene de su rutina de ejercicios porque tiene puesto unos pantalones de deporte y franelilla, lo acompaña con zapatos deportivos y esta sudado. Aun así luce igual de apuesto, detesto que se vea bien con todo lo que se coloca. Me hace sentir que luzco como una mendiga.

— ¡Uy! Parece que estamos de mal humor esta mañana. ¿Qué te sucede?—Adam termina de entrar y cierra la puerta. Se acerca a la cama donde esta Skyler e intenta abrazarla.

— ¡Ni se te ocurra tocarme! Estás asqueroso. —Ella lo aleja tanto que creo que se está por caer de la cama.

Niego con la cabeza y rio.

—Hoy están de un humor de perros—Adam se acuesta en mi cama como si estuviera en su propia casa. No me extraña al parecer aquí mis amigos hacen siempre lo que quieren y mis papas nunca dicen nada, son como sus propios hijos.

—La que es una amargada y aburrida es tu mejor amiga. —Conozco ese tono en las palabras que lanza Skyler, están a punto de ver una alianza.

— ¿De qué estamos tratando de convencerla, Sky?—El se vuelve a sentar en la cama esperando una respuesta.

— ¡No quiere ir conmigo a la fiesta de los Coleman!

Ruedo mis ojos por el tono que ella ahora emplea, mi Dios. Que mujer tan obstinada.

No es que yo no quiera ir, para mis amigos le es muy fácil adaptarse. Adam es parte de todo ese grupo y Sky todos la adoran. Yo soy nadie, y prefiero seguir siendo nadie después de lo que paso.